Hécate

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Capítulo corto

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Maléfica estaba enojada y la forma en la que Hécate reía y esquivaba cada hechizo o golpe que le lanzaba, la enfurecía aún más.

La Diosa de la Hechicería, por su parte, ya había logrado acertar hechizos básicos que cumplían con el objetivo de entorpecer el avance del hada y llevarla a un punto máximo de desesperación.

Poco a poco, la mente de Maléfica se estaba volviendo más irracional y dispersa. Qué fácil hubiera sido para ella simplemente convertirse en dragón y perseguirá a Hécate desde los cielos, pero en ese momento en el que ambas corrían por la espesura del bosque, realmente no se le había ocurrido.

— ¿Es en serio? — cuestionó la diosa cuando Maléfica la perdió de vista y giró hacia todos lados para ubicarse — ¿La gran y poderosa Maléfica no puede seguir el hilo de una persecución?

— Cállate

— Creo que todo lo que me contaron fue una exageración... ¿o me dirás que dependes del poder de Lucifer para ser lo que eres?

Ese fue su primer golpe. La necesidad que había desarrollado hacia su cetro durante años. Bien, tal vez era lo que era gracias a los hechizos que pudo hacer con ayuda de ese bastón mágico, pero ella había sido talentosa incluso antes de adquirirlo... entonces, ¿por qué lo necesitaba?

— ¡Cállate y sal a luchar!

— ¿Por qué la prisa? ¿Tienes algo mejor qué hacer? ¿Se te hace tarde para regresar a Auradon después de tu berrinche?

— No volveré a Auradon.

— ¿Por qué? ¿Acaso no tienes una hija?

Maléfica apretó los dientes. Fuera por verse sola o por querer liberar esa incomodidad de su corazón, decidió dejar que su boca hablara sin restricciones por un momento.

— No me necesitan.

— Mmh, no, no te necesitan. ¿Sabes por qué?

— Porque soy una mala madre...

— Lo eres. La abandonaste... Me abandonaste.

Hécate salió de su escondite transformada en Mal. Su voz era idéntica a la de la reina de Auradon y en su rostro parecía haber una súplica por explicaciones.

Maléfica se dejó llevar inconscientemente. Antes de irse no había podido verla ni saber si se encontraba mejor del desmayo que había sufrido por su culpa, por lo que tenerla enfrente hizo que ablandara un poco la mirada hasta entonces fiera.

— Ellos te cuidarán.

— Huiste...

— Era lo mejor para ambas.

— ¿No me amas?

— ... Yo...

— ¿Me odias?

— No. Te amo.

Ese fue segundo golpe: Mal. Ella la había aceptado de vuelta y había perdonado tantas cosas que Maléfica había hecho u omitido hacer. Perdonó su falta de amor, sus presiones, sus peleas. Perdonó todo y nunca la presionó para que cambiara.

Sin embargo, ella sólo le había traído problemas a Mal y a su nueva familia que no dejaba de restregarle en cara que eran perfectos y que eran mejores padres que ella.

— ¡No te creo!

La imagen de la diosa volvió a aparecer junto con un hechizo que no sólo la paralizó por cinco segundos sino que la mandó a volar contra uno de los árboles más gruesos del lugar.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Segundas oportunidades (Hades x Maléfica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora