Capítulo 17 °Acampar en un doloroso dia°

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 SIENNA SWAN:

-Papá hace días que estás así, todo irá bien-intento tranquilizarlo.

-Te vas al bosque.

-No va a pasar nada.

-Voy a estar tranquilo cuando te vea regresar.

-Entonces, nos vemos mañana-le doy un beso en la mejilla y salgo.

Sam ya estaba esperándome en su camioneta.

Al principio papá no acepto la idea, pero como vio que no me haría cambiar de opinión tuvo que aceptarlo aunque no se quedó tranquilo.

-Pensé que tardaría más en aceptar-dice Sam.

-Yo también, pero creo que sabía que no me haría cambiar de opinión.

-Nadie puede cuando quieres algo-dice.

Llegamos a casa de la mamá de Sam un rato después, almorzaríamos ahí y luego nos iríamos.

-Bueno... voy a pasarme mañana entonces a dejarle comida al gato-Le dice Allison a Sam mientras almorzamos.

-Gracias.

-Sorprendente que tu padre no se opusiera a que vinieras-me dice mirándome ahora a mí.

-Si lo hizo pero termino aceptándolo.

-Debe estar muy preocupado.

-Lo está.

-Voy a ver que tengamos todo mientras terminan-dice Sam saliendo.

Él ya había terminado de comer hace rato, no entiendo como hace para comer tan rápido.

Pero hoy hay algo raro, de camino aquí casi no hablo y con su mamá tampoco habló mucho.

-Siempre se pone así un día antes y ese día-me dice Allison.

-¿Qué?

-Distante.

-¿Un día antes a qué?-pregunto.

-¿No te lo dijo? Mañana es su cumpleaños.

No tenía ni idea que mañana era su cumpleaños ¿por qué nos íbamos en su cumpleaños? ¿Por qué no me dijo que era su cumpleaños?

-Joshua se fue el día de su cumpleaños número nueve, desde ese año él no quiere festejar porque para él es un recordatorio-Me explica.

-¿Qué se fue?-pregunto.

-Que no lo ama.

Eso me dio en el corazón por imaginar como sufre Sam el día que debería ser un día feliz y para él es todo lo contrario.

-Solo... deberías saberlo porque Sam siempre es distante ese día-me dice.

Asiento.

Si este día es doloroso para él, no sé cómo decidió que sería ese día para ir a acampar.

No si sé cómo y porque.

Porque yo quería hacerlo y no le importaba si era un día doloroso para él no iba a arruinarlo para mí.

Y eso me hace sentir peor que me ponga antes a mí que a el mismo.

SAM ULEY:

Cuando volvía a entrar a la casa sienna iba saliendo.

-¿Qué pasa?-pregunto.

-Nada, te espero en la camioneta-me dice y se aleja.

Entre a la casa para despedirme de mamá, ella seguía sentada en su lugar, pero cuando entre se puso de pie y vino a abrazarme.

-Ten cuidado.

-¿Qué?

-Sabes lo que pasa.

-Y estoy bien.

-Habla con ella.

Voy a contárselo, pero ella está tan emocionada que no quiero arruinarlo con esto.

Se lo voy a decir cuando volvamos y mi cumpleaños ya allá pasado.

-Voy a hacerlo-le digo.

Ella me sonríe.

-Me alegro de que sienna allá vuelto.

-¿Por?

-Porque eres más feliz con ella.

-Ma...

-Ella es el sol en tu tormenta.

Sonrió y la abrazó.

Yo lo hubiera dicho con otras palabras, pero como ella lo dijo es perfecto.
...
Acepto que yo estoy callado, pero no es tan raro como que sienna este en silencio.

Desde que comenzamos el camino se dedicó a mirar por la ventana, está pensando y sé que si esta tan sería debería preocuparme.

-Ya casi llegamos-le aviso.

-Mm...

Seguí el camino en silencio si ella no quería hablar no voy a insistir, porque en parte tampoco quiero hacerlo.

El otro día encontré este lugar que estaba cerca de una pradera cubierta de flores lilas y amarillas. No se lo dije porque sería una sorpresa y ya la estoy imaginando tomando miles de fotos.

SIENNA SWAN:

En casa de Allison nos entretuvimos mucho hablando porque cuando llegamos ya estaba amaneciendo.

-Deberías seguir el manual-le digo.

-Ya lo leí.

-¿Pero lo estás siguiendo?-pregunto al ver que no puede armar la carpa.

-Sí, lo estoy siguiendo.

Que esté oscureciendo y la poca paciencia que maneja hoy no ayuda. Decido no discutírselo más porque ahora sé que esa poca paciencia y su mal humor es por mañana.

Sigo esperando a que me lo diga él, pero a este punto creo que no va a hacerlo.

-¡Ya!

-No se va a caer encima de nosotros, ¿no?

-No.

-¿Y si la pateo?

-¿Por qué la patearías?-pregunta.

-Para estar seguros.

-Sin patadas-me pide.

Esa noche hablamos más que en el camino, aunque de nada importante.

Como mañana en la tarde nos iremos

hoy cenaremos sandwiches y almorzaremos lo mismo mañana. Pero yo traje dulces aunque él no lo sabe.

Con lo aburrido que es a veces era capaz de no dejarme traerlo.

Y juro que intento no pensar en lo que me dijo Allison y hacer lo mismo que él, fingir que no pasa nada.

Pero no sé cuanto tiempo puede aguantar.

Pero no sé cuanto tiempo puede aguantar

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Nuestra Promesa|Sam uley (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora