10. Bondage. Técnicas Básicas.

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En cuanto a los materiales, existe una gran variedad, la clásica, y más utilizada son las cuerdas. Ten en cuenta que el diámetro debe ser lo suficientemente grande para no cortar la circulación, y lo suficientemente pequeño para resultar manejable, una medida que puede ir muy bien es entre seis y nueve milímetros, yo recomiendo las de 6mm, que son las utilizadas en shibari, preferiblemente de yute o cáñamo.

En cuanto al material con el que está fabricada la cuerda, existen dos opciones básicas: algodón o nylon.

-La cuerda de algodón es la más apropiada para aquellos aficionados que disfrutan con una atadura real y consistente, de la cual sea imposible escapar a la persona atada. Los
nudos en este tipo de cuerdas son muy sólidos, tanto que en ocasiones es más práctico recurrir directamente a las tijeras una vez acabada la escena. Su precio suele ser más económico que la de nylon.

-La cuerda de nylon es la más vistosa y manejable, y podemos encontrarla de distintos colores y tramados. Por el contrario, se escurre con mayor facilidad y los nudos no son tan sólidos.

-La cadena aporta gran vistosidad y da unos resultados estéticos espectaculares. En cualquier ferretería os la cortarán de la anchura y longitud que queráis. De forma indicativa, prueba con eslabones de unos dos centímetros de grosor en trozos de alrededor de un metro y medio de longitud. Para ceñirla sirven los típicos mosquetones y también existen en el mercado unos candados pequeños perfectos para este fin.

-Los pañuelos requieren una maestría especial, pues el atar o sujetar no es su función primaria. Por otro lado, cuesta encontrarlos de la longitud satisfactoria, aunque hay quien hace verdaderas obras de arte con pañuelos de distintos colores, texturas y formas.

TÉCNICAS BÁSICAS DE BONDAGE ⛓️

Comenzaremos cortando la cuerda en trozos aproximadamente de metro y medio de longitud, para muñecas y brazos.

Para atar muñecas, tobillos, rodillas y codos juntos, doblaremos un trozo de cuerda por la mitad y daremos la vuelta con los dos cabos hasta pasarlo por debajo del punto en que hemos doblado la cuerda, que deberá quedar sobre el resquicio que hay entre ambas muñecas, codos, etc. Una vez que disponemos de este punto de anclaje, damos la vuelta en sentido contrario siempre con los dos cabos juntos, este sistema nos permite anudar el doble de rápido y evitar a la vez los cabos sueltos. Las diversas
vueltas de cuerda no deben nunca caer una encima de otra, sino quedar juntas unas a otras. Cuando nos reste aproximadamente un palmo de cuerda de cada cabo, los pasaremos bajo el punto de anclaje y daremos dos o tres vueltas a su alrededor en sentido perpendicular a como lo hicimos anteriormente, para ceñir la atadura. Esto puede hacerse con ambos cabos en paralelo y en el mismo sentido o siguiendo sentidos opuestos, para terminar atando los dos cabos.

El sistema para atar muñecas por delante es el mismo que por detrás. Se aconseja atar siempre ligeramente por encima de las articulaciones, no obstante no intentes conseguir de buenas a primeras esas espectaculares ataduras codo con codo que normalmente se pueden ver en fotos o vídeos, hay pocas personas cuya anatomía lo soporten con comodidad, y es fácil, en cambio, obtener una postura incómoda que corta la circulación. En principio deja un espacio razonable entre los codos y ve comprobando los límites de tu pareja a medida que tu mismo te vas ejercitando en las ataduras. Cuando tengas suficientes pruebas de la capacidad de uno y otro, adelante.
Cuando tengas a punto las ataduras de brazos (en este caso, por detrás), y piernas, podrás poner a prueba a tu pareja en hogtied. Se la tumba boca abajo, en la cama, el sofá... y se procede a unir la atadura de los tobillos con la de las muñecas. Por rápido y práctico, es mejor hacerlo otra vez mediante el sistema de doble cuerda antes detallado y ten en cuenta la precaución de no forzar más de la cuenta. Esta es una postura no por ser básica, menos brillante.

Evidentemente, esto es sólo el comienzo, pero la distinta aplicación anatómica de la técnica referida, te proporcionará una gran variedad de posibilidades de ataduras.
En la posición de pie o estirada, por ejemplo, la misma cuerda doblada nos permite atar rápidamente la entrepierna, ciñendo la cuerda doblada por la mitad de la cintura, situando el punto de anclaje un poco por debajo del ombligo, y pasando dos cabos por entre los labios vaginales, para subir luego por detrás en busca de atarlos a las cuerdas de la cintura.

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