Capítulo 13

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Narra Draco:

Por fin, a penas quedaba una semana para vacaciones. Los días pasaron volando, cosa que agradecí.

Lo que no agradecí fue pasar tanto tiempo con Harry, no es que me caiga mal. Literalmente se volvió alguien indispensable para mí. Sabe calmarme cuando alguien me poneo de los nervios, le gustan la mayoría de cosas que a mí, y sobre todo amo...digo..me gusta, si eso me gusta, sus abrazos cada vez que nos saludamos.

Se volvió como una especie de ritual cuando nos vemos, sus brazos cálidos abrazarme, y el poder apoyar mi cabeza en la suya debido a la diferencia de altura es tan... reconfortante. Me podría quedar así con él hasta el fin de mis días, la pregunta aquí es, ¿Quién no?

Y esa es la razón por la que me siento raro cuando estoy con él. Siento como si la piedra que tengo por corazón, rompiera su coraza y empezará a latir con todas sus fuerzas. Me hace sentir tan especial y tan nervioso. Lamentablemente, lo más lejos que vamos a llegar va a ser a mejores amigos.

Porque en que cabeza cabe que Harry Potter, el niño que vivió, el que derrotó al que no debe ser nombrado, el elegido; se enamoré de Draco Malfoy el imbecil que lo acoso durante su adolescencia e infancia.

Exacto en ninguna. Salvo en la mía, la cual reza por qué este deseo se haga realida.
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Otra "linda" mañana me levantaba en los dormitorios de los leones, se había hecho costumbre que nos quedáramos a dormir los viernes.

Estaba acostado en una especie de sofá que había en la habitación.

Sobre mis ojos con cuidado, intentando levantarme y fallando en el intento debido a que alguien o algo estaba encima de mí. Cosa que me sorprendió.

Miré hacia abajo para ver de que se trataba, y era.. Oh Dios... Era Harry. No pude evitar que mis cachetes se tornaron de un color carmín.

Busque con la mirada a los demás, pero todos seguían dormidos. Debían ser las siete o así.

No quería despertar al azabache, pero tampoco tenía ganas de dormir más.
Por lo que opte por quedarme en esa posición hasta que este se despertará.

Su cabeza estaba recostada en mi pecho, hundiendo sus mejillas un poco en él, lo que hacía que se le formarán una especie de hoyuelos. Por Salazar, se veía tan...Bien.

Sus piernas estaban enroscadas en mi cadera, y sus brazos abrazaba calidamente mi torso. Lo miré aún más detalladamente. Llevaba puesta una de mis sudaderas. Por la diferencia de altura, esta le quedaba bastante grande lo que le hacia lucir adorable.

Ayer se la preste por qué según el tenía frío, y supongo que se le olvidó quitársela. Sinceramente a él le queda mejor, aún que la sudadera fuera de Slytherin. Creo que el no se dió cuenta de ese detalle.

Lo abraze por la cadera haciendo que este se relajará aún más y que subiera más su cuerpo hasta quedar su cabeza en el hueco de mi hombro, reposandola allí. Creo que como siga siendo así de tierno me derretiré.

Y de ese pensamiento uno surgió en mi mente. ¿Y si cuando se despierte se incómoda al vernos así?

Si, es mejor dejarlo allí tumbado en el sofá, y yo mejor me voy a mi cuarto a hacer cosas que se hacen a las siete a.m.

Decidí levantarme, ignorando por completo, como el azabache forzaba su agarre.

Cuando pude zafarme de él, me dirigí a la puerta para salir. Pero una voz me frenó.

—¿Dónde vas, Dracs?- ¿Dracs? ¿Qué apodo era ese? Reí un poco hacia la voz ensomñezida de este.

—A mí habitación- respondí, el otro me miró triste.

—Quedate, solo un rato más- habló, a lo que me sorprendí- nunca había dormido tan bien- miró algo avergonzado al suelo, mientras sus mejillas se calentaban- Por favor.-

Mi corazón se empezó a acelerar. ¿Me había pedido que durmiera con él? ¿El chico que me gusta desde cuarto me acababa de pedir que durmiese con él?

Asentí, y sonreí ladinamente. Me volví a acercar al sofá, el cuál era bastante grande.

Me sente en el sofá mirando como este tenía una mirada somnolienta.

Dí palamaditas en el sofá para que la distancia se acabará, a lo que el me hizo caso y la cortó

—¿Hace cuanto no duermes?- pregunté al ver la notorias ojeras que tenía. El otro me miraba algo asombrado.

—No te preocupes, son por los exámenes- respondió.

—Los dos sabemos que no es así- dí un vistazo rápido por la habitación, hasta llegar a la cama de Harry, ma cuál se encontraba vacía, después le preguntaría sobre eso.

—Me costaba dormir- respondió- pero ya estoy mejor.-

—¿Por qué?- insistí. El otro solo se quedó callado, parecía apenado.

—Porque... estaba preocupado por tí..- Las palabras salieron de un susurro casi inaudible. Abrí los ojos como platos, y le sonreí.

—Gracias por preocuparte por mí, pero ya estoy bien. Ya puedes dormir tranquilo.- El sonrió de vuelta, pero en sus ojos veía algo, como si no fuera toda la verdad, como si faltará un pedazo de esta.- ¿Seguro que estás bien?-

—Si, no te preocupes.- respondió.

—Vale- me acordé de lo de la cama- ¿por qué dormiste conmigo si tu cama estaba vacía?- su cara estaba más roja que un tomate.

—Emh... No sé- respondió girando un poco la cabeza. Yo solo reí.

—Yo también disfruté dormir contigo- mi boca habló sola, yo no quería decir eso y cuando me dí cuenta de que lo dijé mi cara se convirtió en otro tomate.

Aúnque Harry me miró impresionado...

—Oh, si es cierto- dijé, el otro espero puesto a que no tenía ni idea de lo que estaba diciendo- Ayer, cuando estabamos contando historias o algo así, te quedasteis dormido, supongo que yo también..- Potter asintió.

—¿Quieres ir a dar un paseo?- preguntó sonriente.

—Claro- respondí.

Yo me puse una camiseta que traje la noche anterior y unos pantalones de chandal. Mientras que Harry seguía con mi sudadera y llevaba otros pantalones de color gris claro.

Salimos de la habitación, a penas había pasado media hora desde que desperté.
Cuando salimos a los pasillos, un fuerte escalofrío recorrió mi cuerpo, no pensé que a está hora hiciera tanto frío. Parecía que al azabache le había pasado lo mismo.

Nos dirigimos a la torre de astronomía, que era nuestro lugar favorito desde que empezamos a ser amigos, de eso hace ya varias semanas. Las mejores de mi vida.

Sinceramente tenía pensado en declararle mi amor allí, pero creo que no lo haré, ni hoy ni nunca. No soy un Gryffindor, no tengo valentía...

¿Pero que digo? Soy un Slytherin... Eso  es soy un Slytherin, y las serpientes conseguimos lo que queremos, y yo quiero para mí al elegido.

Llegamos a la torre, yo iba pensando en mis cosas. ¿Debería confesarme hoy o otro día?

Cuando llegamos vimos las más espectalurer vistas de todo el castillo. Eran indudablemente hermosas.

Y una idea llegó a mi mente...
Si todo sale de acordé al plan que hice, y si tenemos sentimientos mutuos tal vez funcione.

—Harry, te apetecería ir hoy a cenar- el me miró sorprendido. Pero asintió.

—¿Dónde?- preguntó

—Eso es una sorpresa- le respondí, haciendo que este riera.

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Dejen su estrellita<33

Como nos enamoramos [DRARRY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora