Capítulo 04: Rick Oston

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Durante los días venideros, Rune se sintió bastante solo y bastante aburrido

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Durante los días venideros, Rune se sintió bastante solo y bastante aburrido. Su madre no había especificado cuánto tiempo pasaría fuera de casa, y el muchacho estaba comenzando a preocuparse.

Por otro lado, por fin se había dignado a abrir el paquete que había recogido de la tienda de antigüedades hacía unos días.

Dentro se había encontrado un montón de ropa y otras cosas.

Lo primero de todo, dos uniformes. El primero de ellos, y quizás el más formal, consistía en una camisa blanca arremangada, con una corbata de color azul oscuro que combinaba con unos pantalones largos de tela gruesa, del mismo color, y unas simples botas negras. En una de las esquinas superiores de la camisa aparecía dibujado una luna en el interior de un gran sol, tejido con hilo amarillo.

El segundo uniforme constaba de una camiseta de tela de calidad, de color azul un poco más claro que el que había visto antes. Había como accesorio unos guantes sin dedos de color marrón oscuro. Respecto a la parte de abajo, volvía a ser un pantalón largo, esta vez de color negro y junto a unas botas más altas y robustas. Rune casi pudo adivinar que se trataba de un conjunto más informal para cuando tuviera que hacer las prácticas de vuelo.

Junto a los uniformes había una bolsa negra que pesaba bastante y emitía un tintineo metálico cada vez que era movida. Rune desató el nudo que la cerraba y pronto descubrió un montón de armas blancas dentro: cuchillos pequeños y dagas, además de un pequeño carcaj sin flechas dentro pero de buena calidad.

Rune se preguntó qué clase de brujería habría utilizado Morana para meter todas aquellas cosas en un paquete tan pequeño.

Rune tomó su arco, que descansaba colgado de la pared, y tras meter las flechas en el nuevo carcaj, lo probó. Hacía un tiempo que no disparaba con arco, pero le vino bien comprobar que no había perdido un solo ápice de habilidad

Por último, había una considerable pila de libros gruesos y de aspecto viejo en el fondo del paquete. Pronto se dio cuenta de que no eran antiguos en absoluto: tenían las páginas suaves y blancas y los lomos perfectos. Rune fue abriéndolos y leyéndolos por encima, descubriendo los temas que trataba cada uno: magia arcana, vuelo sobre dragones, historia de la brujería y los Guardianes del Ocaso, herbología y cuidado de dragones.

Rune tragó saliva y no pudo evitar preguntarse sobre qué dragón iba a volar y a cuál iba a cuidar si el suyo estaba muerto.

No había nada más en el paquete, pero supuso que una gran parte de las cosas que necesitaría llevar ya las tenía en casa. A pesar de que quedaba alrededor de una semana para tener que marcharse, aún le seguía pareciendo que el día de su partida estaba muy lejos. Era como si tuviera la sensación que toda aquella historia de la Academia del Crepúsculo era una especie de broma (sin ningún tipo de gracia, por cierto) y que en cualquier momento su madre y el señor Nessme iban a salir de alguna esquina gritando: «¡Inocente!».

De Honor y MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora