Capítulo 5 °Almuerzo en casa de los Clearwater°

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 SIENNA SWAN:

-¿Estás seguro de que es buena idea?-le pregunto a papá mientras caminamos a la puerta de la casa de los clearwater.

Papá me contó que harry le dijo que hace dos días sam y leah terminaron y que leah estaba muy mal. No quiero ir a la casa de alguien a ver que está sufriendo.

-Ellos nos invitaron-me dice antes de golpear.

No pasa mucho hasta que sue la abre con una sonrisa.

-Ya quería verte-Me dice antes de abrazarme-Estás hermosa.

-Gracias, también quería verte-Le digo.

-Harry está en el patio de atrás-Le dice a papá que sé da la vuelta para ir allí-Ven pasa, leah está justo aquí-Me dice.

Entro y en uno de los sofás está sentada ella mirando fijamente la televisión. 

-Siéntate, voy a ver la comida-dice antes de irse.

Tomo asiento en el sofá que está al otro lado.

-Estabas comprometido, ¿no?-pregunta terminado con el silencio.

-Sí...

-¿Tenías planes a futuro?-pregunta.

-Si

-¿Y qué paso? ¿Por qué lo dejaste todo?-Pregunta volteando a mirarme.

¿Cómo lo explico?

-Yo...no era lo que quería y sabía que no iba a ser feliz-Le digo.

-¿Lo querías?

-Sí, pero las cosas no funcionaban.

Ella se ríe y se recuesta hacia atrás cruzando los brazos.

-¿Te molesta que pregunte?

-No.

-¿Él era una buena persona?

-Sí...

-¿Sabes? Sam es un cobarde, no importa lo que diga, yo sé que le asusta, el compromiso es igual de cobarde que su padre-Dice moleta.

No digo nada porque no sé qué decirle.

-Él se muestra como un ejemplo a seguir, pero no es más que un mentiroso, un mentiroso cobarde, consejo aléjate de el-Dice a la vez que sus ojos se cristalizan.

Es la segunda vez que me lo dicen, primero jacob ahora ella. La verdad creo que leah está hablando por el dolor y jacob pareció tener algún tipo de problema con él. 

-¿Las preguntas no se pueden arreglar?-pregunto.

-No lo sé... creo que es tu culpa-su tono de vos cambio a uno molesto.

-¿Qué?

-Termino conmigo el mismo día que te vio en la playa ¿Hubo algo entre ustedes?-pregunta sentándose.

Aparte de que me enamore de él, no.

-No, éramos amigos.

-No mientas.

-No lo hago.

Ella me mira por varios minutos que parecen horas.

-Tú-leah es interrumpida cuando la puerta se abre.

-¡Mamá ya llegué!-Entra corriendo un niño de unos trece años, él se detiene y cuando mira a su hermana se le borra la sonrisa-¿Vas a llorar otra vez?-le pregunta.

-Que te importa-Le responde ella y vuelve a mirarme.

Él también me mira y después de unos segundos sonríe.

Nuestra Promesa|Sam uley (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora