Capítulo 9-La marcha

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Capítulo 9-La marcha

Claudia
No puedo creerlo, Carlos y Bridget se están besando, y no sólo eso, están sentados en el lecho de ella, eso quiero decir que si no llego a aparecer hubiera ido a más.
-¡¿Carlos, Bridget, qué estáis haciendo?!-les grito yo y en ese momento paran.
-A vos que os parece. Nos estamos demostrando el amor que sentimos el uno por el otro-me contesta mi prima.
Carlos ni se inmuta, ni se mueve del sitio, ella solo me sonríe, como si esto estuviera pasando desde hace tiempo. Entonces, él sí que quería terminar con nuestra relación. Me marcho de allí furiosa no me puedo creer que haya jugado así con mi confianza. Me siento como una estúpida.
-Claudia, ¿estáis bien?- no me había dado cuenta que John me había seguido hasta aquí. Estoy segura que no ha visto nada de lo que está pasando en mis aposentos.
A veces actúo sin pensarlo, pero en este instante los nervios no me dejan ver la cosas con claridad y beso a mi "prometido". Me sorprende, porque él me devuelve el beso. Después de apartarnos, no puedo decirle nada, estoy muerta de vergüenza y me voy corriendo de allí.

Carlos
Intento moverme, para seguir a Claudia pero no puedo. Ojalá mi amada no hubiera visto lo que ha pasado. Al final consigo levantarme, pero al momento me caigo al suelo. Comienzo a estremecerme de dolor.
-Carlos, dejad que os ayude-se ofrece la persona que me ha metido en todo este lío.
-¡No! No quiero vuestra ayuda. ¿Qué me habéis hecho?-le pregunto furioso.
-Nada, me pareció que estabais muy cansado de vuestro trabajo y puede que el vino llevará un poco de medicina-me responde ella.
La miro incrédulo y ella intenta acercarse a mí-
¡No! Dejadme yo solo me voy a mi recámara.
Me alzo de nuevo y parece que esta vez puede controlar un poco más mi cuerpo. Cuando llego a mi habitación pienso como le voy a explicar todo esto a Claudia.

A la mañana siguiente...

Carlos
Aunque Claudia esté cabreada conmigo, razones tiene, yo también estoy enfadado conmigo mismo, aún no me creo haber besado a Bridget, necesito arreglar las cosas con ella. Pero primero he de resolver otro problema. Me he enterado que hay una boda en palacio.
-¿Pero a vos que os pasa?-mi hermana me mira con confusión-ayer me decís arregladlo todo que me quiero marchar y lo siguiente que sé es que os vais a casar con el hombre que os partió el corazón.
-Lo sé, es increíble. Pero me hizo la propuesta delante de todo el mundo, rechazando a la que se suponía que era su "novia" y no le pude decir que no. Me ha elegido a mí.
Le doy un abrazo porque estoy muy feliz por ella, porque sé que esto es lo que quería desde que conoció a Fernando. Pero mi hermana me conoce muy bien y con solo mirarme sabe que me pasa algo, así que decido contarle todo desde que empecé a cortejar a Claudia hasta lo que pasó ayer con Bridget.
-No me creo que no me contarais nada hasta ahora-me recrimina-soy vuestra hermana preferida-y la única-¿Pensáis marcharos igualmente? Porque Arturo esperará unos días más para irse y padre viajará de aquí para allá hasta que se celebre la boda.
-No lo sé, todo depende de Claudia si me perdona me quedo y si no me marcho. No podría aguantar seguir viéndola días tras día y solo ver odio en su mirada.
María dice que lo entiende, pero que no tiene ninguna duda, Claudia me pedirá que me quede.

Claudia
Llaman a la puerta de mis aposentos, sé quién es, no hace falta que le diga que pase lo hace sin esperar respuesta.
-Claudia, solo quiero deciros que lamento mucho lo que pasó ayer. No sé por qué me estaba besando con Bridget, si pudiera volver al pasado lo cambiará todo, sin dudarlo os lo juro.
Por mucho que me habla no me giro, porque sé que si le miro a los ojos le perdonaré y en poco tiempo me hará daño de nuevo.
-He venido a avisaros que mañana me marcho de vuelta a Inglaterra. Os digo que ha sido un placer serviros como vuestro Lord Protector. Adiós, mi princesa.
Me niego a mirarlo a la cara, pero él antes de marcharse me da un beso en la cabeza. Cuando ya se ha ido cojo el jarrón que tiene las flores rojas que me regaló y lo estrello contra la pared. No puedo parar de llorar mientras veo los trozos en el suelo, ¿Cómo ha podido traicionarme?

