Descubiertas

1.9K 196 57
                                    

—Jin y yo saldremos de la ciudad en busca de unos productos para la cafetería ¿No te molesta cierto?

—Para nada amor, tu ve tranquilo. —Jungkook beso la frente de su esposo, era sábado así que decidieron pasar en casa acurrucados y mirando películas, puesto que Jimin saldría mañana hacia Busan en conjunto con su amigo. 

—El lunes por la mañana o al medio día estaré de vuelta, así que procura no caer en demencia sin mi —sonrio.

—Oh no que grave es eso, no puedes dejarme Jimin me cortaré las venas si lo haces —Jungkook agudizó un poco su voz y hablo de manera dramática logrando que el pelinegro riera a carcajadas.

—Tonto.

Domingo por la mañana Jimin se encontraba armando una pequeña maleta con unas pocas mudas de ropa y sus accesorios de higiene bajo la atenta mirada de Jungkook quien estaba sentado al borde de la cama.

—¿Seguro que estás bien amor? Porque si quieres puedo cancelar el viaje y quedarme contigo —Jimin se acercó hasta pararse frente a Jungkook quien por fracción de segundos miro el suelo para luego volver a mirar a Jimin con una sonrisa.

—Estate tranquilo bebe, estoy bien, es solo que te voy a extrañar, aunque después pienso que solo será un día, puedo sobrevivir a eso —aprovechando que Jimin estaba de pie lo abrazó por la cintura y escondió su rostro en el vientre del pelinegro, sin darse cuenta sus ojos se humedecieron.

Estaba llorando.

—Esta decidido no voy, —dijo firme.

—No no Minie.

—Pero como quieres que me vaya tranquilo si estás llorando, dime kook ¿Qué pasa? ¿Qué te tiene de esa manera? Recuerda que puedes confiar en mi.

Tenía una oportunidad, la vida le estaba dando un empujón para que se atreviera a contar todo y pudiera estar en paz.

Su mente gritaba todo, la infidelidad, su amante, el engaño, pero su boca no decía nada, permanecía cerrada. Tan solo quería darle su última vez a Taehyung y luego poder seguir siendo feliz al lado del hombre que ama.

—Es solo que tengo un pequeño problema con un socio nada más. —Otra mentira más.

—No creo que llores por eso. —Nuevamente la duda se instalaba en el pecho de Jimin, quería creerle a Jungkook pero había algo más que no lo permitía. —Pero está bien si no quieres contarme lo, ya me lo dirás cuando te sientas listo, entre nosotros nunca existen secretos—beso sus labios.

Las últimas palabras del pelinegro fueron como un puñal al corazón.

—Debo irme —miro su reloj de mano, —debo pasar por Jin, ya debe estar esperando.

Tomo su pequeña maleta y miro a Jungkook.

—¿Vas a quedarte en casa?

—Si cariño, después de todo tu te llevas el auto y no tengo a donde ir, —se puso de pie y caminó hasta Jimin tomó su rostro y nuevamente lo beso, alargó el momento como si fuese el último beso que se darían. —Maneja con cuidado si y no olvides que te amo mucho, —unió ambas frentes y cerró sus ojos permitiéndose inhalar aquel dulce olor que emanaba Jimin.

Rosas.

—Yo también te amo mucho kook, bueno ahora sí me voy, te llamaré cuando esté en el hotel, adiós —;¿Era normal que Jungkook sintiera esa despedida tan dolorosa?

Soltó un gran suspiro cuando escucho la puerta de la entrada ser cerrada y luego de eso diviso el auto salir hacia la carretera y perderse en la misma.

Voy A Olvidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora