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Es una verdad mundialmente conocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita de una esposa.

Sin embargo, poco se sabe de los sentimientos u opiniones de un hombre de tales condiciones cuando entra a formar parte de un vecindario. John Lennon fue parte de uno de esos, hacía ya muchos años. John tuvo que superar su orgullo y su amor, tenía que superar sus prejuicios. Sin embargo, en un mundo donde siquiera verse por más de dos segundos estaba estrictamente mal visto, ¿cómo obtienes el fruto?

Nadie lo podía entender.

Incluso su familia no tenían ni siquiera una idea de porqué pasó lo que sucedió, simplemente se dio, y podemos pensar, en que fue una de las peores decisiones.

Poco se sabe también, de que no fue una decisión.

El enamoramiento es en realidad, es un proceso que a menudo suele escaparse de nuestro control consciente. Y es complicado, porque desenamorarte de alguien no es fácil, no puedes simplemente dejar de pensar en sus ojos mirándote, ni en la sonrisa más bonita, dibujada en los ojos más deseables y únicos del mundo.

Es, de hecho. Una de las cosas más complicadas.

Un día, Mary le dijo a su esposo:— ¡Mi querido señor McCartney! — Exclamó. — ¿Usted sabe de que finalmente han alquilado Dowton Abbey?

Él respondió cortésmente que no.

— Pues, así es. — Dijo. — La Señora Harrison ha venido hace unos momentos y tuvo la dicha de contarme absolutamente todo.

El señor McCartney alzó los hombros, poco interesado por el relato de su esposa.

— ¿No quieres saber quién lo ha alquilado? — Habló, un poco impaciente ella.

— Eres tú la que quiere contármelo, y yo no tengo inconveniente en oírlo.

Esta sugerencia le fue suficiente.

— Pues sabrás, querido, que la señora Harrison dice que Dowton Abbey ha sido alquilado por un joven muy rico del norte de Inglaterra; que vino el lunes en un landó de cuatro caballos para ver el lugar; y quedó tan encantado con él que inmediatamente llegó a un acuerdo con el señor Jagger. Llegara en poco tiempo, aunque también dijo que algunos de sus criados estarán a finales de la semana que viene.

— ¿Cómo se llama?

— Stuart Sutcliffe.

— ¿Está casado o soltero?

— ¡Oh, soltero, querido, por supuesto! Un hombre soltero y de gran fortuna; cuatro o cinco mil libras al año. ¡Qué buen partido para nuestras hijas! Incluso puede llegar a ser una muy excelente amistad para Paul y Michael.

— ¿Y qué? ¿En qué puede afectarles?

— Mi querido señor McCartney. — Contestó su esposa. — ¿Cómo puede ser tan ingenuo? Debe saber que estoy pensando en casarlo con alguna de nuestras hijas.

— ¿Es ese el motivo que le ha traído?

— ¡Motivo! Tonterías, ¿cómo puedes decir eso? Es muy posible que se enamore de una de ellas, y por eso debes ir a visitarlo tan pronto como llegue.

Por otro lado, Paul y sus hermanas estaban escuchando entusiasmados la conversación. Aunque el mayor de todos, no estaba muy feliz con la noticia de que tendrían un nuevo vecino, en realidad, poco le importaba. Emily y Ruth estaban sumamente emocionadas, Astrid solo estaba ahí, escuchando la conversación de sus padres, por pura curiosidad.

— No veo la razón para ello. Puedes ir tú con las muchachas o mandarlas a ellas solas, incluso puedes mandar a Paul, él podría encargarse a la perfección. O podrías ir tú sola, como tú eres tan guapa como Emily y tan alegre como Paul, a lo mejor y Sutcliffe te prefiere a ti.

Paul se estremeció de susto al imaginarse a su madre con un muchacho mucho lento a ella.

— Querido, me adulas. Es verdad que en su tiempo no estuve nada mal, pero ahora no puedo pretender ser nada fuera de lo común. Cuando una mujer tiene cinco hijos que casar, debe de dejar de pensar en su propia belleza.

— En tales casos, a la mayoría de mujeres no les queda mucha belleza en qué pensar.

