Vida

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Suspire profundamente viendo nuevamente aquella puerta. La casa de mis padres nunca se había visto tan tenebrosa como ahora, da nervios el solo querer entrar.

— ¿De verdad no quieres que te acompañe adentro?

— Golpeaste a mi padre ¿Crees que él te dejaría entrar? Solo espérame aquí

— ¿Aquí, Aquí? ¿O cruzó la calle sin mirarla y me hago allá?

Toque la puerta luego de haberle golpeado el brazo. No comprendo como es que puede bromear con esas cosas ¿será su manera de afrontar lo traumático que fue todo?. No tardo mucho tiempo para que la puerta fuera abierta, revelando a mi madre en ella.

Su rostro era de total sorpresa y una felicidad mal disfrazada, sentí sus brazos rodearme aun con duda, incrédula totalmente de la situación.

— Hijo mío, que alegría, has despertado

— Si mamá... gracias por señalar lo obvio

Detrás de ella apareció aquel hombre que se hacía llamar mi padre. Un hombre robusto y alto me miraba con seriedad, al menos la señora intentaba que no se notara su decepción, aquel hombre no podía ni ocultarla. Tome ambos brazos de mi madre y la aleje, acercándome al señor y pararme frente a él con los brazos cruzados.

— Diría que es bueno verte papá, pero estaría mintiendo descaradamente – comente suspirando pesadamente — Todo parecía tan perfecto antes del accidente, sinceramente no me cabe en la cabeza como es que me dejas allá tirado así sin más, sin remordimiento alguno de que tu hijo halla estado sufriendo en esa cama

— Amor ¿de que hablas? Nosotros te hemos visitado todos los día-

— Cierra la boca – hablo señalándola a mi madre — Eso es mentira. Estuve consciente todo este maldito tiempo, desde que tuve el accidente lo he estado escuchando todo. Y la única voz que ha estado presente para mí fue la última persona que creí que lo haría

— ¿Hablas de ese maldito niño que me golpeó? Tuvo suerte de que su papá pagará a los abogados, lo hubiera aplastado yo mismo

— Pero no fue así ¿verdad? – su ceño fruncido indicó que le di justo en el orgullo — Durante mucho tiempo tenía la incógnita de porque hicieron eso, pero una vez que desperté me di de cuenta que ¡ya no importa! No me importa en lo más mínimo, es más, agradezco que hallan mostrado su verdadero rostro, ahora me doy de cuenta que incluso tus peores enemigos pueden ser tus padres. Sólo te voy a decir papá que voy a pelear por la custodia de URSS, voy a pelear cada maldito día por ese niño porque aun antes de quedar abandonado en esa cama, yo fui el que velo cada día por su seguridad, para él yo fui más padre del que tu pudiste haber sido alguna vez, has puesto tus negocios por encima de nosotros y no te importa en lo más mínimo. No dudo en que algún día URSS le pase algo y tu también lo abandones, así que se inteligente y haz las cosas bien solo una vez en tu vida

— ¿Y como se supone que harás eso? Bien lo dijiste tú, estas solo, acabas de despertar de un coma de año y medio ¿Qué clase de ayuda tienes? Para pagar un abogado tendrías que tener plata y para ello tendría que dártela yo ¿Qué te hace pensar que voy a perder esta vez?

— Es increíble que lo digas pues, hay pruebas hasta para quitarte la mitad de los bienes. Ya recibiste la demanda, supéralo

Entregue los papeles dando la media vuelta para irme, cerrado la puerta con fuerza tras de mi. Sonreí al escuchar el grito de ira que dio aquel hombre, supuse que ya vio por qué otras cosas lo estoy demandando.

— Se escucha que se lo tomo bien

— No tengo como agradecerle a tu padre todo esto

— No te preocupes por ello. Llegará el día que puedas hacerlo, mientras tanto vamos a concentrarnos en el estudio. No hay salvación para mi este año así que nos estaremos viendo en el mismo salón cuando vuelvas a retomar

Escuchando al enemigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora