La chica Tudor

Capítulo 13-El accidente

Capítulo 13-El accidente

Claudia
Lord John me ha pedido tomar el desayuno juntos en el jardín del palacio. Quiere contarme la conversación que tuvo ayer con su padre después de la boda sobre nuestro compromiso. Aunque intento prestarle toda mi atención mi mente está en otra parte.
-Y me dijo que lo adecuado es que pida vuestra mano en matrimonio cuanto antes-no le escucho.
-Me parece bien-le respondo yo sin saber lo que me está diciendo.
-También ha insistido en que tengamos entre diez o once hijos.
-Suena magnifico-sigo sin oírle.
-Luego podríamos matarnos el uno al otro.
-Estupendo.
-¡Claudia!-da una palmada delante de mi cara-No me estáis escuchando para nada.
-Lo lamento, pero no puedo parar de pensar en lo que pasó con Carlos.
-Me lo podéis contar, si os hace sentir mejor.
Le explico todo lo que sucedió con mi amado y todo lo que me dijo. Le agradezco el abrazo que me dio después.
-Hablaré con él, de hombre a hombre. Ya veréis como a mí me cuenta todo lo que queráis saber-al decir eso me dedica una sonrisa pícara.
-¿Haríais eso por mí?-le pregunto yo sin creérmelo.
Él me lo confirma con un asentimiento de cabeza, yo no puedo evitarlo y corro a abrazarlo. Este es diferente al de ayer. El de anoche fue de tristeza y el de ahora es de felicidad.

Carlos
Lord John me ha pedido practicar esgrima conmigo. Lo ha intentando con otros, pero ninguno es un rival digno para él, espera que yo lo sea.
-¿Queréis que hagamos este duelo más interesante?-me sugiere él-Si gano yo me contáis algo que quiera saber, pero si vos sois el vencedor me podéis preguntar lo que gustéis.
Acepto su trato. A pesar de todas las batallas en las que nos batimos nunca queda un claro vencedor, porque cada vez uno de nosotros obtiene la victoria. Nos cuestionamos todo tipo de cosas: familia, lugar del cual venimos, aficiones,...Hasta que mientras peleamos decide hacerme una pregunta que no tiene ningún sentido.
-¿Por qué habéis vuelto? La situación estaba muy calmada antes de que regresarais.
-Si insistís en obtener información antes de caer como combatiente, os lo diré. Por mi hermana, para mí ella es lo más importante.
En ese momento tiene un descuido y aprovecho para bloquearle. Ahora ha llegado mi turno de hacerle una cuestión donde se sienta incómodo.
-Me toca. ¿Cómo es que aún Claudia y vos no estáis comprometidos? Lleváis seis meses juntos.
Permito que Lord John se reincorpore para que me conteste.
-No queríamos quitarle el protagonismo a vuestra hermana y a su hermano. Cuando todo esto pase, nos comprometeremos y dentro de unos meses seremos marido y mujer.
Justo en ese instante me tira la espada y antes de que yo la coja me lo impide poniéndome la suya en el cuello.
-Mi turno, ¿Todavía la amáis?-no me esperaba esta curiosidad por su parte.
-No se puedo estar enamorado de alguien a quien odiáis. Además, deberíais alegraros os he dejado el camino libre.
-Gracias por vuestra respuesta y por la pelea. Sois un gran contrincante. Ya seguiremos otro día.
Y se va dejándome allí en el suelo, pensando en por qué ha querido saber esa información.

Claudia
Me encuentro leyendo tranquilamente en mis aposentos cuando John entra abriendo las puertas de par en par.
-¡Lord John!-le exclamo yo toda sorprendida-Un buen caballero llama a la puerta antes de entrar en las habitaciones privadas de una dama. Y si no estuviera visible...
-Lo lamento, pero lo que os tenía que decir era muy importante no podía esperar.
Me cuenta todo lo que ha pasado durante el combate de esgrima, sobretodo la última parte en la que dice que me odia. Él me mira como insistiendo en que estoy pasando algo por alto, yo sigo sin entenderle.
-Ha dicho enamorado, no como si hubierais sido un simple encaprichamiento. Un amor no se olvida tan fácilmente. Aún os quiere se lo he visto en los ojos cuando se lo he preguntado.
-¿Y que debería hacer yo?-le cuestiono yo.
-Mi consejo es que os acerquéis a él de nuevo. Ahora es vuestro Lord Protector de nuevo, empezad por ahí.
Me voy corriendo a buscarle, he de empezar mi plan.

