Daniel Grant estaba sentado en su oficina, su mirada fija en la pantalla que mostraba las noticias en tiempo real.
La atmósfera de la ciudad parecía impregnada de tensión, como si un cambio inminente estuviera a punto de sacudir los cimientos del mundo tal como lo conocía. En la pantalla, las imágenes mostraban a Ironman y a un grupo de héroes enfrentándose a un ser de otro mundo. Los destellos de energía, los combates aéreos, y la ferocidad de la batalla lo mantuvieron absorto.
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- Al parecer estos tipos no se andan con rodeos - suspiro Daniel, reclinándose en su silla, procesando lo que acababa de ver - Los Vengadores... Sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que estos héroes se unieran.
Daniel conocía a Tony Stark, el famoso Ironman, pues había tenido la oportunidad de charlar con él en varios eventos sociales. También se habían cruzado en más de una ocasión cuando Daniel asumía su alter ego de Spiderman, y más recientemente, durante la batalla contra los Seis Siniestros.
- Ciertamente, la formación de los Vengadores era un evento inevitable - reflexionó Daniel. - Sin embargo, aún no logro identificar un patrón o pista que me indique en qué universo estoy. - Esta era una de las muchas incógnitas que lo inquietaban. Ya que determinar si el mundo en el que se encontraba estaba basado en los cómics o en el universo cinematográfico, le daría una mejor comprensión de los niveles de poder. Especialmente, sabiendo que el universo de los cómics era extremadamente peligroso, mientras que el de las películas presentaba un nivel de peligro más aceptable
Mientras Daniel continuaba perdido en sus pensamiento, un sonido mecánico resonó en la habitación cuando Cortana, la inteligencia artificial que Daniel había diseñado, habló.
- Sr., las noticias han cambiado de tema. Están hablando sobre el problema de los mutantes y cómo la ONU planea tratar este asunto - dijo Cortana
Daniel asintió. No era la primera vez que los mutantes se convertían en el centro de un debate global. La gente tenía miedo de lo que no comprendía, y ese miedo siempre era explotado por aquellos en el poder. Sabía que pronto vendrían tiempos oscuros para los mutantes si no se hacía algo al respecto.
Las noticias continuaron desfilando frente a él, cada una más impactante que la anterior. Los Cuatro Fantásticos habían detenido al Hombre Topo, J. Jonah Jameson no perdía tiempo en criticar a los héroes, especialmente a la pareja arácnida, y el caos parecía ser el pan de cada día en la ciudad. Daniel apagó la pantalla con un suspiro, sintiendo que el peso del mundo se hacía un poco más pesado.
Después de algunas horas y con la noche cayendo sobre la ciudad, Daniel, se despidió de todos en la empresa y tras llamar a su novia Gwen, este adoptó su identidad como Spiderman, y salió a patrullar las calles.
Mientras se columpiaba por los edificios, no pudo evitar admirar el paisaje nocturno. La forma en que las luces de la ciudad parpadeaban en la oscuridad, el eco distante de las sirenas, y el sonido de sus telarañas cortando el aire, le brindaban una inesperada sensación de calma. Deseaba que ese sentimiento pudiera durar para siempre. sin embargo, tal deseo era imposible y menos cuando el trabajo de uno era ser héroe.
