El Señor Tentáculos ©/Mephisto "caída oscura"

EXTRA 11/?

Anna:

Ya habíamos dejado a la enfermera en una habitación del hospital, salimos de ahí y Nergal me dejó en la casa de mi tío Evan, estaba tan emocionada.

Que cuando llegue a la casa le conté todo, el estaba tan feliz y emocionado que por fin ya es abuelo, Pero aún no sabía que nombre ponerle a los bebés.

—Eso hay que dejar celo a Hatzzel.

—Si, estoy contigo—Y sin más fuimos a un restaurante para festejar.

  ^Hunjakim^

Ya estábamos en un restaurante pero cuando estábamos por pedir mi teléfono empezó a sonar.

—¿Quien es?.

—Numero desconocido..

Me salí del restaurante y contesté

—¡Anna! Estoy en problemas.

—¿Abuelo?

—Estoy detenido en la alcaldía,por favor ven y ayúdame.

—En un momento voy.

Sin más me dirigí a la alcaldía sin poderle avisar a mi tío.

Una vez dentro de la alcaldía me dirigí hacia un policía que se encontraba en la recepción.

—Hola, buena tarde ¿De casualidad no está detenido el señor Ben Sivan?

El tecleó después de decir el nombre de mi abuelo.

Mierda, mierda...

Danna:

Desperté en la camilla de un

¿Hospital?, me tocó la cabeza mientras me levanto con cuidado.

—Oh—Gruño ante el acto de estar apoyada hacia el respaldo de la camilla.

Analizó toda la habitación y recuerdo que....

¡Ayude a la mismísima Hatzzel a dar a luz! A la chica que de abrir y cerrar de ojos la raptaron unos aliens.

Me cubro la boca en sorpresa, recordando a sus tres pequeños, eso quiere decir que...

Soy la primera enfermera en revivir a tres pequeños en otro planeta.

Eso me lleno de felicidad aunque un poco de miedo, felicidad porque estuve en presencia de la chica más mencionada en este país, y miedo porque no se que pasaría si esto debería llegar a los oídos del gobierno.

¿Debería contarlo?...

Lin:

Oh mierda,esto se siente tan genial, la boca de Amber chocaba contra mi pelvis. El sentir otra vez sus labios hinchados su lengua y su saliva a la hora de lubricar.

—Mierda, no roses tus dientes que duele—Ella gruño ante respuesta.

El sexo oral es tan genial sin condón y ante la vista de todos, la sala de estar estaba repleta de mis hombres.
Unos se masturbaban ante tal imagen frente a ellos, otros teniendo sexo entre si.

Amber estaba en cuclillas haciéndome la mejor mamada de esta hora, desnuda ante todos, su cabello suelto, sus ojos llenos de lágrimas.

Todos gemían, gruñían, aplaudían, murmuraba cosas sucias.