I Hate That...I Love You [Daerin]

Capítulo 13. La mejor amiga de Haerin

DANIELLE POV

— Para ser sincera, parece estreñida —, susurró Hyein con una risita mientras veíamos a Hanni calentar antes de su partido de bádminton individual. Las dos hablábamos en voz baja mientras estábamos sentadas en el banco, esperando que nadie (especialmente Hanni) oyera nuestras críticas.

Bebí un sorbo de mi botella de agua, sintiendo cómo los rayos del sol nos rodeaban a las dos. Miré a mi amiga y vi que se debatía con el calor y se movía como si tuviera una raqueta en el culo.

— Estará muy nerviosa. Es su primer partido como tercera cabeza de serie — murmuré mientras Hanni nos miraba con los ojos entrecerrados. Hyein y yo la saludamos con la mano antes de soltar una carcajada. La chica contra la que jugaba nos miró para que nos calláramos, hasta que recibió un golpe en la cabeza con la pelota de bádminton de Hanni.

— ¡Lo siento! — gritó mientras la chica se lo quitaba de encima como si estuviera bien. Continuaron calentando golpeando la pelota de un lado a otro mientras las dos mirábamos nuestros teléfonos.

— Maldita sea, debería haber traído una petaca. — dije mientras me levantaba del banco estirándome.

— Danielle, son las cuatro de la tarde — respondió Hyein mientras también se levantaba, yendo ambas hacia la valla para ver mejor a Hanni.

— Lo que sea, necesito un trago — murmuré mientras mi mente pensaba en lo sucedido el otro día en la Cafetería con Haerin. Me mordí el interior del labio mientras pensaba en los múltiples besos que compartimos.

— Si tú lo dices — hizo una pausa mientras dejaba escapar una sonrisa burlona, — ¿estás pensando en Haerin?.

Azoté la cabeza hacia Hyein, fulminándola con la mirada por sacar un tema no deseado. — No —, dije con dureza mientras intentaba concentrarme en el balanceo de Hanni.

Arqueó una ceja mientras daba golpecitos en la barandilla de la valla. — Ya sabes, todas somos amigas. No nos has dicho ni a Hanni ni a mí que te gustan... las chicas.

Me quedé con la boca abierta, completamente estupefacta de que quisiera sacar el tema.

— No me gustan las chicas—, murmuré mientras pensaba en cómo los labios de Haerin se sentían tan suaves contra los míos. Suspiré, ¿me gustaban las chicas? — Vale, quizás me atraen ligeramente las chicas. — solté finalmente mientras Hyein sonreía en señal de aprobación.

— Lo sabía. — Hyein agitó el puño para llamar la atención de Hanni y le dijo. — A Dani le gustan las chicas. — arrugué las cejas, sorprendida, y golpeé a Hyein en la nuca.

Dios, eran molestas.

— ¡Eh! — gritó Hyein cuando Hanni empezó a reírse en medio de la pista. Vi cómo su oponente la miraba otra vez mal, pero Hanni se limitó a encogerse de hombros mientras se preparaban para empezar el partido.

Hanni empezó a caminar hacia la valla para tomar un trago de Powerade. — Así que, al final confesaste, ¿eh botón de oro? — la miré sin comprender mientras chocaba los cinco con Hyein por encima de la valla. ¿Con qué frecuencia hablaban de mi sexualidad a mis espaldas?

— Cállate, Hanni. Hablaremos de esto después de tu partido de bádminton... estás jugando como la mierda. — repliqué mientras ella me ponía los ojos en blanco.

— Lo sé bien. Es porque aún no he tomado azúcar. — entrecerré los ojos al verla arrodillarse en el suelo, abriendo la cremallera de su bolso mientras sacaba una bolsa entera de algodón de azúcar. Hyein y yo nos quedamos mirándola asombradas mientras abría la bolsa y se metía esponjosas nubes de azúcar en la boca mientras de vez en cuando daba sorbos a su Powerade.