Capítulo 4: Confusión (V.O.)

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-¿Qué haces aquí Antonio?

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-Buenos días igualmente -rió mostrando todos sus blanquecinos dientes-. Ayer le comenté que mi casa quedaba cerca y quedamos en ir juntos a clase -explicó sorprendiendo a Alfred.

-Antonio vive cuatro casas a la izquierda -le dijo Arthur observandole desde su espalda-. Volvíamos siempre juntos a casa para desgracia mia -añadió frunciendo el ceño haciendo que Alfred tuviera que aguantar una risa.

-En ese caso avisaré a Matthew de que llegaste -se dio media vuelta sobre si mismo, pero en el momento en el que dio un paso adelante Antonio le agarró del brazo impidiendo su camino.

-¿Puedo hablar contigo un momento? -preguntó más como una suplica y sus ojos verdes brillaron un poco.

-Mmm... Bueno, vale. Todavía queda media hora para que empiecen las clases, por lo que si dura menos de diez minuto la charla sí puedo hablar contigo -el pelicastaño sonrió de forma más amplia.

-Muchas gracias, será rápido -miró a los lados investigando si había alguien y le tiró del brazo para sacarlo de la casa-. Prefiero hablar afuera de la casa -informó con una mueca nerviosa.

Alfred tenía a Arthur a su lado que se mantenía callado examinando a su amigo detenidamente con el ceño fruncido. Algo no le gustaba y se notaba.

-¿De qué querías hablarme? -preguntó Alfred ignorando un poco la presencia del quinceañero.

-Es una tontería, pero... -hizo una pausa para inhalar aire profundamente-. Si algún día ves algo o si ocurre algo raro, me gustaría que me avisarás -pidió algo serio.

Alfred miró a Arthur en busca de alguna respuesta pero al verle observó que estaba igual o más confuso que él por la petición de su antiguo amigo. Recordó que Kiku le había hecho una petición igual... ¿Acaso él también estaba involucrados en el asesinato de Arthur? Demasiadas cosas que descirbrir, y por ahora solo tenía una forma de averiguarlas: la curiosidad del nuevo.

-Claro, ¿pero que podría ocurrir aquí? Recuerdo que Kiku también me pidió lo mismo -dijo intentando demostrar ingenuidad.

-¿Kiku también? -murmuró con asombro y luego sonrió de nuevo mostrando sus dientes-. No nada raro, solo que la casa es antigua y podría suceder algo como romperse una tubería o algo así -se justificó soltando una suave risa.

Pero eso no convenció a Alfred pues la casa se había reformado por completo según les hicieron saber hace cuatro años, por lo que aquello sería imposible. Además de que Arthur negó con su cabeza ante las declaraciones de Antonio como si le avisara de que era falso.

-¡Oh! ¡Ya veo! Gracias por avisar -fingió sonriendo de igual manera que él y miró el reloj que tenía en la muñeca-. Es hora de irnos ya o se nos hará tarde -avisó con un tono de voz calmado-. Voy a avisar Matthew y a coger nuestras cosas. Ahora venimos -dijo antes de comenzar a caminar al comedor.

-Antonio oculta algo -dijo Arthur con el ceño aún más fruncido que de costumbre-, y Kiku también. Ellos deben de saber algo sobre lo que me pasó -pensó en alto el más bajo mientras seguía al americano.

Alfred asintió a sus palabras y avisó a Matthew de que Antonio estaba fuera y que fuera a junto él, que él llevaría las mochilas en un momento. Rápido hizo todo lo que debía seguido siempre por Arthur y en el camino a la escuela hablaba animadamente con su gemelo y con su compañero con el fantasma haciendo comentarios de burla de vez en cuando aprovechando que solo Alfred le oía.

-Se nota que tienes el culo más grande que el cerebro -agregó Arthur como último comentario a la conversación cuando entraron en el aula haciendo reír, sin que pudiera evitarlo, a Alfred.

Ghost [UsUk/UsUk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora