capitulo 11

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Capitulo 11: "Entre la atracción y duda"

Senju se encontraba en el sótano, envuelta en una atmósfera de intensidad. Con una minifalda lisa y un top sin mangas, Golpeaba el saco de boxeo con fuerza y precisión, cada impacto resonando en la habitación.

- ¡Grrr! -gruñó ligeramente, dejando escapar su frustración. El saco de boxeo absorbía sus golpes, pero su rabia parecía no disminuir.

Odiaba lo que le estaba pasando últimamente. La confusión y la ansiedad la estaban consumiendo. Da una patada con fuerza al saco, y se detuvo un momento, jadeando.

Su pecho subía y bajaba rápidamente, y sus puños aún estaban apretados. La adrenalina corría por sus venas, pero no parecía suficiente para calmar su tormenta interior.

Senju se quitó los guantes de boxeo, arrojándolos al suelo con un golpe seco. Luego, se acercó al botellín de agua que descansaba en el banco cercano y tomó un largo trago, sintiendo el líquido refrescar su garganta reseca.

Sanzu se apoyó en la pared, observando a Senju con detenimiento. - Si crees que golpear un saco de boxeo te aliviará, lo dudo mucho - dijo con una ceja levantada.

Senju se tensó ligeramente y gruñó, su mirada fulminante. - ¿Qué haces aquí? - preguntó, su voz ligeramente irritada.

Sanzu se despegó de la pared y se acercó a ella. - Vine a buscar algunas cosas que dejé aquí al mudarme - respondió con calma.

Senju seguía enfadada, su rostro tenso. - Pareces frustrada - comentó Sanzu, estudiando su expresión.

Senju rodo los ojos, su respuesta cortante. - ya lo se...no necesitas recordarlo - le responde.

- En las fotos pareces más feliz - comenta Sanzu, cruzándose de brazos con una mirada penetrante.

Senju se sonroja ligeramente, su voz tensa. - Cállate, idiota... Ya te dije que las envié por accidente. -

Sanzu se acerca, su tono burlón. - Seguro... Pero cuando estaba entre tus piernas no contestabas de esa manera. -

Senju se pone rígida, su mirada fulminante. - Eso no tiene nada que ver con esto. -

- Pero bien que gemias con ganas - dice Sanzu con una sonrisa provocativa.

Senju gruñe, su ira explotando, e intenta golpearlo. - Cállate! - grita.

Sanzu reacciona rápidamente, sujetándola por los brazos y aplastándola contra la pared, inmovilizándola.

Su rostro está cerca del de Senju, su mirada intensa y desafiante.

- ¿No puedes controlar tu temperamento? - susurra, su aliento cálido en la piel de Senju.

Senju se debate, su corazón latiendo con furia, pero Sanzu la mantiene firme.

Senju levanta su pierna en un arco de furia, pero Sanzu la atrapa con fuerza, sujetándola firmemente.

- ¿Qué ni se te ocurra? - susurra Sanzu al oído de Senju, su aliento cálido envolviéndola.

- Créeme que si soy capaz de hacerlo - responde Senju, desafiante, su voz baja y peligrosa.

La mano de Sanzu sube por su pierna, trazando un camino de fuego hasta llegar a su muslo. Senju se estremece.

- Quedate quieta, Senju - le dice Sanzu, su mirada intensa y provocativa.

Sus rostros están demasiado cerca, la tensión entre ellos palpable. La respiración de Senju se vuelve agitada.

Sanzu la sienta encima de una mesa en el sótano, sus manos descansando en sus muslos con un toque suave pero firme.

Sus palmas sienten la piel pálida y suave de Senju, y por un momento, el tiempo se detiene.

La tensión entre ellos es palpable, y la oscuridad del sótano parece intensificar la intimidad del momento.

Sus labios se unen en un beso fiero y apasionado, sus lenguas entrelazadas en un baile íntimo.

La respiración de Senju se vuelve agitada, jadeando suavemente mientras Sanzu acaricia sus muslos con dedos expertos.

Sus manos se deslizan bajo la falda de Senju, enviando escalofríos por su piel. Ella se estremece, su cuerpo respondiendo al toque de Sanzu.

El beso se profundiza, la pasión y el deseo explotando entre ellos como una llama que no puede ser contenida.

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Días después de ese encuentro apasionado, Sanzu no podía sacar de su mente el recuerdo de Senju y el momento que compartieron. La pasión y la intensidad de ese beso seguían resonando en su interior.

Aunque sabía que había sido un error, que debieron haberse resistido, no podía cambiar el pasado. El tiempo no se podía devolver atrás.

La culpa y el deseo se entrelazaban en su mente, recordándole la suavidad de la piel de Senju, su respiración agitada y sus jadeos. Sanzu se sentía atrapado en un torbellino de emociones encontradas.

Después de esa noche, Senju se quedó con un dolor residual en su cadera, un recordatorio físico de la pasión que había compartido con Sanzu. Sin embargo, su mente estaba aún más dolorida, ya que se lamentaba de haber cedido a sus deseos.

Pero el deseo había sido más fuerte, y ahora se sentía perdida. Sus sentimientos eran un conflicto total. Ya no se trataba solo de la atracción que sentía hacia Sanzu, sino que esos deseos crecían con cada paso que daba el tiempo.

La intensidad de sus emociones la abrumaba. Se sentía dividida entre la razón y la pasión, sin saber qué camino tomar. La cercanía de Sanzu había despertado algo en su interior que no podía ignorar.

Y lo peor, es que empezó a sentir ciertos síntomas.

Holiss

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Holiss

Espero que les guste el capítulo y advierto que los siguientes capítulos las cosas se pondrán más románticas y quizás ya terminé está historia

(Intentaré hacer un capítulo donde a senju le den Pero no consejos) 🫢

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