Los años continuaron su curso, y con cada uno, Valeria encontró más paz interior. Su carrera siguió creciendo, y junto a Luca, fueron reconocidos en sus respectivos campos. Pero por mucho que la ciencia les llenara, lo que realmente los completaba era la vida que habían construido juntos.
Un día, mientras revisaba algunas publicaciones académicas, Valeria recibió un mensaje inesperado. Era de Sebastián, alguien a quien no había visto ni hablado en muchos años. Con cierta curiosidad, abrió el correo electrónico. Sebastián le escribía desde Sudamérica, donde había comenzado a trabajar en un proyecto social que ayudaba a comunidades en situación de pobreza.
"Hola, Valeria. Sé que ha pasado mucho tiempo, pero quería contarte que finalmente encontré mi propósito. No fue fácil llegar hasta aquí, pero a través de los años, he aprendido a dar lo mejor de mí para los demás. Nunca olvidaré las lecciones que aprendí contigo. Espero que estés bien y que tu vida sea tan plena como siempre mereciste que fuera."
Valeria sonrió, sintiendo una calidez que no esperaba. Ver que Sebastián había encontrado su propio camino la llenaba de una tranquila satisfacción. Aunque sus vidas habían tomado rumbos completamente diferentes, él también había crecido, y eso le alegraba. Contestó brevemente, deseándole éxito y felicidad en su viaje.
Días después, también recibió un mensaje de Alejandro. Él había empezado una nueva etapa en su vida, siendo mentor para jóvenes ingenieros y trabajando en un proyecto internacional sobre energías limpias. Aunque sus palabras eran más escuetas que las de Sebastián, transmitían un sentimiento similar de gratitud y cierre.
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El juego del corazón
RomancePrólogo A veces, la vida universitaria puede parecer una película, llena de personajes memorables y giros inesperados. Para Valeria, una chica introvertida y amante de los libros, su mundo giraba en torno a sus estudios de física cuántica y las tard...