𝖬𝗎𝗃𝖾𝗋 𝖰𝗎𝖾 𝖱𝖾𝗌𝗎𝖾𝗅𝗏𝖾

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𝘕𝘢𝘳𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘖𝘮𝘯𝘪𝘴𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦

—Dale nena, no fue para tanto —.

Atenea volteo a ver a Melissa con mala cara, mientras se intentaba quitar la mancha roja de su falda blanca.

—¿Vos me estas jodiendo Melissa? —respondió de mala gana, señalándole su muslo rojo.

Su amiga simplemente la vio con ojitos de perro mojado. Atenea sostuvo su mala mirada provocando que Melissa cediera. La brasileña tomo más papel del baño y lo mojo con agua fría para luego ponerlo en el muslo de Atenea, generando un gemido de dolor por parte de la pelirroja.

—¿Arde? —pregunto inocente la morocha, ganándose una mirada obvia de Atenea —bue, mas não me olhe assim, estou te ajudando —habló enojada.

—Perdón Meli, pero posta estoy enojadísima —Melissa chasqueo la lengua y abrazo a su amiga —enano pelotudo, ¿Cómo se le ocurre tirarme todo encima? Me quemó horrible boluda —.

—Pero no fue con querer nena, literalmente te pido perdón y no se puso a pelear con vos —Atenea rodo los ojos y desvió su mirada de la de su amiga.

Al rato, se escucho que tocaron la puerta del baño y las dos se vieron entre ellas, Melissa fue a abrir la puerta para ver si era alguien que necesitaba usar el baño.

—Mel, ¿está todo bien? —Atenea a pesar de no poder ver, reconoció la voz.

Melissa volteo a ver a Atenea pidiendo autorización para contarle su estado. Atenea asintió y Melissa se volvió a voltear hacia la puerta.

—Tiene todo el muslo quemado, nada grave, pero bueno —.

—No te preocupes Cucu, ¿Le podés decir a Nico que me pida un Uber a la casa? Porfa —pidió Atenea suplicándole que no le dijera a nadie más que a su manager.

—Obvio, te escribo cuando venga el Uber para que salgas —.

—Gracias amor —.

El rubio fue con dirección a su mesa otra vez para hablar con su manager para decirle lo que le había pedido su amiga. Al llegar a la mesa le pidió hablar a Nico a solas, él se paro y se alejaron un poco de los demás.

—Dice Atenea que si le podés pedir un Uber a la casa —.

—¿Está bien? —pregunto preocupado por su amiga.

—Si si, está bien, solo se quiere ir ya —.

Nico no dudo dos veces en sacar su celular para pedir un Uber para que Atenea se fuera a la Casa Madrid. Luego de asegurarse que, de verdad, Atenea estaba bien, los dos se fueron a sentar para seguir comiendo. Nadie pregunto nada sobre que habían hablado, pero el ambiente estaba muy tenso e incómodo.

 Nadie pregunto nada sobre que habían hablado, pero el ambiente estaba muy tenso e incómodo

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𝗠𝗶𝗻𝗶𝗻𝗮⥃𝗥𝗼𝗱𝗿𝗶𝗴𝗼 𝗖𝗮𝗿𝗿𝗲𝗿𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora