Resistencia

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El frío viento acariciaba mi rostro mientras corría por las inmensas calles de Seúl, junto con ayuda de los chicos y las sesiones de terapia poco a poco iba mejorando mi salud mental.

Mis auriculares reproducían los últimos éxitos del Pop mientras bebía de mi botella de agua. Observaba como la gente paseaba siendo ajena de toda mi situación e incluso de quién era.

Volví a coger aire y empecé a correr otra vez. Me ayudaba a evadirme de mis pensamientos, sentía que realmente era el único momento en el que yo era quién controlaba mi cabeza y no al revés. Sentía que hacía algo productivo y que de cierta forma me cuidaba a mí misma.

Las gotas de sudor caían por mi frente y mi coleta se iba deshaciendo cada vez más. Revisé la hora encendiendo la pantalla de mi telefóno. 7:35. Sonreí satisfecha. Durante el tiempo que había estado fuera de casa me habían llegado dos mensajes: Felix y Seungmin.

Con una sonrisa boba abrí el chat de mi pareja y leí el estúpido mensaje que había decidido enviarme. Respondí rápido y entré en el siguiente chat.

"Recuerda que hoy tienes la reunión con el CEO"

Respiré hondo y contesté.

Habían pasado seis meses desde la última vez que le ví, lo que significaba que habían pasado seis meses desde que se publicó el comunicado de mi hiatus. Jamás imaginé como la vida de una persona puede cambiar completamente solo en un período de seis meses.

Durante este tiempo no pude formar parte del nuevo album ni de ninguna entrevista. Todas las personas me decían que este tiempo debía de dedicarlo exclusivamente para mí.

Aún sumida en mi reflexión llegué a casa y subí para cambiarme de ropa y ducharme. Hoy sería un día sumamente importante. Una sonrisa apareció en mi cara, durante este tiempo me había recuperado y estaba completamente segura que podría volver a las actividades con el grupo.

Bostecé y abrí la puerta de la casa, encontrandome de frente a Jeongin.

 —Buenos días, Min.

Me acerqué a él y le abracé, sus brazos me apretaron fuerte como si intentara animarme.

—¿Estas nerviosa por...?—antes de que pudiera acabar la frase le corté.

—No, ya habéis visto que he mejorado así que sí o sí tienen que dejarme participar en las actividades grupales.

Veía como asentía y sonreía al mismo tiempo, sus ojos expresaban calidez y orgullo.

Caminé por el salón hasta entrar en mi habitación, econtrando a un Felix recién despierto sin camiseta. Me senté en el borde de su lado en la cama, él sonrió y me apretó contra su pecho.

—Que madrugadora que es mi chica.

—Ya sabes que me gusta empezar el día corriendo.—colocó un mechón que se me había salido de la coleta detrás de mi oreja.

Acercó sus labios a los míos y me regalo un dulce beso, no pude evitar sonreir contra su boca mientras sus manos trataban de explorar más allá del dobladillo de mi sudadera.

—Haz hueco.

Felix se apartó dejándome espacio suficiente para tumbarme. Al instante me acurruqué contra él escondiendo mi cara en su pecho, tratando de evadirme de la realidad que había a mi alrededor. Su mano jugaba con mi coleta, acariciando suavemente los mechones de mi cabello y rozando mi cuello levemente.

—Hueles mal.

—Serás capullo.—reí ante sus palabras—Vengo de correr, obviamente no voy a oler a rosas, a parte me tengo que duchar.

Lips- Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora