AVISO
La versión editada del fanfic (esta misma) tiene "grandes" cambios respecto a la versión original (aunque la trama principal es la misma), por lo que recomiendo leerlo desde el principio y no retomarlo desde el último capítulo de la V.O. Si se hace eso, hay cosas que podrían no entenderse.
Se conservarán los capítulos originales por si alguien quiere comparar o recordar esos escritos de mega cringe.
Espero que os guste esta "nueva versión" que se publicará poco a poco para mantener su esencia y que tendrá por fin el final que lleva años atrasándose jeje
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«¿Creéis en los fantasmas?»
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Todo comenzó cuando llegó a Londres, su nuevo hogar. A pesar de ser agosto, quedando aún varios meses para que llegase el invierno, era un día frío y lluvioso. El cielo estaba completamente cubierto por nubes grises. Parecía un mundo que se regía por la gama de colores blanco-negro. Sin duda no era un ambiente acogedor para llegar a un nuevo hogar y a una nueva etapa de su vida. Parecía que el clima le estaba advirtiendo cómo sería su vida en esta ciudad.
Alfred F. Jones, el joven que se acababa de mudar a Londres con su familia, corría con las cajas dentro de su nuevo hogar para evitar que todo se estropease por la lluvia. Para su suerte los muebles ya estaban colocados en sus respectivas estancias, por lo que sólo quedaban las pertenencias más pequeñas y sus objetos personales.
Mientras tanto, su padre y su hermano gemelo, Matthew, disfrutaban dentro de la cocina preparando el almuerzo. Para Alfred esta situación (que él se encargase de las tareas pesadas, mientras su hermano era mimado por su padre) no era extraña ni injusta: siempre había sido así. Su hermano tenía una grave enfermedad y una constitución muy débil que no le permitía realizar este tipo de tareas. Por ello, su padre era muy sobreprotector con él y por eso no le permitía hacer ninguna de las tareas del hogar; ni siquiera las que sí podía hacer. De hecho, la razón por la que se mudaron de Estados Unidos a Inglaterra fue por Matthew: en Londres el tratamiento para su enfermedad era más barato y accesible.
Por todo esto, durante sus 17 años de vida, Alfred siempre ha sido quién se ha encargado de todas las tareas del hogar. Se podría decir que era una Cenicienta moderna; pues además de ser una especie de “criado”, tampoco era bien tratado por su padre.
Las horas pasaron rápido mientras Alfred movía cajas y se quejaba internamente de tener que hacer esto solo. Pues, aunque fuese su obligación, no le gustaba el hecho de mudarse, dejar a sus amigos atrás y, además, encargarse él sólo de la mudanza. Cuando por fin acabó de mover todas las cajas, ordenar y colocar todo lo que estaba dentro de ellas, se sentó en el sofá de la sala de estar para descansar. Sus brazos y piernas estaban doloridos y sentía pinchazos por toda su columna vertebral: necesitaría darse un baño de agua caliente y un “masaje” para calmar su cuerpo. Sin embargo, eso sería más tarde; su cuerpo pedía permanecer quieto durante al menos media hora.
Aprovechando que su hermano no estaba y que su padre no le hacía caso, encendió la televisión para distraerse y descansar en condiciones; aunque, como siempre, debía poner el volumen ridículamente bajo para no despertar a Matthew que dormía en el piso de arriba. Eran órdenes de su padre, por lo que no podía llevarle la contraria. Todo lo que estaba relacionado con Matthew debía cumplirse a rajatabla o sino tendría un severo castigo.
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Ghost [UsUk/UsUk]
Fanfiction«¿Creéis en los fantasmas?» Alfred no creía en fantasmas, hasta que se mudó a una antigua casa de Londres, que llevaba dos años vacía, donde conoció a alguien que le haría creer más que nunca. •~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~• Hetalia no me pertenece...