"El amor no entiende de idiomas" - Novela Orian

XVIII

Rei por lo bajo. Ella mordió su labio inferior, estaba nerviosa.

Me acerqué más a ella y bese su frente.

- Tranquila, voy a volver.

Y después que me haya dicho que no me valla me tenia loco.

Me di vuelta y empecé a caminar.

- Julian.- Me llama.- Mañana es domingo.

No dije nada y seguí caminando. Mañana tendríamos que hacer ese "picnic" de noche que prometi hacer siempre. Entonces mañana seguramente estare aquí.

Después de caminar cerca de 10 o 15 cuadras toque el timbre.

- Ey bro!- Dijo maxi levantando su mano animadamente en forma de saludo.

- Maxi!- Salude animado igual que el.

Hablamos un rato y le explique el problema de mis padre, me dijo que podía quedarme todo lo que quiera pero a la primera que haya un problema con la novia me tenia que ir.

Pollerudo.

Tampoco era problema el dormir ya que Maxi antes compartía departamento con Agustín, por ende, tenia una habitación extra.

Estuvimos como dos horas jugando a la play, pero tuvimos que parar porque su novia había llegado. Pense que me odiaba pero no parecia, ni siquiera le molesto mi presencia, y no voy a mentir, daba buenos consejos.

- ¿Porque en vez de pelear con tus papás no empiezas a estudiar? no es muy difícil hoy en día entrar a la universidad .- Me decía y luego tomaba del pico de una botella de cerveza.

- Ni siquiera se que estudiar.

-Pero podes estudiar algo que el día de mañana te de plata y así podes mudarte sólo.

Pensandolo bien, es verdad.

Después de hablar un poco más y pensar sobre lo que va a ser mi futuro, llego un mensaje de mi mamá.

"Se que no tenes donde quedarte, y no es por mi, pero ¿podes volver? "

Volver va a ser más fácil de lo que pense, pero no iba a volver así por que si, ni siquiera conteste.

"Dejemos de pelear :( "

Oh me puede mucho.

"Sólo déjame tener unos días para pensar" -Respondí, luego me llego una carita feliz de su parte.

Al otro día tenía que volver a mi casa por Oriana, aunque no quería.
Ya que ni a Maxi ni a su novia le molestaba, decidí quedarme por lo menos hasta que decida que va a ser de mi vida.

Aunque los domingos eran bastante deprimentes ya tenia la noche planeada.

Mis padres por razones de trabajo no estaban, entonces aproveche.
Toque la puerta de mi casa y a los minutos se abrió.

- Sabría que vendrías. - Dijo sonriente.

- Si, pero no vine para quedarme - Dije y le mostre mi brazo para que lo entrelazara con el suyo. - ¿Podria acompañarme?