Carlos
Parece que la decisión está tomada.

Al día siguiente...

Carlos
Me encuentro fuera del palacio con mis hermanos y mi padre esperando a que los criados terminen de subir mis maletas a la carroza.
-Carlos, no os vayáis. Quedaos aunque sea hasta la boda-me suplica María llorando.
-Si me quedo hasta entonces, ya será demasiado tarde. No puedo soportar estar más tiempo aquí-le respondo yo.
-¿Cuál es vuestro plan ahora?-interviene Arturo intentando cambiar de tema.
-Primero iré hasta Portugal y unas semanas después viajaré a Inglaterra, donde me reuniré con vos y con padre-eso es lo único que tengo en mente, nada más.
-¿Os habéis despedido de Claudia? Seguro que no, deberíais ir a hacerlo ahora mismo-mi hermana me agarra del brazo obligándome a detenerme, pero no hay nada que me vaya a hacer cambiar de opinión.
-Sí, lo hice ayer mismo-le digo ya cansado de seguir conversando sobre este tema.
-¿No os dijo nada?-mi padre se interesa por el tema, ¿Desde cuándo están todos tan preocupados de lo que pasa entre nosotros?
-Ni siquiera me miró, así que se terminó.
En ese momento uno de los sirvientes me avisa que ya está todo cargado. Me despido de mi familia diciéndoles que pronto nos volveremos a encontrar. Subido ya en la carroza empiezo a llorar, no puedo creer que ya no me quiera.

Claudia
Estando en mis aposentos no paro de pensar en si Carlos se habrá marchado ya, que hará a partir de ahora y si de verdad aún le importo un poco. De repente llaman a la puerta. Grito sin pensar:
-¡Queréis marcharos de una vez!
Pero el que entra es John y no Carlos.
-Vaya por lo que veo sí que estáis enfadada conmigo. Mejor me voy.
-No, perdona-le digo mientras le hago gestos para que se quede-creía que erais otra persona.
-He venido para hablar sobre lo que pasó la otra noche entre nosotros...
-Sí, quería pediros disculpas por ello. Lo lamento, estaba un poco nerviosa por algo que vi y me desahogué con vos-le interrumpo yo-os ruego que me perdonéis.
-Tranquila no me importa que os hayáis intentado relajar conmigo. Consideradlo como si fuera un beso entre amigos. De verdad Claudia todo está bien.
Cuando hablo con John las cosas parecen muchas más sencillas de como son en realidad y tiene una sonrisa que ilumina el mundo. La verdad, es una gran persona. En ese momento entra mi prima Bridget como si nada y él se despide y se marcha.
-Buenos días Claudia-me dice ella, aún estoy enfadada con ella. Se ve que lo nota porque sigue hablando-todavía seguís disgustada por lo del día del baile. No entiendo por qué. Me dijisteis que no os interesaba y a mí sí. Además, no pensé que el brebaje le haría efecto tan rápido.
-¿De qué habláis?-no entiendo que me está diciendo.
-Le di una copa de vino a Carlos que llevaba un narcótico para que no pudiera moverse y así poder tenerlo solo para mí. Os dije que todos al final caen de una forma o otra.
No me lo puedo creer, por eso mi amado no se movió del sitio no podía controlar su propio cuerpo, me voy de allí corriendo sin darle ninguna explicación tengo que hablar con él antes de que se vaya. En la entrada solo me encuentro con su familia.
-¿Dónde está?-les preguntó, en mi tono se nota que aún mantengo la esperanza de que siga aquí.
-Lo siento princesa Claudia. Se fue-me contesta su hermano Arturo.
Aunque todos ellos me estén mirando, no puedo reprimir mis lágrimas mientras veo el camino por donde se ha ido. Ahora se ha marchado y nunca podré decirle que siento mucho no haber confiado en él y cuanto le quiero.

Carlos
Mientras me voy no paro de pensar en que estoy cansado de ser el chico bueno que siempre ha creído en el amor y ha accedido a todo con tal de hacer felices a los demás. Se acabó, hoy nace un nuevo Carlos Stuart, príncipe de Inglaterra. He sido lastimado por última vez.

Continuará...

La chica TudorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora