Seis

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Narra Harry:

Mientras Des estaba con Aron, decidí hacer algo que hace ya mucho tiempo no hacía. Visitar a Heather en el cementerio.

Me vestí con mis jeans negros ajustados, una camisa, mis botines y unos lentes de sol.

Salí del edificio, y sin tomar el auto, caminé hasta el cementerio, no sin antes pasar a comprar las flores favoritas de Heather, las margaritas.

Al llegar a la entrada, unas mujeres me pararon para sacarme fotos con ellas. Ahora ya no eran las niñas de 16 años, ahora la mayoría eran mujeres.

Luego de unas tantas fotos, nos despedimos y fui en busca de la tumba de mi ex novia.

Cuando estaba por llegar, vi que había alguien más ahí. Decidí acercarme y ver de quien se trataba. Era Carly, la gemela de Heather.

—Oye, Carly —Toqué su hombro. Ella me miró y sonrió.

—Hola Harry.

—Hola... —Le dí una pequeña sonrisa.

—¿Sucede algo? —Frunció el ceño. Mis ojos otra vez se llenaron de lágrimas.

—Es... Destiny

—¿Que le pasó? ¿Está bien?

—Aron apareció, se la quiere llevar y Des me odia.

—¿Qué? ¿Cómo que apareció? —Dijo asombrada.

—Apareció asi de nada y le dije la verdad a Destiny, y ahora me odia.

—¿Ella dónde está ahora?

—En casa de Aron.

—Supongo que harás algo para que no te la quiten.

—Claro que haré algo, pero no- —fui interrumpido por el sonido de su teléfono.

—Lo siento, debo irme, mañana hablamos ¿si? Cuidate —Besó mi mejilla y se fue contestando la llamada.

Miré la tumba y sonreí recordando las cosas que pasé con Heather.

—Hola, amor —Hablé mirando la placa —Se qué te eh tenido olvidada, pero cuidar a una puberta no da mucho tiempo. ¿Sabes? Apareció Aron. Y... —Se me salió una lágrima —Se quiere llevar a Des. Se quiere llevar a nuestra hija, no quiero que lo haga, sin Destiny no puedo vivir. No aguantaría perderla a ella también. ¿Te acuerdas de cuando supimos que era niña?...

—¡Harry, apresúrate! —Gritó Heather sin darse cuenta de que estaba terminando de bajar las escaleras. Sonreí al verla con su hermosa pancita de cinco meses.

—Ya estoy aquí, bebé, no grites —Dije y ella sonrió. —¿Nos vamos?

—Por fin, sí.

Salimos de la casa y subimos al auto. Puse el auto a andar y nos fuimos al hospital.

Realmente, solo quedaba a tres calles, sólo que Heather siempre se queja del dolor de pies y yo me río de ella.

En menos dos minutos estabamos bajandonos del auto, caminando hacia la entrada del hospital. Tomé la mano de Heather y entramos.

Unos diez o quince minutos después de llegar, nos llamaron a entrar al consultorio del ginecólogo.

—¿Heather Willson? —Ella asiente sentandonos en las sillas frente al médico.

—Si, soy yo.

—Tengo entendido que tu tienes ¿Veintiún semanas, correcto?

—Si, veintiún semanas —Dije yo contento, casi saltando en mi silla. Heather me miró y sonrió.

—Tranquilo, cariño.

—La emoción, lo siento.

—Bien, recuestate en esa camilla —Señaló detrás de nosotros.

Ayudé a Heather a subirse y Se recostó.

—Sube un Poco tu camiseta —Obedecimos y unos minutos después, puso un gel en su pancita y Con una maquinita, empezó a recorrer su estómago. En la pantalla se podía ver una imagen blanca y negra.

Miré el monitor por largos segundos, hasta que encontré la forma, y ví a mi bebé.

—Miren, ahí está su cara y sus manos.

—¿Podemos saber que es? —Pregunté.

—Ajam —Movió la máquina —Oh, ya veo. Es casi un ochenta porciento de posiblidades de que sea una niña...

—Amo a Destiny más de lo que amé a algo o alguien. Daría mi vida por que ella sea feliz.

Puse las margaritas en la tumba, y Me fui al departamento.

Ahí estaba Destiny con cara de preocupación.

—¿Sucede algo? —Pregunté.

Ella me miró y abrió la boca.

—Aron va a pedir mi custodia.

Papá ♔ h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora