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Desde su última conversación, Ghost había mantenido su distancia de Soap, al menos en apariencia. Sin embargo, el Alfa no podía dejar de preocuparse por él. Así que, sin que Soap lo supiera, Ghost comenzó a seguirlo en secreto, observando cada uno de sus movimientos, asegurándose de que estuviera bien, aunque Soap nunca lo notara.

Pasaron días, y Ghost empezó a notar un patrón en las actividades de Soap. Siempre que tenía tiempo libre, se dirigía a la enfermería de la base, con la excusa de un chequeo o para recoger suministros médicos. Al principio, Ghost pensó que podría haber algo mal con la salud de Soap, pero pronto se dio cuenta de que el motivo era diferente.

El médico de la base, el Teniente Jonathan Miller, era un hombre que sobresalía en muchos aspectos. Alto, con una complexión fuerte y una mirada penetrante, era conocido por su carácter afable y su inteligencia. Además, tenía una habilidad innata para cuidar de los demás, siempre atento, siempre dispuesto a escuchar. Ghost observó cómo Soap parecía relajarse en la presencia de Miller, cómo sonreía de una manera que Ghost no había visto en mucho tiempo.

Un día, Ghost siguió a Soap hasta la enfermería y se mantuvo lo suficientemente cerca como para escuchar la conversación que mantenían.

—Es increíble cómo logras hacer que todo parezca tan fácil, Jonathan —dijo Soap, con una sonrisa que resonaba con admiración.

Miller se rió suavemente, respondiendo con un tono cálido—. Y tú eres increíblemente duro contigo mismo, Johnny. Eres uno de los mejores soldados que tenemos, pero también mereces ser cuidado.

Ghost sintió una punzada de celos al escuchar la cercanía en la conversación. Cada palabra, cada gesto entre ellos parecía tan natural, tan íntimo. Y lo que más dolía era ver la forma en que Soap respondía a Miller, cómo se abría ante él de una manera que nunca lo había hecho con Ghost.

Después de la conversación, cuando Soap finalmente dejó la enfermería, Ghost decidió que era hora de confrontarlo. Lo siguió hasta un pasillo menos transitado y, cuando estuvieron solos, apareció frente a Soap, quien dio un paso atrás sorprendido.

—Ghost, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó Soap, todavía recuperándose del susto.

—He estado observándote, Johnny —respondió Ghost, su tono bajo y serio—. No puedo evitar notar que pasas mucho tiempo con el médico.

Soap frunció el ceño, sintiéndose un poco a la defensiva—. ¿Y qué con eso? Miller es... bueno, es diferente. Es atento, cuidadoso. Me hace sentir... especial.

La respuesta de Soap hizo que Ghost sintiera una mezcla de ira y desesperación.

—¿Qué tiene él que no tenga yo? —preguntó Ghost, su voz traicionando su frustración—. ¿Qué es lo que ves en él que no puedas ver en mí?

Soap lo miró, sorprendido por la intensidad de la pregunta. Hubo un momento de silencio, antes de que finalmente respondiera.

—No se trata de lo que tienes o no tienes, Simon. Se trata de cómo me haces sentir. Miller no intenta forzarme, no trata de cambiarme o de conquistarme solo porque soy un Omega. Me trata como una persona, como alguien digno de respeto.

Las palabras de Soap cayeron pesadas en Ghost, quien finalmente bajó la mirada, dándose cuenta de lo que había hecho mal. No se trataba solo de competir con alguien más, sino de entender que Soap necesitaba algo más que protección y control; necesitaba ser visto y amado por lo que era, no solo por su biología.

" Sombras Del Corazón "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora