Botellas de Soju

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- Me odia - sollozaba Akira en la mesa de una tienda de conveniencia, junto a sus mejores amigos: Oliver y Suki. Apenas se había terminado la primera botella de soju cuando el par llegó para escucharlo balbucear tonterías del estilo: - me odia tanto, joder... Quiere que me vaya a la mierda.

- ¿Quién quiere que te vayas a la mierda? - le preguntó el menor de sus amigos, haciéndose notar.

- ¡Sukiiiiiii! - grita con emoción, abalanzándose sobre él, intentando darle un beso en la mejilla. Por mucho que el castaño intente evitarlo, Akira logra su cometido. - Qué bueno que estás aquí: ya no tengo dinero para la segunda botella.

- ¿Te la terminaste tú solito? - Oliver pregunta esta vez, tomando el envase vacío para ver la composición de la bebida. Oliver está demasiado preocupado. - Seo Akira, tú no puedes beber alcohol.

- Le traeré un té y sopa caliente - propone el menor. Oliver asiente, tomando sitio a un lado de su mejor amigo para sobar su espalda con cariño.

- Akira, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás así? - se refiere a las lágrimas que corren por sus mejillas. Oliver decide dejar el sermón para más tarde, para cuando pueda entender. Ahora piensa que él debe ser quien entienda la situación de su amigo. Debe ser algo verdaderamente grave para que volviera a beber tanto en una sola noche. - ¿Quién te odia?

- Lee Sora me odia - su llanto se intensifica. - ¡Me odia, Bailey Oliver!

- ¿Quién es Lee Sora?

- El cámara principal del programa de noticias de Sam.

- Ah... ¿Y por qué es importante que te odie? ¿Te hizo algo?

- Es que yo lo quiero. Quiero que me quiera.

- Akira, no es un caramelo: no puedes solo quererlo. Para que alguien te quiera de vuelta, debes hacer algo.

- Yo le... Yo le llevé fideos instantáneos para comer juntos...

- ¿Eso le gustó?

- ¡Los tiró a la basura!

- Quizás no le gustan los fideos instantáneos.

- No le gusto yo - contrae su cuerpo sobre el asiento para abrazar sus piernas flexionadas. - Me dijo "no".

- ¿Te dijo "no"?

- Sí, cuando le pregunté si le agradaba.

- Ya veo...

- ¿Qué? ¿Ese chico te gusta o algo? - le pregunta Suki llegando con lo prometido. Su tono es más seco, más firme y menos amigable; parece una burla. Akira se ve obligado a contestar con la verdad, pero Suki lo intimida, así que solo asiente. - Vaya perdedor, ¿te emborrachaste solo porque no le gustas al chico que te gusta?

- Pero es que...

- ¿Qué te gusta de ese chico, además? Nunca lo habías mencionado. Me parece que solo es un capricho tuyo.

- ¡No lo es! Él me gusta.

- ¿Por qué te gusta? - repite la pregunta. Akira pucherea.

- Es guapo - Suki pone los ojos en blanco por esa respuesta. - Es tierno... Tiene lindos ojos, es misterioso... Su voz es suave, sus ojitos llenos de estrellas y además... ¡Tiene un gatito de juguete!

- ¡¿Es un niño pequeño?! - se alarma Bailey Oliver. - ¿Te enamoraste de un niño pequeño...?

- Claro que no - por la sorpresa y su corazón acelerado, comienza a hipar. - Es mayor que yo.

- Bebe esto y déjate de tonterías - Suki le ofrece el vaso térmico lleno de té caliente. Akira lo bebe poco a poco y va comiendo la sopa también en un lapso de una hora, aproximadamente. El alcohol se le pasa pronto, pero sigue llorando. Ahora se mantiene en silencio.

Damn fucking foodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora