Sombras de Acéro

Una nueva Era

Starscream observó nuevamente los resultados de las pruebas. En teoría, todo parecía indicar que no tendrían problemas si usaban los cristales de energon del planeta inicial. Aun así, no podían arriesgarse a una explosión masiva en medio de la nada. Con seriedad, el seeker repitió el experimento en la simulación mientras Shockwave tomaba nota de los resultados.

La simulación proyectaba un holograma detallado del proceso de fusión, mostrando cada fase con precisión. Los cristales brillaban intensamente en la pantalla, emitiendo pulsos de energía que se sincronizaban con los cálculos de Starscream. Los gráficos tridimensionales mostraban las posibles rutas de escape y los puntos críticos donde podría ocurrir una falla.

—Parece ser que podremos realizar la fusión después de todo —aclaró el general púrpura, observando los datos que se desplegaban en su monitor.

—En teoría —recalcó el volador, ajustando algunos parámetros en la simulación para verificar la estabilidad de los fragmentos bajo diferentes condiciones.

—El ambiente de prueba enmarcó resultados positivos, por lo que temer al resultado es ilógico —afirmó Shockwave sin apartar la vista de los números que parpadeaban en su pantalla.

El caza viró los ópticos con exasperación antes de asentir. A veces, las actitudes de su compañero de laboratorio lo exasperaban, pero prefirió guardarse sus comentarios. Hasta el momento iban bien y no pensaba dejar que esos detalles arruinaran lo que habían logrado. El futuro se distinguía mejor, lo que le daba un toque positivo a su mera interacción, por muy frustrante que esta fuera.

Si lograban fusionar los fragmentos obtendrían un método de energía inagotable, con estabilidad mejorada; además el núcleo tendría la capacidad de regenerarse a sí mismo permitiendo la revitalización de Cybrertron lo que les dejaría reparar y reconstruir la infraestructura del planeta

...

En witwicky los Autobots y Megatron habían encontrado un frágil equilibrio viviendo entre los humanos. A pesar de sus diferencias pasadas, acordaron una tregua para evitar más caos y destrucción. Sin embargo, no todos los humanos estaban contentos con su presencia.

Optimus Prime caminaba por las calles, su imponente figura atrayendo miradas de admiración y desconfianza. A su lado, Bumblebee intentaba interactuar con los niños que se acercaban curiosos, mientras Megatron observaba desde la distancia, siempre alerta.

—Optimus, hemos recibido informes de otro grupo de manifestantes en el centro del pueblo —informó Elita One con su tono preocupado.

—Debemos manejar esto con cuidado. No podemos permitir que la situación se salga de control —respondió el prime con un tono sereno.

Por su parte el grupo de humanos se había reunido, portando pancartas y gritando consignas en contra de los Transformers. "¡Fuera de nuestro planeta!" y "¡No más máquinas!" eran algunos de los lemas que se escuchaban. El guerrero plateado frunció el ceño con su paciencia al límite. —Estos humanos no entienden el sacrificio que hemos hecho para mantener la paz —gruñó.

—La violencia no es la respuesta viejo amigo, debemos encontrar una manera de coexistir —afirmo el líder de los Autobots colocando una mano en el hombro del ex decepticon. Mientras tanto, Bumblebee se acercó a los manifestantes, levantando las manos en un gesto de paz. —No estamos aquí para hacer daño. Queremos ayudar y proteger —dijo, su voz suave y conciliadora.

Uno de los líderes de los manifestantes, un hombre de mediana edad con una expresión dura, dio un paso adelante. — ¿Y cómo sabemos que no nos traicionarán? ¿Cómo podemos confiar en ustedes? —preguntó, su tono lleno de desconfianza. Optimus dio un paso adelante, su presencia imponente pero calmada pacifico a los presentes.