Nuevamente volvía a despertar con esa sensación de ausencia, buscaba un cuerpo caliente al lado y únicamente encontraba el hueco vacío y frío qué dejaba Sasuke. Hinata volvió a encontrarse desayunando sóla en el enorme comedor, y pasando el resto del día con la única compañía de las personas del servicio, la niñera y sus hijos.
Tras el encuentro en la empresa de su esposo, él parecía huir cada vez más de estar a solas con ella. Pese a qué le había dicho qué debería visitarlo más seguido en la oficina y haberlo hecho un par de veces más, no se volvió a repetir lo ocurrido, él actuó de forma muy distinta, con distancia y alegando tener mucho trabajo esos días.
Hinata no sabía que hacer, por mucho que lo buscaba o por mucho que trataba de establecer una conversación con su esposo. Sasuke encontraba toda clase de pretextos para evitar hablar con ella más de lo extrictamente necesario. Parecía aferrarse a cualquier excusa para no tenerla nuevamente cerca.
Ni siquiera cuándo se trataba de sus hijos ya le hacía caso, hasta para saber de los niños, el prefería hablar con la niñera a quien no paraba de alabar, haciendo que Hinata, cada vez más, se sintiera no sólo triste, también celosa de la mujer que no paraba de meterse con ella o de criticar su forma de crianza cuándo estaban a solas, por qué aunque la niñera parecía querer aconsejarla o ayudarla. En el fondo sólo le creaba inseguridad, al fin y al cabo era una madre primeriza.
Lo único que tenía claro era que debía encontrar una manera para hacer que Sasuke volviera a hablar con ella e impedir que huyera de su lado por qué se le escapaba y ella no lograba hacer nada para retenerlo, ¿Debería? Sólo tenían un trato, no eran una realmente una pareja de verdad.
Hinata se negaba a aceptar eso, tal vez el no la amaba, pero había demostrado que se sentía atraído por ella y no sólo un poco, bastante. Así que era incapaz de explicarse por qué parecía que no dejaba de apartarse más y más cada día.
¿Pero por qué?
No sea capaz de pensar en ninguna estrategia, Sasuke llegaba cada vez más tarde y con el pretexto de no querer despertarla se iba a dormir al sofá de la sala privada, pese a qué ella le había dicho que no importaba la hora en la que llegara, que a ella no le molestaba. No conseguía que dejara de hacer uso de ese sillón.
Tenía claro que no le era indiferente a su esposo, algunas veces cuando lograba que se quedara con ella a cuidar de los niños, lo había pillado observándola, algunas veces hasta podría jurar que lo vió suspirar al verla o desviar rápido la mirada al ser observado, como un niño que es pillado haciendo una travesura.
_¿Que debo hacer? - se dijo así misma esa noche frente al espejo. Tras recibir Jn mensaje de Sasuke informando que llegaría tarde, otra vez.
Lo peor es que tras ese breve incidente con la secretaria, ambas habían comenzado una amistad, así que sabía que la mayoría de las veces cuándo su esposo decía que llegaría tarde m, se quedaba en la oficina, sin nada que hacer, más que esperar a que se le hiciera tarde para irse a casa.
Una idea se le vino a la mente, de sólo pensarla hizo que una sonrisa traviesa apareciera en su rostro.
Tal y cómo había dicho Sasuke, llegó tarde y caminó rumbo al salón. Para acostarse en aquél sofá.
Hinata fue paciente, espero a que él se durmiera, para entrar y colarse en aquél sofá, sabía lo que haría acontinuación, lo que quería.
Jamás había estado tan segura de algo como ahora y lo que s.deseaba era recuperarlo.
Hinata observó el cuerpo de su esposo con cuidado, Sasuke era tan hermoso durmiendo, pero así cómo era hermoso, también podía ser cruel.
Por qué para Hinata era una crueldad privarla de estar con él sin ninguna explicación, clmk si hubiera hecho algo malo, se negaba a sentirse culpable, al menos si no sabía la causa.
El no podía tratarla bien, alentarla a amarlo, para después dejarla sumida en la miseria, Sasuke apenas y se movió ante el peso del cuerpo de ella sobre el suyo, es más, parecía que soñara con ella. Lo escuchó susurrar su nombre en el mismo momento en que ella recorrió ese torso masculino y tentador con su pequeña mano izquierda, desabrochando su camisa.
El pecho desnudo de su esposo cubierto por apenas unos cuantos vellos, hizo que ella deseara no sólo verlo, también besarlo y eso hizo. Llevó sus labios hasta la piel desnuda de Sasuke, dejando suaves besos sobre su piel, descendiendo hasta donde su mano traviesa ya estaba desabrochando en botón del pantalón y bajándole la cremallera.
Hinata se mordió los labios nerviosa. Subiendo la mirada hasta el rostro de su esposo, notando cómo abría los labios, exclamando suavemente su nombre.
_¿Hinata? - preguntó él sin saber del todo sk seguía dormido y en un tortuoso sueño húmedo o había despertado ya en el maldito infierno qué era su esposa.
Ella no necesitó más invitación que esa, para ir un poco más allá de unos besos. Sobre todo al notar la dureza de su esposo atrapada en el interior de su boxer.
La forma en que esa mujer lo había tocado, cómo le encendía la piel al paso de sus pequeños dedos, estaba completamente perdido en ella, incapaz de alejarse o alejarla por qué lo único que había estado deseando era volver a tenerla con él.
_Hinata... Por favor...
Sasuke ni siquiera era capaz de entender del todo por qué estaba rogando o que estaba pidiendo exactamente, pero su cuerpo lo tenía muy claro con aquella erección que se hacía visible y presente, pero sobre todo, dolorosa entre sus piernas.
A pesar de lo que sucedió en la oficina y de desearla tanto todo el maldito tiempo. Sasuke todavía no se permitía ser feliz, no se permitía sentír, no se permitía ni siquiera disfrutar, estaba intentando negarse a ello de todas las maneras posibles.
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Doble Contrato: Adopción y Compromiso
FanficEl, un Ceo felizmente casado con la mujer que ama esperando su primer hijo, lo tiene todo y es muy feliz. Ella, una joven qué creyó haber encontrado al amor de su vida, pero al final descubrió el monstruo qué el era, soportó golpes y humillaciones...