— Bueno, querido, de verdad, tienes que ir a visitar al señor Sutcliffe en cuanto se instale en el vecindario.

— No te lo garantizo.

— Pero piensa en tus hijas. Date cuenta del partido que sería para una de ellas. Sir Vaughan y Lady Tizimín están decididos a ir, y solo con ese propósito. Ya sabes que normalmente no visitan a los nuevos vecinos. De veras, debes ir, porque para nosotras será imposible visitarlo si tú no lo haces.

— Eres bastante comedida. Estoy seguro de que el señor Sutcliffe se alegrará mucho de verlos; y tú le llevarás algunas líneas de mi parte para asegurarle que cuenta con mi más sincero consentimiento para que contraiga matrimonio con alguna de nuestras hijas. Incluso si no se casa con alguna de las tres, puede ser amigo íntimo de la familia o de algún integrante, pondría muchas palabras a favor de Paul.

— Me niego a que hagas tal cosa. Paul no es nada mejor que los demás. ¿Por qué deberíamos tener su amistad íntima cuando no se va a querer casar con ninguna de nuestras hijas? Me parece no muy correcto.

Su esposo soltó un suspiro. — El tener amigos no significa siempre que te vas a casar con ellos. Algún beneficio saldrá de obtener su amistad. — Le respondió. — Todos son algo tontos e ignorantes como las personas del pueblo; pero Paul tiene algo más de agudeza que sus hermanos.

— ¡Señor McCartney! ¿Cómo puede hablar así de sus otros hijos? Le encanta disgustarme. No tiene compasión de mis pobres nervios.

— Te equivocas, querida. Les tengo mucho respeto a tus nervios. Son viejos amigos míos. Hace más de veinte años que te oigo mencionarlos con mucha consideración.

— ¡No sabe cuánto sufro!

— Pero te pondrás bien y vivirás para ver venir a este lugar a muchos jóvenes de esos de cuatro mil libras al año.

— No serviría de nada si viniesen de esos, veinte jóvenes, y no fuera a visitarlos.

— Si dependo de eso, querida, en cuanto estén aquí los veinte, los visitaré a todos.

El señor McCartney era una mezcla tan rara entre ocurrente, sarcástico y algo reservado, mezclado un poco con lo caprichoso que podía llegar a ser. Que la experiencia de veinticuatro años no habían Sido suficientes para que su esposa entendiese su carácter. Sin embargo, el de ella era menos difícil, era una mujer de pocs inteligencia, más bien inculta y de temperamento desigual. Su meta en la vida era casar merecidamente a todos sus hijos, su consuelo, las visitas y el cotilleo.

Paul terminó de escuchar la plática, entonces le hizo señas a sus hermanas y todas asintieron, tomando la decisión de irse a hacerse otras actividades, pues ya estaban enteradas de las nuevas noticias.

El mayor de los McCartney se quedó pensando en las palabras de su madre.

Sí, tal vez él no era ni un poco mejor que los demás.

Solo tal vez.

...

ola huevos 🥹🥹😋😋🙈🙈😝😝👍👍👍

Llegó el fanfic más esperado por mis gatos, Orgullo y Prejuicio homosexual gay bisexual pansexual homosexual homosexual homo x89 🔥🔥🔥😏😏🥰🥰😛😛😛🙈🙈🙈🙈

Perdonen si me equivoqué en algo, es que sí me acuerdo que tuve una falta de ortografía pero pasé media hora buscándolo y no lo encontré KAJAKAJAKJA 😭😭😭😭😭😠😠😠😠😠

ni lo iba a subir hoy el fic porque fue un día muy feo, pero los amo y dije ay pobres peruanos voy a subir algo pq en Enemies llevo 5 palabras del nuevo cap 🙈🙈🙈😝😝🔥🔥🔥👍👍👍 si se sienten tristes recuerden que no estamos solo, háblenme al ig contesto una vez al año pero contesto 🥹🥹🥹😢😢😢😭😭

los amo besos en la kola 😝😝👍👍

𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 & 𝐏𝐫𝐞𝐣𝐮𝐢𝐜𝐢𝐨 & 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 | 𝘔𝘤𝘓𝘦𝘯𝘯𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora