" Sombras Del Corazón "

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Título: Sombras del Corazón - Parte 8

La tensión en la mesa era palpable, una cuerda que se estiraba al límite y que estaba a punto de romperse. Ghost se mantenía en silencio, mirando fijamente a Miller, mientras Soap intentaba inútilmente mantener una conversación tranquila. Miller, sin embargo, no estaba dispuesto a dejar las cosas así. Con una sonrisa astuta, decidió lanzar una pregunta que sabía que encendería la chispa.

-¿Y tú, Ghost? -preguntó Miller con una voz demasiado casual. ¿Para cuándo la novia?

Soap se tensó al instante, sabiendo que esa pregunta no traería nada bueno. Ghost levantó una ceja, su mirada oscureciendo se aún más. Se inclinó ligeramente hacia adelante, su voz impregnada de sarcasmo.

-En eso estoy, maldito -respondió, su tono bajo y amenazante.

Miller soltó una carcajada burlona, disfrutando de la incomodidad que estaba creando. ¿En serio? -se burló-. Porque me parece que no te está yendo muy bien.

La paciencia de Ghost finalmente llegó a su límite. La burla y el descaro de Miller eran más de lo que podía soportar. En un movimiento rápido, Ghost lanzó un golpe directo a la nariz de Miller, la cual crujió bajo la fuerza del impacto. Miller retrocedió, tambaleándose mientras la sangre comenzaba a brotar de su nariz, manchando su camisa.

Soap, sorprendido y horrorizado, se levantó de inmediato, intentando interponerse entre los dos hombres antes de que las cosas se salieran de control.

-¡Ghost, para! -gritó, empujando al Alfa con todas sus fuerzas.

Al otro lado del bar, Roach, que había estado observando todo con un ojo agudo, vio la pelea estallar y no pudo evitar sonreír. Inmediatamente se giró hacia Ángela, la camarera, que aún estaba a su lado.

-¡Ángela! -gritó Roach, agitando la mano -. ¡Ya comenzó la riña!

Ángela, que estaba llevando una bandeja con bebidas, dejó caer todo al suelo en su prisa por ver el espectáculo. Sin perder tiempo, se acercó a Roach, su mirada fija en la pelea que se desarrollaba ante sus ojos.

Roach sacó su teléfono, riendo para sí mismo mientras comenzaba a grabar la escena-. Esto va a ser épico -murmuró con entusiasmo.

Ángela se detuvo junto a él, observando a Soap que luchaba por separar a los dos Alfas. Los ojos de Ángela se llenaron de preocupación por un breve momento.

-¿Deberíamos ayudarlo? -preguntó, mordiéndose el labio.

Roach, sin apartar la vista de la pantalla de su teléfono, se encogió de hombros-. Naah, él puede solo.

Los dos se quedaron ahí, viendo cómo la situación se intensificaba. Miller, a pesar de estar sangrando, intentó devolver el golpe, pero Ghost lo esquivó con facilidad. Soap, desesperado, seguía intentando intervenir, pero era como si los dos Alfas ni siquiera notaran su presencia.

En ese momento, Soap logró ponerse en medio, empujando a ambos con una fuerza inesperada para alguien de su tamaño.

-¡Basta!-gritó con desesperación-. (Los dos! ¡Esto no está bien!

La voz de Soap, cargada de angustia, finalmente hizo que ambos Alfas se detuvieran, aunque la tensión aún ardía en sus ojos.