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Shouto antes creía que era imposible enamorarse de una persona tan arrogante, insoportable y poco cooperativa. Siempre se había engañado diciéndose que nunca sentiría atracción por alguien así, pues sería horrible tratar con una persona que posea dichas cualidades.

Ahora se percata de que lo que había creído años atrás era terriblemente falso.

Porque sentir su corazón latir frenéticamente al ver los labios de Katsuki curvarse en una sonrisa diminuta que es especialmente dirigida hacia él, o cuando lo observa con esos profundos iris escarlata que le atraviesan el alma; es un indicio a que siente una auténtica atracción hacia Bakugou.

Y no lo dice simplemente por decir, lo dice porque ya pensó durante mucho tiempo en una buena razón para justificar el hecho de que su voz tiembla al encontrarse en ese tipo de situaciones. Y siendo honesto no encontró alguna otra respuesta lógica para su comportamiento torpe.

Entonces su cabeza duele de solo ponerse a conectar datos, dándose cuenta de la dura realidad.

Está enamorado de Katsuki.

No hay otra justificación, por mucho que le gustaría tener otra respuesta, desafortunadamente no la tiene y debe aceptar lo que sucede.

Al inicio, se reprendió infinitas veces. Evitando mirar directamente a Katsuki, o encerrándose en el camarote solamente para golpear su rostro con una almohada.
Luego optó por tomar una actitud más madura, dejando ese comportamiento infantil de lado e intentando que no sea muy notorio su repentino distanciamiento con el cenizo.

Recuerda vagamente cuando Jirou se le acercó para preguntarle si el capitán le había hecho algo malo, y ella se sorprendió al escuchar un “no” de respuesta. Seguramente habiendo asumido que Katsuki le había hecho algo como una broma pesada para provocar un alejamiento como ese. Sin embargo, ella evitó continuar preguntando y se limitó a hacer un gesto de entendimiento.

Suspira con pesadez, cerrando los párpados por breves segundos. Intentando dejar ese tema de lado para no atormentarse a sí mismo por más tiempo. Solo faltan unos minutos para llegar a Akyashia, y debe aceptar estar junto a Katsuki por todo ese tiempo. Por lo que debe dejar de lado este distanciamiento.

—Te veo algo pensativo.

Se voltea con curiosidad hacia el cenizo que apoya sus antebrazos en la barandilla, mirándolo con calma.

«Justo lo que me faltaba»

—Solamente... recordaba que falta poco para llegar a Akyashia —aparta la mirada, mirando hacia la nada con un deje de nerviosismo al ser acompañado por Bakugou.

—No parece que sea eso. Normalmente te preocupan cosas más interesantes que eso —observó, ladeando la cabeza hacia la derecha. En su mente no existía la posibilidad de que Shouto estuviera interesado en algo tan simple.

—Bueno, sea lo que sea no es tu problema.

—Lo es.

—¿Ah si? ¿Por qué, si se podría saber? —cuestiona al alzar las cejas, fingiendo curiosidad. En realidad no le importaba absolutamente nada la excusa que pondrá Katsuki para que le diga la verdad. ¿Por qué debería? Él simplemente es un chismoso que todo lo quiere saber.

—Porque debo estar informado de lo que piensa mi tripulación —aclaró—. Mira, por ejemplo: Cuando yo le ordeno al pendejo de Denki que me diga lo que piensa, él lo hace.

—Es porque te tiene miedo —bufa, rodando los ojos.

Katsuki asintió lentamente, como considerando su respuesta.

Eres mi perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora