" Sombras Del Corazón "

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Título: Sombras del Corazón - Parte 6

Dentro del bar, el ambiente era relajado, con la suave música de fondo y el murmullo de conversaciones llenando el espacio. Soap se sentía sorprendentemente a gusto, más de lo que había esperado. Miller era un buen conversador, y la manera en que lo hacía sentir especial, apreciado, era algo que Soap no había experimentado en mucho tiempo.

Después de un par de copas, Miller se inclinó un poco más cerca de Soap, su sonrisa suave y genuina.

—Me alegra que hayas decidido salir conmigo esta noche, Johnny —dijo, su voz baja y cálida.

Soap le devolvió la sonrisa, sintiendo cómo la calidez del momento lo envolvía—. Me alegra haber venido. Ha sido... agradable.

Miller observó a Soap por un momento, y antes de que Johnny pudiera reaccionar, el médico le dio un suave beso en la mejilla, un gesto que fue más afectuoso que romántico. Sin embargo, lo que siguió dejó a Soap ligeramente desconcertado. Miller, movido por un impulso instintivo, se inclinó un poco más y le olfateó suavemente el cuello, provocándole un leve cosquilleo.

—Hueles bien —comentó Miller con una sonrisa traviesa, retrocediendo lo suficiente como para mirarlo a los ojos.

Soap soltó una risa nerviosa, sorprendido por el gesto pero no del todo incómodo—. Eres todo un caballero, ¿verdad?

Miller se encogió de hombros, claramente divertido—. Solo intento ser sincero.

Lo que ninguno de los dos sabía era que, en ese preciso momento, Ghost se encontraba en los baños del bar, luchando contra sus emociones mientras intentaba decidir si debía confrontar a Soap o dejarlo en paz. Estaba en medio de esta batalla interna cuando la puerta del baño se abrió y Roach asomó la cabeza, claramente ansioso.

—¡Simon! —susurró Roach, entrando rápidamente—. ¡Tienes que salir ya! Miller le acaba de dar un beso a Soap... ¡y le olfateó el cuello!

Ghost se congeló, sintiendo una oleada de ira mezclada con celos tan intensos que casi no podía pensar con claridad. El simple hecho de imaginar a Miller tan cerca de Soap, tocándolo y oliéndolo, lo hizo ver rojo.

—¿Qué...? —murmuró Ghost, su voz baja pero cargada de una amenaza latente.

Roach asintió rápidamente, sabiendo que acababa de encender la mecha de una bomba—. Lo vi todo. Están demasiado cómodos, Simon. Si no haces algo ahora, podrías perderlo.

Sin perder más tiempo, Ghost se dirigió a la puerta, su determinación alimentada por la furia y el miedo. No iba a permitir que alguien más se acercara tanto a Soap, no mientras él estuviera cerca. Apretó los puños, listo para intervenir, sabiendo que la escena que estaba a punto de armar podría cambiarlo todo, para bien o para mal.