II

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En todos los viajes a vacaciones en los que hemos ido, mi hermana no llevaba ropa en las maletas, llevaba rocas o tal vez oro, pero no era nada liviano, pero este era tan raro que me daba hasta intriga, no pesaba casi nada.

-¿Estas segura de que llevas algo acá dentro?- Pregunte sacudiendo la maleta, ella rió tentada.

-Si bobo, solo que no quiero gastar mucho por peso.

-¿Va a vivir con esto por 5 meses?

- Voy a sobrevivir.- Dijo riendo.

A los pocos minutos de espero el parlante del aeropuerto indico que el viaje de Estados Unidos despegaba en unos minutos. No se cuantos, pero aun así comenzó la despedida.

-Te amo mucho, mucho, mucho, mas te vale llamarme cuando llegues, cuando te instales, antes de irte a dormir y...- Mi mama empezó a molestar a Yol.

-Ya mama.- La interrumpió.- Voy a llamarte cuando pueda.

-Mas te vale que sean unas 5 o 10 veces.- Dijo y reí.

-Veni pendeja.- Le dije y la abrace fuerte.

-Te voy a extrañar.

Mi papa era un tanto amargo en las despedidas, en realidad, no es nada sentimental, pero mientras yo la abrazaba, el se unió al abrazo, y luego mi madre. La íbamos a extrañar muchísimo, desde lo tierna que es hasta sus malos humores matutinos.

-Ahora si, me voy, me voy.- Dijo emocionada. saludo a cada uno en la mejilla y se fue.

-¡Buen viaje!- Gritamos.

Estuvimos ahí hasta que su vuelo despego, tal vez estuvimos un poco de mas tiempo, ya que mama era mas sentimental que toda la familia.

-¿Ya nos podemos ir?- Pregunte, tenia hambre y quería ver a Jenny.

-No Julian, tenemos que esperar.- Dijo mi madre.

-¿Esperar que?- Pregunte y mi papa rio.

-Te dije que es un colgado.- Le dijo. Ya sabia que era bastante colgado no me lo tenían que recordar todo el tiempo pero en verdad no sabia que tenia que acordarme.

-¿Que tenemos que esperar?- Volvi a preguntar.

-Tenemos que esperar a...- Mi mama abrió la boca para explicarme pero luego la cerro.- ¡Ahi esta!- Grito con alegria.

¿Quien?¿Yolanda?

Mis padres me dejaron de lado y se dirigieron hacia una chica. Mire con el ceño fruncido, ¿quien era? por lo que podia ver era alta, tal vez tenia mi estatura, morocha y de una sonrisa encantadora, sonrei. Me acerque a ellos solo para tener informacion de esa linda chica.

-Hola.- Salude un poco incomodo, ya que todos estaban riendo y se callaron cuando yo apareci.

-Hola.- Dijo con un asentó raro, rei por ello hasta que mi madre me codeo.

-Julian, ella es Oriana, viene de Estados Unidos de intercambio por tu hermana.- Me explicaron.

-¿Entonces ella seria tipo yol?- Pregunte.

-Claro.- Dijo mi madre y rodeo los ojos como si fuera que le explicara a un niño.- ¿Vamos?- Le pregunto a la chica. Ella asintio callada.

Subimos al auto, mis papas iban hablando de cosas a las cuales no preste atención, en cambio ella, como yo íbamos callados ¿que se le podía decir? No la conozco ni siquiera sabía que iba a estar como un cambio por yol.

Estaba atenta a su celular así que pense en hacer lo mismo.

"Nos vemos a las ocho?"- whatsapp de jenny.

Sonrei, no teníamos nada serio ni con titulo, tampoco pensábamos en eso, solo que nos juntábamos varias noches.

"Voy para tu casa...

No pide enviar el mensaje ya que mi mamá interrumpió.

- ¿podrás ayudar a Oriana con sus cosas?-Pregunto.

- ¿Que?

- Por favor, fíjate que este bien, y se acomode en la pieza de yol.

-Tengo planes ¿porque no lo haces vos?- Pregunte.

- Porque no puedo, si tenes planes cancela.- Dijo autoritaria. Revolee los ojos y borre los ue había escrito.

"No puedo, nos vemos mañana." - Le mande a jenny. El mensaje marco las dos tildes y luego azul. Sabia que tan orgullosa que es, no me contestaría.

Guarde el celular, sali del auto y me dedique a bajar la maleta de nuestra visita. No era gran cosa, pesaba un poco más que la de yol pero era una sola, también tenía un bolso de mano, pero no lo soltó.

Apenas entramos me obligaron a ayudar a la chica.

-Persiguelo.- le dijo mi madre. Rei por la forma en que lo dijo.

Ella me siguió hasta la pieza de Yol donde deje su maleta en la cama. Pense que sacaría su ropa o algo por el estilo, pero se dedicó a observar las fotos que habían el la pared.

-Yolanda.- Dijo agarrando un pequeño cuadro y me sonrió. Mordí mi labio inferior para no reírme ya que su pronunciación era medio rara. Había dicho "iolanda".

- ¿sos de por acá? - pregunte pero me ignoro y siguió viendo las fotos.- No de malo eh. Solo que me da gracia tu acento, como su fueras inglesa.

Me miro confundida.

- ¿Puedes repetirlo?

- ¿Porque? -Pregunte.

- No ha, no hablo... buen español.- Explicó con dificultad al hablar.

"El amor no entiende de idiomas" - Novela OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora