12. La Vara

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SPANKING CON VARA

Volviendo a las azotainas con el instrumento más famoso y antiguo de esta disciplina y el más usado en todos los tiempos por los aficionados al
sadomasoquismo, las varas siempre tuvieron una merecida fama al ser el arma del terror de la época
victoriana para niños y no tan niños.

Para la mayoría de los sumisos/as significan un castigo severo y para los
esclavos/as en búsqueda de sensaciones, una sobrecarga a nivel sensitivo. Si tenemos paciencia y cuidado, las varas pueden ser utilizadas incluso de modo sensual.
Las varas ideales para el spanking suelen ser las de abedul, aunque para el caso nos sirven de igual manera, la rígida de bambú o bien la rama de cualquier árbol o arbusto que tengamos a mano, eso sí, limpiándola de sus posibles protuberancias o pequeñas ramitas que nazcan de la misma.
Eso sí, ten en cuenta que cuanto más fina más lacerante será. Dependiendo de la rigidez, una buena vara hace que un golpe fuerte sea intenso, a la vez que permite dar pequeños azotes con un control perfecto.
Además, un golpe ligero con una vara es fácil de dirigir a la zona deseada, al contrario que un látigo flexible, que deriva y no acierta a una velocidad menor.

En un juego sensual los golpes suaves son más importantes que los golpes fuertes, todo es cuestión de confianza, paciencia y habilidad.
En lo que concierne a la paciencia, no deberíamos empezar una sesión con vara de buenas a primeras, utilizando previamente otros instrumentos de azote y graduando la intensidad de la azotaina desde el principio.

TÉCNICAS

Una simple vara puede proporcionar un increíble abanico de sensaciones: un pequeño golpe parado en seco justo antes del impacto aumentará la sensación de dolor sobre ese punto concreto de la superficie de la piel, mientras que el mismo tipo de golpe
dado en la misma zona justo después del primero, dará una sensación de dolor más profunda y penetrante.

La mayor intensidad del golpe es producida por el extremo de la vara, es esta parte la que dejará una marca en un golpe fuerte, mientras que en un golpe ligero dará una sensación relativamente dolorosa.
Si el golpe es dado con la parte más cercana al puño, la vara se mueve más lentamente y la sensación será más suave, aunque todo depende de la intensidad del golpe. Esto permite mantener el ritmo y el ambiente mientras se da un respiro a un sumiso/a que esté a punto de llegar a su límite.

El extremo de la vara puede ser usado sobre varios puntos que podrían ser pocos accesibles con todo el largo de la vara. Los pequeños golpes con el extremo van bien en la entrepierna, el interior de los muslos y también en las plantas de los pies.
Recuerda que un golpe duro y fuerte con una vara en lugares donde haya huesos o articulaciones podría dañarlos. Pequeños golpes con el extremo de la vara son mucho más seguros y son sentidos por el sumiso/a como un masaje gradual.

POSTURAS
Es conveniente y recomendable que la postura sea cómoda y efectiva, como puede ser estar apoyado sobre el vientre. Podemos hacer que se tienda sobre una mesa, es muy cómodo para ambos, las mesas para masajes son ideales, pero claro, pocos tenemos
este tipo de mesas o camillas a mano, así que si la que tienes en tu salón comedor es resistente a según qué pesos y movimiento, úsala. Es recomendable usar una manta o un simple cojín para que tu sumiso/a se apoye mientras está tendido, que aparte de la comodidad, elevaría su trasero para una mejor exposición del mismo.

Una segunda elección es situar al sumiso/a al nivel del suelo, bien sobre una manta y si lo tenemos a mano, un colchón o colchoneta, aunque en este caso sería algo incómodo para el dominante, ya que tendría que sentarse al lado del sumiso/a para azotarlo o bien estar de rodillas, ya que de pie los azotes con la vara no tendría la efectividad que
estando ambos partenaire a la misma altura.

También se puede situar al sumiso/a de rodillas, apoyado en una silla o bien inclinado sobre el respaldo de la misma, ofreciéndonos una buena exposición del trasero, ideal para el spanking con vara, sin duda esta es la postura ideal y más clásica para el castigo con vara.

Ya sea sobre una mesa, en el suelo o sobre el respaldo de una silla, es necesario que haya un espacio más o menos amplio a cada lado del sumiso/a, para así poder cambiar de lado sin obstrucciones para usar la vara con comodidad.

Por un lado se puede azotar y por otro se puede acariciar. Así, cuando el sumiso/a
recibe el castigo, ya sea en los pies, piernas o nalgas, también se puede jugar con sus genitales y zonas sensibles a caricias, procurándole un cierto placer y jugando con la balanza de dolor/placer para intensificar sus sensaciones.

Determinadas posiciones, como por ejemplo que el sumiso/a esté inclinado en un ángulo de 90 grados sobre una silla, puede ser más delicado, esto es por una razón sencilla, la piel está más estirada y por lo tanto más sensible.

Otra razón para tener cuidado al situar al sumiso/a en esta postura es que el coxis sobresale en dicha posición y un golpe de vara mal efectuado y calculado podría dañarlo y causar una lesión dolorosa.

Hay numerosos lugares placenteros en las nalgas que son imposibles de tratar adecuadamente con una vara en posición inclinada.
Cuando el sumiso/a está derecho, una mayor parte del coxis está protegida por la piel.

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