Carlos
-Estoy muy triste por vuestra marcha, primero se va María con su marido de luna de miel a Portugal y ahora vosotros os vais a Inglaterra.
No estoy dolido con Arturo y Rose, porque se vayan, estoy molesto porque me dejan aquí solo con todo el lío de Claudia. Está mi padre, pero su solución para todo es que la perdone y vuelva a estar con ella en secreto. Algo que ahora mismo no puedo hacer.
-Hermano, no os preocupéis. Cuando el rey Guillermo decida que su hija no os necesita más podréis reuniros con nosotros tan pronto como deseéis. Disfrutad de vuestro tiempo como Lord Protector a ver si os ayuda a ambos a arreglar vuestro pequeño asunto.
Les veo marchar por ese camino por el que me fui yo hace unos meses. Siempre que pasas por ahí parece un viaje sin retorno.

Claudia
Busco a Carlos por todos lados es como si supiera que quiero verlo porque no aparece por ninguna parte. Como mi búsqueda no ha dado sus frutos vuelvo a mis aposentos, al girarme me sorprendo al encontrarlo sentado en mi lecho.
-Estabais aquí. He ido por todos los sitios donde podríais estar. Este es el último en el que pensé que os hallaría.
Me mira como si no le hubiera dicho nada.
-Mi trabajo es estar cerca de vos, he venido aquí para empezar a realizarlo. He llamado a la puerta dos veces nadie me ha contestado, así que he decidido entrar y esperaros.
Bueno es un comienzo que sea él quien haya venido a mi encuentro.
-Sé que esto no es lo que queríais y quiero deciros que yo no le pedí a mis padres que volvierais a vuestro puesto anterior. Todo esto es cosa de ellos. Por eso mismo, quiero pediros un favor.
Me arrodillo frente a él, se queda estupefacto al verme realizar esa acción.
-Príncipe Carlos, ¿Podríais enseñarme a defenderme por mí misma?
-¿Queréis aprender a pelear?-sigue asombrado- No puedo hacer tal cosa ,si el rey se enterará me mataría, o peor aún y si os pasará algo mientras entrenáis.
-No tendría porque saberlo nadie y vos iréis con mucho cuidado para que no me lastime. Os lo suplico-le miro a los ojos para que vea que voy muy en serio con este tema.
-Está bien, acepto. Pero tenéis que saber que voy a ser un instructor muy duro y será aquí en vuestra habitación, no quiero que nadie se dé cuenta y que nadie se entere de lo que está pasando. Mañana empezaremos con ello.
Se marcha y yo sonrío primera parte del plan completada.

Unos días después...

Carlos
Claudia ha mejorado mucho desde que empezamos sus clases, si sigue así podré marcharme pronto, me pega un puñetazo en la cara, ni siquiera me hace daño. Pero de repente noto presión en el pecho, algo va mal, no sé el que, pero no es bueno. La falta de aire hace que me desplome en el suelo.
-¡Carlos! ¿Qué os pasa? ¿Os encontráis bien?-Claudia viene corriendo hacia mí, se la ve muy preocupada-¿Os he hecho daño?
-No habéis sido vos. Es que siento un fuerte dolor en el corazón.
-Dejad que os ayude a levantaros-me ofrece su mano.
En el momento en que noto su mano, su piel tocando la mía, de nuevo un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Es como si el tiempo no hubiera pasado entre nosotros. Cuando me mira a los ojos, todo lo malo que hemos vivido se me olvida. Estamos a punto de besarnos, pero...
-Príncipe Carlos-Lord John entra todo preocupado llamándome, nosotros nos separamos rápidamente-Su padre, el rey, le está buscando se le veía muy preocupado, ¿Interrumpo algo?
-No, me he de ir, si me disculpáis princesa.

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Entro en los aposentos de mi progenitor y no me puedo creer lo que veo, está llorando, algo grave ha tenido que pasar.
-Padre, ¿Qué ha sucedido?
-Son vuestro hermano y su mujer. Ha habido un accidente. Durante la travesía se desató una tormenta, un rayo impactó contra el casco del barco, este se empezó a llenar de agua y finalmente se hundió. No hay supervivientes.
No puede ser, esto no puede estar pasando. La opresión tan grande de dolor que sentí en el pecho era eso. Arturo y Rose han muerto.

Continuará...