—Quiero que contestes cada pregunta que te haré — desacelera un poco y me permite respirar.
Me penetraba con lentitud, sus manos acariciando mis pezones y yo jadeando, ahora si que había ganado el juego.
Se preguntarán como llegue aquí y si no lo hacen aún así se los diré.
Luego del baño en el que solo nos rozamos, más nada, llegamos a la habitación, él parecía de lo más tranquilo y yo sentía que me derretía con las ondas de calor que su cuerpo emanaba en mi dirección.
No le presté mucha atención a esa situación ignorando de la mejor forma posible lo caliente que me pone verlo de esa forma, se vistió y acostó en la cama como si fuera suya, como si la compartimos a menudo, sus brazos fuertes subieron a su cabeza siendo el soporte, apretandolos, haciendo que se marcarán y mis ojos no podían despegarse de su cuerpo.
Me acerqué a él sin vestirme y me acomode a su lado, apoyando mi cabeza en su pecho escuchando como su corazón se aceleraba, sus manos acariciaban mis brazos mandando descargas eléctricas que me consumían entero y no me dejaban respirar con tranquilidad.
Cuando logre calmarme se quitó el short con una excusa de que tenía calor y que necesitaba refrescarse, después se quitó la camiseta holgada que le había prestado porque su otra ropa se arruinó, nunca quise saber con que.
Los dos terminamos desnudos, sonriendonos con inocencia y sus mejillas se sonrojaron al momento que mi mano hizo contacto con su miembro, lo agarré con mi mano derecha y empecé a estimularlo, quería que hiciera algo.
Ahora estoy aquí, solo me tomo tres horas llegar a mi orgasmo. Solo porque él me lo permitió y ahora estoy reteniendo todo lo que quiero hacer con sus tontas preguntas, que no le está haciendo, no se si espera torturarme o porque de verdad las está buscando o se le olvido, cualquiera de esas razones me tienen así.
Rogando que vaya rápido, que me haga llegar una y otra vez al orgasmo hasta que nuestros cuerpos no puedan más.
El movimiento circular que yace dentro de mi no me permite articular palabra, muerde su labio inferior y se detiene abruptamente, dejándome indefenso ante su tacto, deleitándome con su miembro, sabiendo que es lo que en realidad me gusta, tenerlo dentro de mi pase lo que pase.
Y no es tanto por el morbo o por la forma en como mis paredes lo aprietan con tanta fuerza que me hacen delirar, no, no es eso, si no que lo tengo más cerca, como si de verdad se convirtiera en una parte de mi, en algo muy importante que hace mi corazón latir con fuerza.
—Comienza con las preguntas — inmovilizandome con sus dientes clavandose en mi piel me hace gemir y no tengo un tapón, no puedo evitar arquear la espalda y mover mis caderas, sintiendo como sale y entra con facilidad.
—¿Qué es lo que más te gusta? — me quedo quieto, pensando en lo que me gusta hacer, la verdad es que todo me gusta, pero si tuviera que elegir algo seria pasar también con él pero obviamente no caeré tan bajo, no le diré lo que en realidad estoy pensando, debo optar por algo que lo haga entender que soy tierno, interesante, una embestida fuerte, concisa, placentera me hace gemir con fuerza —Tienes que contestar — lo miro con reproche y suspiro.
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𝗦𝗲𝘅 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻; 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒉𝒐
Fantasy𝗛𝘆𝘂𝗻𝗷𝗶𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗶𝗻𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝘀𝗲𝘅𝗼, 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗲𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝘁𝗲𝗺𝗮 𝗹𝗼 𝗮𝘀𝘂𝘀𝘁𝗮 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗼𝗿 𝗼𝗯𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗵𝗼𝗷𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗵𝗼𝗰𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮 𝘀𝘂 𝗿𝗼𝘀𝘁�...