Disyuntivas

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En la base de Nova Forge en Cybertron, Shockwave estaba absorto en sus pensamientos mientras examinaba los últimos informes de la alianza. La vasta sala de control, llena de pantallas holográficas y dispositivos de monitoreo, brillaba con una luz azul tenue. La eficiencia y precisión reinaban en cada rincón, reflejando la mente lógica y analítica del mismo.

Soundwave, desde una de las pantallas de comunicación, se conectó directamente con el científico purpureo; su figura se proyectó con claridad, mostrando el habitual semblante imperturbable del espía Decepticon.

— Soundwave, me has contactado en el momento adecuado. Necesitamos evaluar las implicaciones de esta alianza con los humanos y la situación con Megatron — comenzó Shockwave, su tono firme y racional.

— La alianza presenta tanto oportunidades como riesgos — respondió el jet espía con su voz monótona. — Los recursos de la Tierra son valiosos, pero la traición humana es una posibilidad constante.

Shockwave asintió, sus pensamientos resonando con las palabras de Soundwave.

— Megatron ha retomado su logotipo púrpura, un símbolo que puede causar división entre nuestras filas. A pesar de su posición como aliado de los Autobots, debemos considerar sus intenciones y lealtades. ¿Puede realmente actuar en favor de Cybertron mientras trabaja con nuestros antiguos enemigos? — reflexionó Shockwave, su óptico parpadeando con análisis.

— La vigilancia será esencial. Debemos monitorear cada movimiento y asegurar que las decisiones se tomen con base en datos concretos y no en emociones o alianzas temporales — afirmó el mecha de cromas azulados con certeza.

— Estoy de acuerdo. No podemos permitir que el pasado influya en nuestras decisiones actuales. La lógica y la ciencia deben guiar nuestras acciones. Prepararé un informe completo con posibles escenarios y estrategias de contingencia. Necesitamos estar listos para cualquier eventualidad — concluyó el científico, su mente ya trabajando a toda velocidad.

Soundwave asintió, comprendiendo la importancia de la preparación.

— Continuaré recopilando información desde la Tierra. Juntos, aseguraremos que Cybertron se fortalezca y prospere, sin importar las alianzas o traiciones que puedan surgir — aseguró el espía.

Fue en ese momento que la conexión se vio invadida por una nueva firma. Starscream abrió un canal de comunicación desde su oficina, la cual era una combinación de austeridad y funcionalidad, reflejo de la mentalidad pragmática del comandante aéreo. El volador tricolor estaba de pie junto a una pantalla holográfica que se dibujaba en el centro de la misma; sus brazos cruzados, observando la actividad en el exterior en el sinfín de ventanas que se mostraban en la misma, con una mezcla de impaciencia y frustración. El mecha de cromas azulados, siempre tranquilo y calculador, estaba de pie cerca del escritorio, analizando datos y preparando rutas de tránsito.

— El tratado, como lo comenté con Soundwave, es... interesante — fue la sencilla respuesta de Shockwave, mientras finalizaba de leer los parámetros del mismo.

— Seguimos tu consejo, no te quejes — intervino Starscream con fastidio. El volador estaba cansado de tanta política, y deseaba subir a su nave y volver a casa. Sin embargo, por el momento no era posible, aún había heridos que necesitaban atención y reparaciones en proceso para su flota.

— No me estoy quejando, solo emití una expresión en referencia a lo que acabo de analizar. Aunque, ahora que lo mencionas, comandante aéreo, ¿por qué no sales a dar un vuelo de reconocimiento con tu escuadra? — prosiguió el científico con su característico acento.

— No eres nada discreto, Shockwave. Si quieres que me pierda, solo dilo — afirmó el volador manteniendo el gesto hosco que vestía en esos últimos ciclos. Su procesador le decía que estaban tomando las decisiones adecuadas, aunque su chispa se negaba a aceptar del todo lo que estaba pasando. Más aun considerando que el traidor había retomado su logotipo púrpura, lo que dejó al jet tricolor en un estado de ira inusitada. No lo asesinó porque, al final, este fue el creador de su grupo y pensaba que traería más problemas entre su armada la desaparición de dicho personaje, además el aludido prefería seguir habitando una habitación en las torres Autobot. Pero para ellos, Megatron no sería más que un hombre de campo, y eso ya era una gran concesión de su parte. De ser por él, Starscream le habría disparado en el momento en que se atrevió a tal cosa.

Sombras de AcéroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora