Después de derrotar a los zombis, Barry y Caitlin regresaron con los demás para cenar. El ambiente estaba tenso, pero había una sensación de alivio momentáneo en el aire. Caitlin, siempre preocupada por el bienestar de todos, le dio unos analgésicos a Ralph para calmar su dolor. Barry se acercó y, aún con un tono de desconfianza, le preguntó:
Barry: (mirando a Ralph) ¿Crees que puedas caminar? Necesitamos llegar al refugio lo antes posible.
Ralph: (asintiendo lentamente) Creo que sí. Gracias a todos por ayudarme.
La noche se extendió con lentitud. Cada uno tomó su turno para vigilar mientras los demás dormían, el sonido del viento en los árboles era un recordatorio constante de los peligros que acechaban en la oscuridad. Las latas alrededor del campamento emitían un tenue tintineo de vez en cuando, poniendo a todos en alerta.
Al amanecer, se levantaron temprano. El plan era simple: llegar al refugio antes de que anocheciera de nuevo. Barry y Caitlin iban tomados de la mano, una pequeña muestra de afecto que les daba fuerzas para seguir adelante. Cisco, por su parte, ayudaba a Ralph a mantenerse en pie. El camino era agotador, y el peso de la incertidumbre parecía más pesado que nunca.
A medida que caminaban por el bosque, el grupo comenzó a conversar entre ellos para aliviar la tensión. Hicieron preguntas a Ralph, intentando conocer más sobre él y su historia. A pesar de su desconfianza inicial, todos querían creer que Ralph podía ser un aliado y no una amenaza.
Cisco: (mirando a Ralph) ¿Cómo terminaste en ese edificio abandonado?
Ralph: (suspirando) Mi grupo y yo habíamos estado viajando por semanas, evitando las hordas de zombis. Pensamos que el edificio era seguro, pero estábamos equivocados. Nos atraparon, y yo fui el único que logró escapar... hasta que ustedes me encontraron.
Caitlin: (con empatía) Lo siento, Ralph. Este mundo es implacable.
Barry observaba la conversación en silencio, evaluando cada palabra de Ralph. Algo en su historia parecía sincero, pero la desconfianza era un instinto difícil de ignorar en tiempos como estos.
De repente, escucharon un ruido proveniente de los arbustos cercanos. Instintivamente, todos se prepararon para atacar, desenvainando sus cuchillos y apuntando sus armas en dirección al sonido. La tensión era palpable, y por un momento, nadie se movió.
El silencio fue roto por el aleteo repentino de un ave que salió volando de los arbustos, desvaneciéndose entre los árboles. El grupo dejó escapar un suspiro colectivo de alivio, aunque la tensión no desapareció por completo. La incertidumbre de lo que acechaba en el bosque seguía siendo una amenaza constante.
Cisco: (riendo suavemente) Malditas aves, siempre saben cómo ponernos al borde.
Caitlin: (sonriendo) Bueno, al menos no era un zombi esta vez.
Barry: (serio) Sigamos adelante. No podemos permitirnos bajar la guardia.
El grupo continuó su camino, con los sentidos agudizados y la determinación renovada. Sabían que aún quedaba mucho por recorrer antes de llegar al refugio, pero al menos lo enfrentarían juntos, dispuestos a protegerse mutuamente de los horrores que acechaban en cada esquina.
Después de una larga caminata a través del denso bosque, Barry, Caitlin, Cisco y Ralph finalmente llegaron a su destino: una comunidad cerrada. Rodeada por altos muros de metal y con torres de vigilancia en cada esquina, la comunidad parecía una fortaleza impenetrable. Los grafitis en las paredes y las señales de advertencia mostraban las dificultades que habían enfrentado sus habitantes.
Al acercarse a la entrada, vieron a dos figuras en cada torre de vigilancia, armadas y alerta. Al notar al grupo, uno de los vigías gritó con autoridad:
Vigía: (apuntando con su rifle) ¡Arriba las manos!
Barry, Caitlin, Cisco y Ralph levantaron las manos de inmediato, mostrando que no representaban una amenaza. La tensión era palpable mientras esperaban, pero la vista de la comunidad les ofrecía una chispa de esperanza. Sabían que este lugar podría ser su salvación.
Vigía: (a través de un altavoz) ¿Quiénes son y qué quieren?
Barry: (levantando la voz) Somos sobrevivientes en busca de refugio. Venimos en paz.
Después de un momento de tensión, los vigías se comunicaron entre ellos. Finalmente, uno de ellos asintió y bajó su arma.
Vigía: De acuerdo, pueden pasar. Pero manténganse tranquilos y no hagan movimientos bruscos.
Una pesada puerta de metal se abrió, revelando el interior de la comunidad. Era un espacio amplio y bien organizado, con casas de estilo suburbano, jardines y huertos comunitarios. La sensación de normalidad era un alivio para Barry y su grupo.
Al entrar en Havenfield, los guardias de la entrada comenzaron a revisar al grupo minuciosamente. Examinaron sus pertenencias y buscaron posibles armas, asegurándose de que no hubiera ninguna amenaza antes de permitirles el acceso completo a la comunidad.
Barry mantenía un aire serio mientras los guardias realizaban la revisión. Caitlin, Cisco y Ralph también mostraron una actitud de cooperación, entendiendo la necesidad de las medidas de seguridad.
Un hombre alto y con un aire de autoridad se acercó a ellos. Llevaba un rifle colgado del hombro y una expresión firme en su rostro. Barry lo miró, notando su porte enérgico.
Barry: (con cautela) ¿Podemos hablar con alguien que nos pueda dar más información sobre este lugar?
El hombre asintió y se acercó.
Hombre: Soy Joe West, el líder de esta comunidad. Bienvenidos a Havenfield. ¿Cómo llegaron hasta aquí?
Barry: (mirando a Joe) Escuchamos una transmisión en la radio que mencionaba este lugar. Estábamos buscando un refugio seguro después de encontrarnos con una horda de zombis. Mi nombre es Barry Allen, y estos son Caitlin Snow, Cisco Ramon y Ralph Dibny.
Joe: (mirando a cada uno) Entiendo. Vamos a ver qué podemos hacer por ustedes.
Joe les hizo un gesto para que lo siguieran hacia una casa cercana. Mientras caminaban, Barry observó a su alrededor, notando el esfuerzo que la gente había puesto en construir y mantener la comunidad. Era un refugio de esperanza en medio del caos.
Joe: (llegando a una casa) Aquí es donde podrán descansar y recuperarse. Mi esposa, Cecile, y mis hijos, Iris y Wally, estarán encantados de conocerte.
Barry sintió una mezcla de alivio y esperanza al ver la disposición de Joe para ayudarlos. Mientras entraban en la casa, Caitlin le apretó la mano, y Barry le sonrió en agradecimiento. Sabía que Havenfield representaba un nuevo comienzo para ellos, un lugar donde podrían encontrar paz y seguridad en medio de la tormenta que había sido su vida hasta ahora.
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"Entre las ruinas del amor" (Temporada 1)
RomanceEn un mundo devastado por el apocalipsis, Barry Allen y Caitlin Snow luchan por sobrevivir entre ruinas y peligros. En medio del caos, su vínculo se fortalece, transformándose en una relación apasionada y un amor ardiente que desafía todas las proba...