Capítulo 8: Secretos (2) (V.O.)

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-Pues...

•~•~•~•

Alfred miraba fijamente a Francis ansiosamente por saber aquellos secretos que Arthur guardaba, y que seguramente ya había olvidado al igual que la contraseña del diario.

-Mon ami Arthur siempre se peleaba con su familia, sobretodo con su hermano más mayor. Y aquí era donde se refugiaba y guardaba todas aquellas cosas que su familia le prohibía -dijo mientras rebuscaba en una de las cajitas que había allí-. Por ejemplo, escondía esto -finalmente sacó una revista en la que salían unas jóvenes despampanantes ligeras de ropa.

-¡¡¿P-Porno?!! -exclamó Alfred con el rostro rojo completamente. A pesar de que ya tenía 17 años todavía era de mente inocente.

-¡E-E-Eso no es mío! -gritó el inglés al ver la cara de Alfred y la sonrisa traviesa que tenía Francis. Su rostro también estaba rojo, pero no solo por vergüenza, sino también por ira contenida.

-Honhonhonhon, mi querido amigo Arthur es un completo pervertido. Siempre me pedía que le consiguiera este tipo de revistas, no se porqué la verdad, y se quedaba aquí viéndolas fijamente durante horas a veces -comentó volviendo a dejarla donde estaba.

Alfred iba a comentar sobre aquello de que era él quien le otorgaba esas revistas a Arthur, pero se dio cuenta de un detalle pequeño pero importante en lo que le acababa de decir Francis. "Es" se refiere a un tiempo presente, hablaba de Arthur como si estuviera todavía vivo en algún lugar de este mundo.

-Hey... ¿Tú todavía crees que Arthur siga vivo? -preguntó sintiendo un nudo en la garganta.

Francis primero le miró con gran sorpresa y luego sonrió con gran amargura. Se acomodó en su sitio y echó su pelo hacia atrás con gran estilo.

-Oui -respondió con toda la sinceridad posible-. Arthur es alguien muy inteligente y maduro, seguro que consiguió escapar de su casa e hizo cualquier cosa para lograr cumplir su absurdo sueño.

-Vámonos -pidió Arthur, pero siendo ignorado por el estadounidense

-¿Qué sueño? -preguntó Alfred curioso.

-Ser una estrella del rock -respondió con una sonrisa burlona en el rostro, aunque el americano no entendía el porqué de eso-. Bueno, él solo quería cantar y tocar la guitarra en un grupo y poder ganarse la vida con ello. Tampoco es que le importara el ser famoso.

-Eeeeeh... Con que estrella del rock... -murmuró Alfred sintiendo curiosidad por ese detalle. Ahora comprendía el porqué en una de las cajas había un montón de ropa estilo punk, también la caja llena de música, o incluso la foto que le habían enseñado Francis y el resto.

-Vámonos -volvió a pedir Arthur, pero esta vez su voz estaba rota.

Alfred le miró de reojo sorprendido y sintió como si algo le estrujara el corazón. De los ojos de Arthur caían gruesas lágrimas que bañaban sus mejillas, y sus manos, como todo su cuerpo, temblaba ligeramente.

-¿Pasó algo, mon ami? -preguntó Francis volviendo a captar la atención del otro rubio (el que está vivo).

-Yo... -titubeó y volvió a mirar a Arthur-. Acabo de recordar de que debo hacer un recado -se excusó dirigiéndose a las escaleritas de la casa del árbol.

-Está bien, nos vemos mañana en clase -se despidió con una sonrisa mientras Alfred bajaba las escaleras después de Arthur-. Y recuerda: no le cuentes a nadie sobre esta casita -el americano bajó y se fue.

Ambos caminaron durante un rato en silencio hasta la vuelta a aquel pasadizo que conducía a su casa. Arthur limpiaba sus lágrimas con las mangas de su camisa y aguantaba sus sollozos para que Alfred no los oyera. No le gustaba llorar frente las personas.

Ghost [UsUk/UsUk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora