SEBASTIÁN CÓRDOVA
Después de un par de cervezas, le pregunté si quería que la llevara a su casa.
-¿Conoces un hotel por aquí cerca? Para quedarme un par de días, es que se me olvidó rentarme un depa -dijo ella sin mucha preocupación.
Eso era muy sospechoso. Dudo que fuera tan despistada, pero tampoco me animé a preguntar.
-Claro, hay uno por aquí cerca.
Nos subimos a mi carro y la llevé.
-Gracias por guiarme, Sebas... Eres muy amable -dijo ella, acercándose para darme un abrazo.
Dejó un beso en mi mejilla, sentí como se me revolvía el estómago mientras sus labios chocaban con mi piel. Ella dejaba una sensación bastante cálida en mí.
-No fue nada, Tn... Nos vemos mañana -respondí sonriendo.
-Sí, bye.
Ella se bajó y entró al edificio con las cosas que había comprado. Luego me fui a mi casa a dormir, ya que tenía entrenamiento al día siguiente.
TN
Me levanté temprano para poder arreglarme y llegar a tiempo, no quería que me regañaran otra vez. No tardé mucho en llegar, aunque ahora mi problema fue el opuesto: llegué demasiado temprano. Córdova no había llegado, y no tenía ganas de platicar con los demás, así que me quedé sentada en la banqueta afuera del estadio.
SEBASTIÁN CÓRDOVA
Llegué como diez minutos temprano, los cuales utilicé para prepararme antes de comenzar a entrenar.
Me distraje al ver a algunos de mis compañeros y algunas chicas de la femenil platicando por ahí cerca, quería saber qué había pasado.
-Hola, chicos... ¿Qué ocurre por acá? Andan muy sospechosos -dije tomando los hombros de Diego y Marcelo, quienes estaban parados juntos.
-¿Ya viste quién llegó al club femenil? -preguntó la hermana de Marcelo, creo que se llama Tatiana.
Un par de chicas comenzaron a cuchichear.
-La de allá -dijo otra chica señalando hacia la puerta.
Cruzando la calle se encontraba Tn, sentada en la banqueta mientras se fumaba un cigarro.
-Sí, ¿qué tiene? -pregunté sin entender.
-Ella jugaba en el América hasta hace poquito... Ayer que la vi, creí que la había comprado nuestro club, pero dicen que ya no juega futbol. Es raro -continuó Tatiana.
-Yo la llegué a mirar jugar cuando iba a los partidos de Tati, era muy buena... ¿Qué habrá pasado? -dijo Marcelo.
-Exageras, no era la gran cosa -dijo otra chica mientras rodaba los ojos, creo que se llama Greta.
-En el último partido que jugaron contra ella, metió dos goles, ambos por el área que tú defendías -dijo Diego con una leve sonrisa, haciendo un esfuerzo por no reírse de su compañera.
-Está guapa -soltó de la nada Ibáñez-. Aunque se ve medio chola, ¿no?
Ir con ropa holgada, una mirada tan distante, con uno que otro tatuaje adornando sus brazos y su cuello, además del cigarro, no creaban una buena imagen de Tn, pero eso no les daba derecho a hablar mal de ella.
-Deberíamos hablarle, no puede ser tan mala -dijo Láinez.
-Yo sólo quiero saber qué hace aquí si no se va a unir al equipo -dijo Greta, las demás chicas asintieron.
-Es la entrenadora asistente -dije con normalidad, interviniendo por primera vez en la conversación.
Todos me miraron confundidos.
-¿Y tú cómo sabes? -preguntó Brunetta.
-Porque le hablé ayer. No sean tan mamones, es buena onda.
-Está muy joven para tener un puesto como ese, no sé porqué se lo darían -dijo Greta, no sé si lo decía porque no me creyera o por su extraño odio hacia Tn.
TN
Miré un grupito de chicos hablando por el pasillo. Era imposible no darme cuenta de que las chicas me señalaban y los chicos se me quedaban viendo con intriga. Tan poco disimulados todos, no estaba de humor para todo eso.
Ya iba a comenzar el calentamiento, así que me levanté y caminé para allá. Al pasar al lado de ellos, solamente dije ¨buenas tardes¨, pero noté que Greta me estaba mirando feo.
-Oye, guapa. Espera -dijo la voz de un chico detrás de mí.
Miré de reojo para confirmar que me hablaran a mí, así era.
-Soy Nico Ibáñez... ¿Eres nueva por acá? -dijo con algo de amabilidad, pero no soy tan tonta como para no darme cuenta de que posiblemente estaban hablando mal de mí antes de que pasara.
-Mucho gusto, yo soy Tn Cálderón. Sí, soy nueva.
También se presentaron Ozziel, Brunetta, Fierro, Marcelo y Diego.
-¿Hoy también vas a lesionarme y comprar árbitros? Porque es lo único que tú y tu club saben hacer -dijo Greta con mucha hostilidad.
-Nadie compró al árbitro, simplemente no me sacaron tarjeta porque no es mi culpa que no sepas hacer una barrida -dije con normalidad.
No me daba coraje responderle, ya había sacado ese tema muchas veces.
Los demás nos miraron sin saber qué decir, yo los ignoré y seguí caminando.
-Oye, Tn... ¡Espera! -escuché la voz de Córdova dejas de mí.
Corrió en mi dirección, haciendo que su cabello se le moviera de una manera muy hipnotizante.
-No les hagas caso, no sé qué les pasa, no son así normalmente -dijo colocando un brazo en mi hombro, animándome.
-Pues ahora sí serán así todos los días, porque no le agrado a ninguna -dije con algo de cansancio.
No saben dejar las cosas en la cancha. Después de ese partido, algunas de las chicas me gritaron cosas afuera del estadio, incluso una me intentó pegar. No hace falta decir que le fue peor a esa valiente que anduvo de ardida, pero sigue siendo molesto.
-Vas a ver que se les va a pasar, eres una buena persona, se tienen que dar cuenta tarde o temprano, ¿no? -me dijo Sebastián.
Me le quedé viendo con confusión. Lo acababa de conocer, ¿por qué se portaba tan bien conmigo? Nunca nadie me había tratado así, además de mi hermano y, a veces, Brian.
-Gracias... -noté que casi todos estaban acercándose a la cancha para esperar instrucciones-. Creo que se te hace tarde, Córdova.
Él miró hacía donde veía yo y, efectivamente, ya estaban todos reunidos, sólo faltaba él.
-¿Hoy sí me dejas invitarte por un café? -preguntó antes de irse.
Sonreí, luego asentí con la cabeza. Después él se fue corriendo hacia los demás.
Holaaaaa
Greta y las demás del club no son así jaja
Nada más quería drama XD
Gracias por leer y byeeeeeeeeeeee, cuídense.
L@s quierooooo
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Contando ovejas (Sebastián Córdova)
FanfictionTn era una futbolista con mucho futuro, hasta que un accidente en auto hizo que los doctores le recomendaran no volver a jugar futbol. Ella abandonó su club, la ciudad, su familia y sus amigos, necesitaba un aire nuevo. Decidió ir a Nuevo Le...