TN
Me asusté al sentir cómo alguien se sentaba a mi lado y recargaba su cabeza en mi hombro. Limpié un poco mis lágrimas y dirigí la vista hacia la persona que acababa de llegar. Era Brian, el cual me abrazó.
-¿Qué haces aquí? Creí que irías con los demás -dije intentando olvidar el hecho de que estaba llorando tan solo un minuto antes.
-No puedo irme sabiendo que una chica tan linda está llorando en el piso de su cuarto.
-Lo lamento -dije bajando la mirada.
Mi amigo se separó de mí y me miró fijamente.
-¿Por qué? No me obligas a quedarme -sonrió-. Desahógate, hay que tirarle hate a Córdova.
Reí un poco ante su comentario.
-Ni siquiera sé porqué me siento mal... Es cierto, no somos novios.
-Pues debería pedírtelo antes de que alguien le gane.
-Uy sí. ¿Quién? Soy una antipática con luck de chola, eso no me hace muy popular entre los hombres.
-Pues sabes que Kevin y yo andamos bien puestos -bromeó Brian riendo, a lo que yo rodé los ojos.
Recargué mi cabeza en la pared, mirando el techo con algo de melancolía.
-No debí haberme ilusionado... Soy una estúpida -dije con rabia.
-El estúpido es él por no valorarte.
-¿Sabes qué es lo peor de todo esto? -pregunté triste.
Brian me miró a la expectativa, esperando la respuesta.
-Todavía me gusta, no me importa que no quiera que seamos novios.
-Entonces habla con él. Pero si te vuelve a hacer llorar, no se lo vamos a dejar pasar.
-Ahora suenas como Cristian -dije riendo.
-Es que te queremos mucho, aunque nos tengas abandonados.
Reí.
SEBASTIÁN CÓRDOVA
El próximo partido de Tigres sería contra Cruz Azul, así que no tuvimos que regresar a Nuevo León. Creí que eso era una buena noticia, ya que podría pasar más tiempo con Tn, pero no fue así, parecía que ella me evitaba.
Sé que esperaba a que los demás del América salieran de sus entrenamientos, así que decidí ir al estadio a ver si la encontraba. De hecho, así fue, la miré sentada en la banqueta, comiéndose una paleta.
-¿Estás intentando no fumar? -pregunté sentándome a su lado.
-No, en Monterrey perdí mi encendedor y los que compro en la tienda no me gustan -contó algo distante, sin mirarme.
Saqué de la bolsa de mi pantalón el encendedor que había encontrado en mi carro. Lo miré a detalle durante un par de segundos y luego extendí la mano con el pequeño objeto en dirección de la chica.
-Supongo que es este -dije sonriendo.
-Gracias -dijo tomándolo-. ¿Dónde lo encontraste?
-Lo dejaste en mi carro, a lo mejor se te cayó.
Ella me sonrió algo triste, luego devolvió su vista hacia el estadio.
-¿Cómo estás? -pregunté algo nervioso.
Me respondió y estuvimos hablando un rato, aunque ella seguía sin responder o actuar como antes.
TN
-Tn, ¿estás bien? -preguntó algo preocupado.
-Sí, ¿por?
Debía dejar de buscar pelea. La última vez que había discutido con uno de mis novios, terminé en el hospital e inválida.
-Has estado muy distante últimamente... ¿Hice algo malo?
La verdad era que no, simplemente había dicho la verdad, aunque me doliera admitirlo.
-No... Lo siento -dije algo apenada, bajando la mirada.
-¿Entonces qué pasa? -preguntó tomando mi mano.
-Olvídalo, no es nada -dije evitando la conversación.
-Quiero saberlo, Tn.
Lo miré. Él realmente lucía preocupado, pero me avergonzaba contarle lo que me pasaba, me hacía sentir como una niña inmadura a la que no le compraron el dulce que quería en la tienda.
-Me dolió que en el restaurante dijeras que no éramos novios... Sé que es verdad y tampoco te voy a obligar a que me lo pidas, pero me sentí mal. Aunque no debería, es algo tonto.
Sebastián me miró en silencio durante algunos segundos, lo cual me puso bastante ansiosa. Desvié la mirada avergonzada, esperando que Córdova desapareciera de la nada de donde se encontraba sentado. Sentí como Sebastián colocaba su mano sobre mi mejilla y dirigía mi vista hacia él, estaba por pedirle que se fuera cuando él se acerca a besarme, no sabía si corresponder, pero terminé por hacerlo.
-Tn, en serio me gustas. Lamento haberte hecho sentir mal, te juro que no fue mi intención, no pensé bien en mis palabras. Y en serio quiero que seamos novios, te lo iba a pedir en Monterrey, pero te viniste para acá y no pude -explicó Sebastián, aunque lo último con algo de aflicción.
Sentí que mis mejillas se ponían rojas.
-Lamento haberte juzgado mal -dije con la mirada baja.
-No te culpo, entiendo que se malinterpretara eso que dije.
Le sonreí.
-¿Entonces? -preguntó Sebas de la nada.
-¿Entonces qué? -pregunté confundida.
Córdova se levantó del piso y extendió su brazo en mi dirección, ofreciéndose a ayudarme a levantarme. Así lo hice y quedé parada frente a él.
-¿Quieres ser mi novia, Tn? -preguntó Sebastián tomando mis manos.
Sentí una inmensa emoción al escuchar eso. Asentí e inmediatamente Sebastián se inclinó a besarme. Disfruté ese beso más que todos los anteriores, porque ahora no éramos nada más ligues ni amigos, comenzábamos con algo nuevo.
CHICOTE CALDERÓN
Íbamos saliendo del entrenamiento cuando veo a Tn de lejos, besándose con el chico de Tigres. Sentí que la sangre me hervía.
-Mira a los enamorados -escuché que le dijo Kevin a Igor, señalando a mi hermana y su ligue.
-Como que ese chico no es muy listo, ¿no? ¡Venir a besarse con mi hermana frente al estadio! Ese wey no va a estar a gusto hasta que le parta la madre -dije algo enojado.
-Cálmate, Chicote. Es tu hermana, no puedes andar espantándole los ligues -intervino Brian.
Lo miré feo, aunque luego suspiré.
-¿Recuerdas cuando le dije que podía andar con quien sea, menos contigo? -le pregunté al uruguayo.
Él asintió.
-Pues ahora me retracto. Hasta preferiría que volviera contigo a que siga tras ese wey -dije devolviendo mi vista hacia los enamorados.
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Contando ovejas (Sebastián Córdova)
FanfictionTn era una futbolista con mucho futuro, hasta que un accidente en auto hizo que los doctores le recomendaran no volver a jugar futbol. Ella abandonó su club, la ciudad, su familia y sus amigos, necesitaba un aire nuevo. Decidió ir a Nuevo Le...