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Touya se acerca hacia Keigo cuando el ave aterriza en su brazo cubierto por un guante, observando al alcón.

—¿Y bien?

—Parece haber respondido a la carta, no tiene el mismo sobre —libera la pata del ave quitando la cinta, entregando el sobre al azabache.

—Eso espero...

—¿Qué tan ilusionado estás con que te diga sobre su paradero? Ni siquiera a mí me dijo a dónde irían próximamente.

—Eso es porque a tí no te tiene confianza —menciona como su fuera obvio, revirando los ojos. Keigo aprieta los labios y hunde el ceño ante su respuesta—. Vamos, antes de que a mi madre le de un ataque de ansiedad.

El rubio suspira, dejando a Hayes sobre la rama de un árbol y siguiendo a su amigo. Sería más fácil hacer caso a sus órdenes si Touya admitiera que lo considera parte de la familia por su participación en tareas diarias junto a ellos, pero desafortunadamente el azabache tiene un gran orgullo que le impide admitir algo como eso. Mucho más cuando fue pareja de su hermanito y él creyó que la razón de su ruptura fue que Keigo le había sido infiel a Shouto o algo similar.

¿Por qué creyó algo así? Ni idea.

Quizás sus sentimientos por el bicolor no eran del todo fuertes, pero eso no significa que le sería infiel. Así que con una pequeña, madura y calmada charla con el bicolor, terminaron aquella relación que ya no tenía una gota de sentido. Así que no comprende el rencor de parte del mayor del matrimonio Todoroki.

«Cosas de Dabi, bah»

No es como si él le tomara importancia a esas cosas, porque de una u otra forme Touya siempre necesitará su ayuda para algo, y siempre terminará pidiéndole un favor.

No puede negarse aunque quisiera.

Cosas de la vida.

—¡Touya! ¿Recibieron noticias sobre Shouto? —Rei dirige una mirada angustiada al azabache, quien sonríe tranquilamente antes de mostrarle el sobre en su mano.

La albina dejó salir un suspiro de alivio, poniendo una mano en su pecho.

—A ver —pronuncia su hermana, tomando suavemente la carta—. ¿Crees que mencione su paradero...?

—Si no lo hace, lo voy a matar.

Y Keigo se ríe, sentándose sobre la butaca frente a la mesa y observando a las personas ingresar en la sala, algunos como Tensei y Enji.

Natsuo miro hacia la nada, frunciendo ligeramente el ceño. —Esperen, ¿cómo dijeron que se llama el tipo que secuestró a Shouto?

—Katsuki Bakugou.

—¡Pero si yo conozco a ese tipo!

Inmediatamente obtiene la mirada de todos, la mayoría sorprendidos ante su comentario.

Hasta que vuelve a hablar.

—Ah, no, me confundí. Creí que hablaban de otro tipo.

Y con la misma dejaron salir algunas maldiciones.

—Me ilusionaste, animal —masculla Touya. Natsuo simplemente le saca la lengua.

—Uhm, disculpen —habló por primera vez Tensei, llamando la atención de los presentes—. Mi hermano Tenya vive con su tripulación en Diako, y mencionó en una de sus cartas enviadas a mí que había visto a Shouto junto a Bakugou hace un par de días. —baja la mirada, rascando su cuello.

—¿Por qué no nos dijiste nada? —Enji endurece la mirada, dirigiéndose hacia el marido de su hija.

—Papá —interviene la chica antes de que el pelirrojo pueda acercarse a Tensei.

Eres mi perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora