capitulo 6

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Capítulo 6: Lo que vino después.

El alcohol estaba haciendo efecto, y Senju se sentía cada vez más mareada y confundida. A pesar de que ya estaba borracha, se acercó a la barra con paso inseguro, decidida a pedir otro trago. La habitación giraba a su alrededor, y las luces estroboscópicas parecían bailar en su visión borrosa.

- Otro whiskey, por favor - farfulló Senju, apoyándose en la barra para no caerse.

El bartender la miró con preocupación, pero le sirvió el trago de todos modos. Senju lo agarró con mano temblorosa y se lo bebió de un golpe, sintiendo el líquido ardiente bajar por su garganta.

Sanzu se dirigía a la barra con una expresión de aburrimiento en su rostro. La verdad era que ya tenía ganas de irse del club, pero primero se tomaría un trago para pasar el tiempo. Mientras esperaba a que el bartender le preparara su bebida, su mirada recorrió la habitación, deteniéndose en la figura de Senju, que parecía estar cada vez más mareada y confundida.

Sanzu suspiró interiormente, preguntándose qué estaba haciendo allí. No era su tipo de lugar, y la música y la multitud le estaban empezando a cansar. Pero algo lo mantenía allí, tal vez la esperanza de encontrar algo interesante en medio de la monotonía.

Cuando el bartender le entregó su trago, Sanzu se lo bebió de un golpe, sintiendo el líquido ardiente bajar por su garganta. Justo en ese momento, vio a Senju tambalearse hacia la barra, decidida a pedir otro trago a pesar de que ya estaba borracha. Sanzu se sintió un poco irritado por ella, y decidió acercarse

Senju pedía trago tras trago, ya ni se podía mantener de pie, y Sanzu gruñó irritado. "A veces era muy tonta" pensó, sacudiendo la cabeza. Pero claro, él tenía que salvarla, porque parecía que la princesa no podría irse a casa de esa manera. Y encima, el idiota de Takemichi lo culparía a él si algo le pasaba a Senju. Sanzu destestaba a Senju, pero no podía dejar que se autodestruyera delante de sus ojos.

Con un suspiro, Sanzu se acercó a Senju y la sujetó del brazo, tratando de mantenerla en pie. - Vamos, Senju, ya es hora de irte a casa - le dijo, tratando de mantener la paciencia. Pero Senju solo se rió y trató de zafarse de su agarre, lo que hizo que Sanzu gruñera aún más.

- ¿Por qué tienes que ser tan difícil? - le preguntó Sanzu, sacudiendo la cabeza. Pero sabía que no obtendría respuesta, porque Senju estaba demasiado borracha para entender algo. Así que Sanzu la sujetó con firmeza y la llevó hacia la salida del club, decidido a llevarla a casa a pesar de su resistencia.

- ¡Suéltame, puedo irme sola, imbécil! - gritó Senju, intentando zafarse del agarre de su hermano. Sanzu rolló los ojos al escucharla y la tomó como un saco de papas, poniéndola sobre su hombro.

- ¿Qué te pasa? ¡Suéltame!- gritó Senju, pataleando y golpeando el pecho de Sanzu con sus puños. Sanzu se dirigió a su moto, aparcada fuera del club, y se subió con Senju aún sobre su hombro.

- Estás borracha, Senju, quedate quieta quieres.! - le dijo Sanzu, mientras arrancaba la moto.

Después de un rato más de discusión, Senju finalmente se quedó dormida en el asiento trasero de la moto, exhausta por la bebida y la pelea. Sanzu suspiró aliviado, ya que la discusión había sido agotadora. Pero ahora se enfrentaba a un nuevo problema: no podía dejar a Senju en la calle, así que no tuvo otra elección que llevarla a su departamento, al menos por esa noche.

Sanzu no estaba contento con la idea, sabiendo lo que había pasado la última vez que Senju se había ido en su apartamento. Pero no podía dejarla en la calle, aunque quisiera, así que condujo la moto hacia su edificio, tratando de pensar en una solución.

Al llegar, Sanzu se bajó de la moto y se acercó a Senju, que seguía dormida. La tomó en brazos y la llevó al ascensor, subiendo a su apartamento en silencio. Una vez dentro, la acostó en el sofá y se sentó en una silla cercana, mirándola con una mezcla de frustración y preocupación.

- ¿Qué voy a hacer contigo, Senju? - se preguntó Sanzu, sacudiendo la cabeza.

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Eran aproximadamente las 12 del mediodía cuando Senju despertó con un fuerte dolor de cabeza que la hizo gemir. Al abrir los ojos, se encontró en un entorno desconocido y se dio cuenta de que estaba cubierta con una sábana. Pero lo que realmente la hizo sentir incómoda fue darse cuenta de que no llevaba su vestido, sino solo su lencería.

- ¿Qué pasó anoche? - se preguntó Senju, tratando de recordar los eventos de la noche anterior. Pero su memoria estaba borrosa y solo podía recordar fragmentos de la discusión con Sanzu en el club. Seguramente había hecho algo estúpido, pensó, cubriéndose la cara con las manos.

La verdad es que andaba media corta de inspiración Pero ya en el otro capítulo las haya más inspiración 🫢

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La verdad es que andaba media corta de inspiración Pero ya en el otro capítulo las haya más inspiración 🫢

Y va a ver un poco de +18

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