Era el cumpleaños de Maxi,
Salí de su casa un poco tarde, no se exactamente que hora era, era tarde y había tomado de mucho.Si no me equivoco vive a unas cuadras de mi casa, por eso decidí ir caminando.
Me sentía un poco mareado pero no me importó.
-Quédate quieto.- Me dijeron detrás mío. Sentí que algo me tocaba la espalda.
Genial, soy boleta.
Tocó los bolsillos de la campera y saco me celular.
Luego el del pantalón, seguro también quería plata.
No quería perder ni el celular, ni nada. Me di vuelta y como pude trate de darle una piña. Le erre, le dio en el hombro.
Me golpeó en la cara y caí al piso.
Sentí a la suerte conmigo cuando vi que no me apuntaba con un arma.
(...)
-No le digas a nadie.- susurre.- se van a preocupar.
Puse un dedo en sus labios, para evitar que diga algo.
-Está bien.- Dijo cansada. Ya se había preocupado a penas me vio y dio un grito, imagínense los demás.
Me puso un hielo en el ojo golpeado.
-¿Seguro estas bien?- pregunto.
Afirme.
-Sólo me pego.
-Voy por agua.- Dijo dándome el hielo para que yo lo tenga.
Camino hasta la mesada, la seguí con la vista, aun estaba en pijama y se veia estupenda.
-Que lindo es mirarte el trasero.- Dije sin querer.
Deje el hielo en la mesa y busque mi celular. No estaba.
Mierda.
-También me robó el celular.- Agregué cuando volvió con el vaso de agua.
Había soltado una pequeña risita por mi comentario anterior.
Se sentó a mi lado, miro con determinación mi remera y la corrió.
Abrió grande los ojos.
-Sangre.- Dijo.
Mire mi hombro como pude y vi una pequeña cortaduras.
No la había sentido.
-¿Quieres ir al médico? - Pregunto y negue. -Estas borracho.- agregó.
-Estoy perfecto.
Bufo con enojo. Rei por ello.
-Ori.- la llame pero fue en vano porque no le dio importancia y agarro un hielo para dejarlo de nuevo en mi ojo.
-No te lo saques.- me indico.
La agarre de la cintura y la hice sentarse en mis piernas.
-¿Seguro no quieres ir al médico?- pregunto queriendo levantarse.-
Negue.
-Quiero hacer otra cosa.- Le dije, ya no aguantaba más. Corri un mechón que caía sobre su cara y lo deje detrás del oreja. Sus mejillas se tornaron rojas en pocos segundos.
Pero luego me beso, lo tome como un si.
-Te quiero. - Le susurre.
-Yo tambien te quiero. - Contestó.
Ow, me quiere.
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"El amor no entiende de idiomas" - Novela Orian
AcakYolanda, la hermana de Julian viaja de intercambio a los Estados Unidos, en su lugar esta Oriana, quien sabe muy poco español, pero aunque con Julian se entiendan muy poco, están casi obligados por su madre a pasar tiempo juntos, con el paso de los...