Noster Idyllium - Woosan

13

POV:
Choi San

¿Por qué no dejaba de pensarte?

Debería importarme mi amigo, no un pijo.

Pero me preocupaba, sin sentido, claro estaba. Sin embargo mi mente aún seguía en su abrazo que con tanto desespero me brindó.

Pude sentir sus lágrimas en mi cuello, sus labios tiritaban al igual que sus manos que torpemente posaban sobre mi espalda.

No había razones para llorar tanto, pienso que quizás Wooyoung quería llorar por algo más

Sino..
¿Tanto le gustaba Mingi?

En mi cabeza no caía otra idea, ¿que más seria? Solo eran unos tontos celos.

Sin darme una pizca de cuenta ya había llegado nuevamente al triángulo, donde mi chica me recibió con un beso en los labios.

— Hey~ déjame bajar de la moto antes -Le dije sonriendo.

Tal como dije hice, bajé y la besé, rodeé su pequeña cintura con uno de mis brazos y con el que tenía libre tomé su mentón para intensificar el beso.

Cuando me separé vi a lo lejos una cabellera rubia ejecutando la misma acción que hace poco yo había terminado.

Notó mi mirada y se separó de la linda pelirroja.

Alzó una ceja al verme y yo desvié mi mirada.

En otra ocasión habría ido a felicitarlo, decirle "Ese es el Song que conozco" o "campeón" pero no era esta la ocasión.

No sabía por qué, pero sentí un poco de rabia.

Rabia por Wooyoung.

Y era estúpido.

Estúpido por que jamás me preocupo tanto por los demás, porque el no me conocía ni yo a él.

De pronto cuando no lo noté mi novia pareció leer mis pensamientos y habló.

— ¿Estas enojado con Minki, amor? -Preguntó mirándome con ojos tiernos agitando levemente sus pestañas.

Ella sabe convencerme, como sacarme secretos, como manipularme. Sabe que a sus encantos siempre caigo.

— No cariño, solo sentí pesar por ese niño -Respondí sin ganas, queriendo ocultar mi preocupación por Woo.

— ¿El "pijo"? -Preguntó con una sonrisa un poco burlesca.

Desde que conocí a Wooyoung me había quejado sin parar.

"Ese pijo es insoportable, si vieras como me mira"

"Aún no creo que ese pijo me haya ganado ¡A mi!.. ¡Choi San!"

"Amor hoy obligado saldré con ese pijo y los chicos, pero lo haré solo por mi buen amigo Taeyong"

A Liz le causaba gracia que nunca lo llamaba por su nombre, de hecho, ella ni siquiera parecía saber que el pijo tenía un nombre lindo.