Entre Sombras y Estrellas

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Las incursiones fueron exitosas. Los equipos de limpieza e investigación avanzaron lo suficiente en los restos dejados por los enemigos. Hubo un par más de apariciones, pero como el primer encuentro, simplemente finalizaron con la extinción de los aludidos antes de que siquiera pudieran ser capturados. Un hecho que ninguno de los Decepticons dejaba pasar de largo y fue por esa misma razón que Soundwave decidió quedarse con el resto de la armada. El Venganza partiría flanqueado por un par de naves, las demás se quedarían hasta que todas estuviesen listas para volver a Cybertron.

Los ajustes de los bots que deseaban integrarse aún estaban en trabajo; así como las negociaciones finales con los aliados. Pero los generales sabían que no podían esperar más, los fragmentos aún estaban ahí afuera y necesitaban recuperar más de ellos antes de que cayeran en manos enemigas. Los tecno-orgánicos eran peligrosos, debían apresurarse y sin más, pusieron manos a la obra.

El Venganza estaba listo para salir. La nave descansaba en el área de lanzamiento, su imponente figura reflejando la luz del sol. Las tropas de Starscream se movían con eficiencia, cargando suministros y asegurando las últimas inspecciones antes del despegue.

El caza tricolor, con su usual aire de autoridad, supervisaba los preparativos. Sus ópticos recorrían cada rincón de la nave, asegurándose de que todo estuviera en orden. Sus compañeras aéreas, Skywarp y Novastorm, estaban ya en sus posiciones, haciendo los últimos ajustes antes de salir al espacio por un tiempo indeterminado.

De repente, una figura familiar se acercó a la plataforma. Megatron, con su imponente presencia, caminó hacia ellos, su expresión grave. El comandante aéreo levantó la vista y frunció el ceño al ver a su antiguo líder.

— Veo que están preparándose para partir sin informarme — dijo, su voz resonando con una mezcla de reproche y curiosidad.

Starscream se enderezó, cruzando los brazos sobre el pecho, con una mirada de disgusto.

— ¿Informarte? — replicó con desdén. — Ya no eres nuestro líder, no necesito tu aprobación para nada.

El ex gladiador frunció el ceño, su expresión endureciéndose.

— No me opongo a que continúes con tus planes. Pero es vital mantener la comunicación abierta. Cada paso que demos debe ser coordinado. No podemos permitir que la falta de información genere desconfianza entre los grupos de esta alianza.

La molestia del caza creció, sus recuerdos del pasado avivando su ira.

— ¡Desconfianza! — exclamó. — Hablas de desconfianza cuando fuiste tú quien me trató con crueldad, quien me vio solo como una broma o algo de entretenimiento, nunca como un comandante real. He soportado demasiado bajo tu mando para volver a esa sombra.

La tensión era palpable, y los soldados alrededor observaban con nerviosismo. En ese momento, Soundwave intervino, su tono calmado pero autoritario.

— Ambos tienen razón en puntos importantes — dijo Soundwave, su voz cortando el aire. — La comunicación y la coordinación son cruciales. Pero también debemos reconocer los cambios en nuestra estructura de mando. Starscream, como uno de los líderes de nuestra fracción, tiene la autoridad para tomar las decisiones que crea adecuadas para nuestro grupo. Megatron, tu experiencia es valiosa, pero debes entender que después de todo lo que ha sucedido no es posible ignorar las nuevas dinámicas.

El seeker miró a su aliado y luego al guerrero de cromas grises con determinación.

— Esta misión es crucial para todos nosotros, y debemos asegurarnos de que cada detalle esté cubierto — dijo, repitiendo las palabras de Megatron. — Pero también debemos recordar que hemos cambiado. Yo he cambiado. Y lo que haga después de nuestra charla no te compete — exclamo finalmente.

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