Reparando Más que una Radio

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A la mañana siguiente, la luz grisácea del amanecer se filtraba a través de las cortinas destrozadas del refugio. Barry y Caitlin estaban enredados entre las sábanas, sus cuerpos desnudos descansando tras la intensa batalla del día anterior. La calidez de su proximidad, el suave contacto de piel con piel, era un bálsamo para las heridas emocionales que ambos cargaban.

Barry, con una sonrisa satisfecha, inclinó la cabeza hacia Caitlin, rozando sus labios con los de ella en un beso suave pero lleno de deseo. Caitlin respondió con la misma intensidad, sus labios moviéndose contra los de Barry, mientras sus manos recorrían su cuerpo, acariciando cada rincón, disfrutando de la conexión que habían encontrado en medio del caos.

Caitlin: ( con una sonrisa)
Buenos días...

Barry: (murmurando, acercándose para besarla)
Buenos días, hermosa. ¿Dormiste bien?

Caitlin: (asintiendo, mientras acaricia suavemente su rostro)
Contigo aquí, sí... aunque no sé si fue exactamente dormir lo que hicimos.

Ambos ríen suavemente, compartiendo un momento de complicidad que sólo ellos entendían. Sus cuerpos aún estaban entrelazados, disfrutando de la calidez del otro, como si el mundo exterior no existiera.

Barry: (con una sonrisa traviesa)
Después de lo de anoche, creo que hemos ganado un merecido descanso.

Caitlin: (acariciando su cabello)
Es un milagro que pudiéramos descansar después de lo que pasó ayer. Nunca imaginé que estaríamos aquí... así.

Barry: (susurrando cerca de sus labios)
Tampoco lo imaginé, pero me alegra que estemos aquí, juntos.

Se besaron apasionadamente, como si quisieran capturar cada segundo de tranquilidad antes de que el caos volviera a su realidad. Sus labios se encontraban una y otra vez, explorando, sintiendo la cercanía del otro.

Después de vestirse y reorganizar el refugio, encontraron la radio que habían recogido el día anterior. Estaba bastante dañada, pero la esperanza de que pudiera funcionar los motivó a intentarlo. Barry se inclinó sobre la mesa improvisada, tratando de ajustar los cables sueltos y los componentes rotos, mientras Caitlin lo observaba.

Barry: (mientras examina la radio)
Quizás podamos intentar reparar esto. Quién sabe, podría darnos alguna señal de vida allá afuera.

Caitlin: (con una sonrisa de satisfacción)
Vale la pena intentarlo. Quizás todavía haya algo de utilidad en esa chatarra.

Ambos se sentaron frente a la radio, tratando de averiguar cómo hacer que funcionara. Caitlin, con la concentración de siempre, observaba los circuitos y los cables.

Caitlin: (frunciendo el ceño)
Creo que este cable debería ir aquí... pero no estoy segura.

Barry: (riendo mientras observa su intento)
Déjame intentarlo. Quizás si conectamos esto aquí y giramos esta perilla...

La radio emitió un sonido chispeante, pero pronto se apagó de nuevo. Barry y Caitlin intercambiaron miradas, frustrados pero también divertidos por el fracaso.

Caitlin: (riendo mientras se recuesta contra él)
Supongo que soy mejor con la ciencia que con la reparación de radios.

Barry: (abrazándola, riendo con ella)
Bueno, al menos lo intentamos. Tal vez deberíamos dejar las radios a los expertos y enfocarnos en lo que realmente importa.

Caitlin: (con una sonrisa cómplice)
¿Y qué es eso?

Barry: (mirándola profundamente a los ojos)
Nosotros.

Caitlin se acercó a él, plantando un suave beso en sus labios. A pesar de las circunstancias, en ese momento, todo parecía estar en su lugar.

Después de su segundo encuentro apasionado, Barry y Caitlin se quedaron tumbados, respirando lentamente, mientras el silencio envolvía el refugio. Sus cuerpos aún estaban enredados bajo las sábanas, el calor de su proximidad proporcionando un consuelo que ambos necesitaban desesperadamente. Caitlin descansaba su cabeza en el pecho de Barry, escuchando los latidos de su corazón, que ahora se habían calmado tras la intensidad del momento.

Caitlin se movió ligeramente, levantando la cabeza para mirarlo con una expresión tranquila, pero cargada de emociones.

Caitlin: (sonriendo suavemente) 
Nunca imaginé que estaríamos aquí, así... juntos.

Barry: (acariciando su cabello, mirándola con ternura) 
Tampoco lo imaginé. Pero, honestamente, no podría imaginar estar en ningún otro lugar. No después de lo que hemos pasado.

Ambos compartieron un momento de silencio, recordando cómo todo había comenzado, cómo el mundo había cambiado en tan poco tiempo. Fue entonces cuando Caitlin, con una mirada curiosa, preguntó suavemente.

Caitlin:  ¿Recuerdas cómo nos conocimos en la universidad? Nunca hubiera pensado que terminaríamos aquí, juntos, de esta manera.

Barry: (sonriendo nostálgicamente) 
Claro que lo recuerdo. Eras la chica más brillante de la clase... y la más hermosa.

Caitlin se ruborizó ligeramente ante el cumplido, pero no apartó la mirada. Quería saber más, quería entender lo que Barry sentía, lo que había estado guardando todo este tiempo.

Caitlin:  ¿En serio pensabas eso de mí? Porque nunca lo dijiste.

Barry tomó una profunda respiración, sus dedos jugueteando con un mechón del cabello de Caitlin.

Barry:  Desde el primer día que te vi en la universidad, me enamoré completamente de ti. Pero nunca me atreví a decirlo. Tenía miedo... miedo de que si te lo decía y tú no sentías lo mismo, arruinaría nuestra amistad. Los años pasaron, y nuestra amistad se fortaleció... pero ese miedo siempre estuvo ahí.

Caitlin lo miró con sorpresa, sin poder creer lo que escuchaba.

Caitlin: (en voz baja) 
Barry, no sabía que sentías eso... nunca lo supe.

Barry:  Lo sé. Y no te imaginas cuántas veces estuve tentado a decírtelo. Pero siempre pensé que era mejor mantenerlo en secreto, porque no quería perderte. Y luego, el mundo cambió, todo se volvió tan incierto... nunca pensé que, en estas circunstancias, estaríamos aquí, juntos.

Caitlin se acercó más a él, sus labios rozando suavemente los de Barry antes de susurrar.

Caitlin:  Y yo nunca imaginé que sentiría lo mismo. Pero aquí estamos, y no podría estar más feliz de que estemos juntos.

Barry la abrazó con fuerza, como si quisiera asegurarse de que este momento no se desvanecería.

Barry: (con una sonrisa melancólica) 
Sabes, si las cosas fueran diferentes... me gustaría llevarte a cenar a un restaurante elegante, darte una noche que recordarías siempre. Y luego, simplemente, ver televisión y comer pizza juntos. Nada de comida enlatada... solo nosotros, disfrutando de una noche normal.

Caitlin lo miró con un brillo en los ojos, imaginando esa vida simple y perfecta que Barry describía.

Caitlin:  Eso suena... perfecto. Espero que algún día podamos hacerlo, cuando todo esto termine.

Barry: (besándola suavemente) 
Lo haremos, Caitlin. Te lo prometo.

Con esa promesa entre ellos, cerraron los ojos, aferrándose al sueño de un futuro mejor mientras la realidad del mundo exterior quedaba momentáneamente olvidada en el calor de su amor recién confesado.

"Entre las ruinas del amor" (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora