Capítulo 11 °Las cosas cambiaron°

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SIENNA SWAN:

Mamá llamó temprano en la mañana, insistiendo para que vuelva a casa y la ayude a organizar su boda, cuando volví a negarme se enojó y comenzó a gritarme cosas, termine cortando la llamada y las siguientes.

Sam:¿Por qué no respondes mi llamada?

Miró el mensaje de sam confundida, seguro cuando llamo pensé que era mamá y corte.

Yo:Lo siento.

Yo:¿Qué paso?

Sam:¿quieres ir a Seattle?

Yo:¿Vas a ir a Seattle?

Sam:Si al veterinario.

Sam:Pregunto por si quieres ir a comprar algo que aquí no consigues.

Yo:claro.

Yo:¿Cuándo iras?

Sam: voy por ti en media hora.

Yo:👍🏼

Me levanto para poder cambiarme.

La verdad no quiero comprar algo, pero sí quiero ver Seattle.

Me puse una sudadera negra con el texto "Vintage Sport" en ella con unos vaqueros oscuros. Mi cabello está peinado hacia atrás.

Pasaron unos quince minutos hasta que Sam llego por mí. Papá ya se fue al trabajo, así que le avise por mensaje que me iría con Sam.

-Hola-digo al subir a la camioneta.

-Hola.

Mire al asiento de atrás donde el gato estaba acostado a lo largo de los asientos.

-Es macho-me dice.

-¿Pensaste en un nombre?-pregunto volviendo a mirarlo.

-Shadow.

-Le queda.

El camino fue tranquilo y largo, y aunque sam siempre parece que tiene palabras limitadas, hoy converso más de lo normal.

Creo que algo le pico o shadow activo algo en él.

El veterinario al final dijo que su patita se curaría en unos días y que después de eso shadow estaba perfecto.

Papá:¿Te espero para cenar?

Yo:Si

Papá:Voy a comprar helado.

Yo:🤩

-¿Almorzamos?-pregunta Sam después de volver a dejar a shadow en los asientos de atrás.

-Claro.

Caminamos un rato mientras buscábamos donde comer, algunas tiendas se veían realmente antiguas, no encajaban con las demás. A esas les tomé fotos con mi teléfono.

-Entonces, ¿llamo?-pregunta después que se alejara el mesero.

-Si

-¿Qué dijo?

-Lo mismo, insistió para que vuelva esta vez para ayudarla a organizar su boda-le cuento.

-¿Pensaste en ir?-pregunta mientras mira al otro lado del restaurante.

-No, ¿todo bien?-pregunto.

-Si-Vuelve a mirarme.

Miro hacia donde él miraba hace unos segundos, pero no veo nada raro más que una familia almorzando.

-Hay que apurarnos para no regresar tan tarde-dice.

Salimos del restaurante un rato después, solo nos alejamos unos metros cuando me di cuenta de que no tenía mi teléfono.

Nuestra Promesa|Sam uley (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora