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Las apuestas comenzaban sobre el capó de un coche, los billetes amarrados en fardos gruesos no tardaron en aparecer cuando se mencionó el nombre que más revuelo causaba.

Choi San

Apenas con 18 años tenía una larga trayectoria en las calles, todo un veterano en cada actividad no muy legal que se hacía en aquella ciudad.

Choi San, quien llevaba la delantera en cada combate, en cada carrera, en cada negocio iba a correr el triángulo con un completo desconocido, un niñito pijo que nadie de ese ambiente había visto jamás.

— ¡Mesa cerrada! -Habló Mingi una vez que las apuestas parecían cesar.

Ambos competidores en sus respectivos autos, ya en posición de carrera intercambiaron miradas desde las ventanas de sus carros.

— ¡Woo! -Se escuchó una voz femenina una vez este había apartado la mirada de su contrincante.

Lia se acercó hasta la ventana de su Mustang con una mueca de desaprobación.

— ¿Todo bien? -Preguntó Wooyoung.

— ¿Estas seguro? - Lo miró con preocupación.

— Estás hablando con Jung Wooyoung, hermanita -Le sonrió y subió su vidrio sin esperar respuesta.

La misma chica con poca ropa de antes se había parado en medio de ambos autos, dando por comienzo la carrera.

Apenas se escuchó el sonido de una bengala ser disparada Choi San aceleró su Honda NSX y se perdió por la pista, mientras que Wooyoung se tardó unos segundos antes de emprender camino por aquella ruta.

La gente del alrededor comenzó a correr tras los autos, sin querer perderlos de vista, sin embargo pararon en cuanto ya no podían seguirles el rastro.

Choi San, quien corría a 120 KM no veía el auto de su contrincante detrás, dando por hecho que ya había ganado esa estúpida carrera. Río tras recordar lo bocón que había sido ese tal Wooyoung.

Sin embargo el contrario iba relajado solo a 90 KM/H, sabía que un poco más allá San iba a reducir velocidad, ya que San no le veía iba a pensar que seguramente sería pan comido.

Un par de metros bastaron para que Wooyoung diera pie a fondo en su acelerador y teniendo en cuenta que no se iba a permitir sobrepasar los 200 KM/H solo se mantuvo en 120.

Cuando vio el auto contrario pisó un poco más su acelerador, pasando por el costado del Honda.

Ya con ventaja redujo un poco su velocidad ya que se acercaba una curva cerrada y sin iluminación alguna. Prendió sus luces altas y no dudó en derrapar un cuarto cuando se acercaba el final de la curva, sin perder el control de su eje de viraje.

En cuanto a San, perdió un poco el equilibrio y su auto derrapó sin querer la curva casi completa, maldijo en voz alta y apretó con fuerza el manubrio.

Pijo de mierda.

En un kilómetro más se acercaba esa curva sin barras de seguridad que daba camino a una muerte segura, pero Wooyoung solo pisó con fuerza el acelerador y cerró sus ojos mientras giraba su manubrio, temiendo, pero con una sonrisa en su rostro y al pasarla redujo velocidad al no ver rastro de Choi detrás de el.

San quien nunca había corrido esa pista en coche redujo su velocidad ante el precipicio y completó la curva casi sudando frío, sin embargo apenas la pasó, aceleró.

Al ver el auto completamente detenido del contrario a unos metros se detuvo en cuanto llegó hasta el otro. Bajó su vidrio y habló.

— ¿Que pasa? ¿Te asusta?

Noster Idyllium - Woosan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora