"Entre las ruinas del amor" (Temporada 1)

La Caída de Havenfield

La tensión en el aire era palpable mientras Joe, Cecile, Cisco, Ralph, Barry, Caitlin, Iris y Wally se reunían en la sala principal de la casa de los West en Havenfield. Todos sabían lo que estaba en juego. Harrison Wells, el llamado "Gobernador", había enviado un ultimátum que no podía ser ignorado: tenían dos horas para decidir si entregarían Havenfield o enfrentarse a las consecuencias.

Joe: (serio) 
—No podemos permitir que Wells se apodere de Havenfield. Este lugar ha sido nuestro hogar y nuestra salvación.

Caitlin: (mirando a los demás con preocupación) 
—Y no podemos arriesgar a la gente, especialmente a los niños. Si hay un ataque, debemos asegurarnos de que estén a salvo.

Barry: (pensativo, apretando los puños) 
—Tenemos que ser estratégicos. No podemos luchar de frente, no con los recursos que tenemos ahora. Necesitamos ocultar a las personas más vulnerables, y asegurarnos de que nuestros mejores luchadores estén listos para defender el refugio.

Cisco: (interviniendo) 
—Podríamos usar los túneles subterráneos. Algunos de ellos llevan a las afueras de Havenfield. Podríamos esconder a los niños y a las familias allí mientras los guardias se preparan en los muros.

Ralph: (asintiendo) 
—Es una buena idea. Pero también necesitamos un plan de contingencia. Si Wells nos supera en número, tendremos que evacuar rápidamente.

Iris: (cruzada de brazos, pensativa) 
—Wells es astuto, no subestimará nuestras defensas. Si va a atacar, querrá hacerlo de manera rápida y brutal. Necesitamos preparar trampas y poner en alerta a nuestros guardias en las torres.

Wally: (mirando a su padre) 
—Yo puedo ayudar a reforzar las entradas. Si los mantenemos a raya lo suficiente, podríamos tener una oportunidad de ganar tiempo.

Joe: (con firmeza) 
—Está bien. Vamos a dividirnos. Cisco, Ralph y yo trabajaremos en las defensas y las trampas. Iris y Wally, asegurémonos de que los guardias estén listos. Caitlin, tú eres clave en la enfermería. Prepárate para cualquier emergencia. Barry... (lo mira fijamente) necesitamos tu velocidad y fuerza para coordinar todo esto.

Barry: (asintiendo con determinación) 
—Lo haré, Joe. Haré todo lo que esté en mi poder para proteger este lugar. No permitiré que Wells lo tome.

El grupo se dispersó, cada uno con una tarea clara en mente. Mientras trabajaban contra el reloj, la amenaza del ataque se cernía sobre ellos. Las familias empezaban a ser trasladadas en silencio a los túneles subterráneos. Los niños, asustados pero obedientes, seguían a sus padres en la oscuridad de los pasadizos, mientras Iris y Wally se aseguraban de que no quedara nadie atrás.

Caitlin, en la enfermería, preparaba suministros médicos, sabiendo que pronto podrían necesitarse para atender a los heridos. Mientras tanto, Cisco y Ralph colocaban trampas en los accesos principales, y Joe reforzaba las torres de vigilancia con los guardias más experimentados.

En medio de todo el caos, Barry se acercó a Caitlin, quien estaba reorganizando las medicinas.

Barry: (en voz baja) 
—Vamos a salir de esta, Cait. Lo prometo.

Caitlin: (deteniéndose un momento, mirándolo a los ojos) 
—Lo sé, Barry. Confío en ti... pero esto es más grande que nosotros. Si algo sale mal...

Barry: (tomándola de la mano, con firmeza) 
—No voy a dejar que eso pase. No mientras estemos juntos.

Se dieron un breve, pero intenso abrazo antes de que Barry se marchara para continuar con las preparaciones. Las dos horas que les había dado Harrison Wells se estaban agotando rápidamente, y cada minuto contaba.