~ODIO Y DESEO~

PRÓLOGO

La noche caía sobre la ciudad como un manto oscuro, envolviendo las calles en una atmósfera de misterio y peligro. Sanzu, vicepresidente de la pandilla Kanto Manji, se movía con confianza entre la multitud, su presencia imponiendo respeto y temor. Su chaqueta de cuero negro y su cabello despeinado lo hacían parecer un guerrero urbano, listo para enfrentar cualquier desafío.

De repente, sus ojos se encontraron con los de Senju, la hermana que había jurado odiar. Ella estaba en el otro lado de la calle, su cabello blanco y corto destacando en la oscuridad como una señal de advertencia. Sanzu sintió un golpe en el pecho, como si el aire se hubiera escapado de sus pulmones. ¿Qué estaba haciendo ella aquí? ¿Qué buscaba en territorio enemigo?

Senju, con su mirada desafiante y su sonrisa enigmática, cruzó la calle hacia él, su cuerpo moviéndose con una gracia felina que hipnotizaba a Sanzu. Él se tensó, preparándose para el impacto, sabiendo que su hermana era capaz de cualquier cosa.

"¿Qué haces aquí?" Sanzu gruñó, intentando mantener su voz baja y controlada, pero su corazón latía con fuerza en su pecho.

"Podría preguntarte lo mismo", Senju respondió, con voz sería, quedando frente a el

"¿Qué quieres, Senju? No tienes nada que hacer aquí. Este es territorio de Kanto Manji,  ¿No sabes que estás en peligro aquí?"

Sanzu intentó mantener su voz firme y amenazante, pero no pudo evitar notar la forma en que los ojos de Senju brillaban en la oscuridad, como dos estrellas en una noche sin luna. Era una mirada que lo desafiaba, que lo provocaba, y que lo hacía sentir incómodo.

Senju suspira y lo mira con sus llamativos ojos esmeraldas "no vengo a causar problemas, solo pasaba por aquí no es para que te pongas de esa manera" dice de manera despreocupada mientras mete sus manos a los bolsillos de su chaqueta

"Ah, claro, solo pasabas por aquí, ¿eh? Y yo soy el emperador de Japón. No me hagas reír, Senju. Tú y yo sabemos que no te gusta evitar problemas, sino buscarlos. ¿Qué estás tramando esta vez? Por qué muy bien que estás detrás del llorón de hanagaki y que seguramente estás ayudándolo a acercarse a Mikey de alguna manera"

Sanzu cruzó los brazos sobre su pecho, mirando a Senju con una mezcla de desdén y curiosidad. Sabía que su hermana era capaz de cualquier cosa, y que siempre había un motivo detrás de sus acciones.

Senju lo mira con clara irritación en su mirada. "Mejor ni hables haruchiyo solo pasaba por aquí...tanto te cuesta entender?" Dice sarcástica

Sanzu resopló de nuevo, sintiendo una oleada de ira. "No juegues conmigo, Senju. No estoy de humor para tus juegos"

"Pues yo tampoco estoy de humor para los tuyos haruchiyo." Dice senju irritada y sanzu resopla para después decir.

"Ah, claro, porque tú eres la reina de la inocencia, ¿verdad? No me hagas reír, Senju. Tú y yo sabemos que eres la primera en empezar a jugar sucio. No te hagas la víctima ahora".

Sanzu se acercó a Senju, su voz baja y amenazante. "¿Qué estás escondiendo, hermana? ¿Qué truco tienes guardado en la manga esta vez?"

Senju no se amedrentó, sino que se mantuvo firme, mirando a Sanzu con una mirada desafiante. "No estoy escondiendo nada, solo déjame." Dice para después irse del lugar, desapareciendo en la oscuridad de la noche.