ENTRELAZADOS |Satoru Gojo y tú|

Capítulo XXI

______ Ito frunció un poco las cejas debido a la confusión. ¿Qué acababa de decir?

Sus dedos se aferraron nerviosos a los lados de su asiento, queriendo verificar si había comprendido bien o no.

—¿Cómo...?

Vio como Satoru Gojo quitaba la almohada de su regazo y la chaqueta de su uniforme, dejando ver un bulto por debajo del pantalón del pijama, ocasionando que la chica sintiera la temperatura subir y demostrarlo con el rojo de sus mejillas.

—Desde hace mucho estoy así— pasó una mano por su nuca, desviando la mirada y recargándose en su otro brazo —. El ruido que me reclamaste la otra vez, solía ser mi cabeza golpeando la pared cada que me mas-...

—Ya, ya, comprendo— se apresuró a decir, moviendo las manos frente a ella, bastante nerviosa. ¿Él se tocaba pensando en ella?

—Es también por eso que fui dejando el contacto físico de a poco, porque sabía que si iniciaba, no iba a parar— tragó saliva, regresando a verla —. Y pensé que si daba el primer paso, tú te pondrías nerviosa y evitarías esto por un tiempo. Lo mismo si te tocaba el tema de una forma seria.

______ sentía su corazón latir con fuerza por los nervios. Todo su cuerpo se sacudía ligeramente por el mismo motivo.

­—Entonces...

De a poco se fue levantando, tras tomar una gran bocanada de aire. Al hacerlo, Satoru se puso de pie de igual manera.

—¿Qué debo hacer...?— dijo tratando de dejar la vergüenza de lado.

—Solo debes de dar el primer paso... Y yo me encargaré del resto...— su mirada no pudo evitar detallar la figura de su novia durante esa noche.

______ quedó unos segundos en silencio. ¿Así fue todo ese tiempo? ¿Jamás se pasó de la raya porque aguardó a que ella diese la iniciativa?

Tenía la boca entreabierta mientras que su pecho subía y bajaba lentamente, pero más notorio que antes. ¿Tal poder tenía en sus manos?

Por como solía ser Satoru, jamás creyó que fuese así la situación. Era una persona completamente distinta con ella, dejando de lado todas sus necesidades para brindarle su amor y confianza. ¿Creería que ella jamás tuvo la confianza suficiente para entregarse en cuerpo a él? ¿Eso lo habría hecho sentir herido todo ese tiempo?

Acortó la distancia para quedar viéndolo a los ojos, notando que en el apellidado Gojo, esa cercanía, había despertado mucho más en él. Y eso despertaba en ella.

Alzó sus manos para posarlas en las mejillas de su novio y atraerlo a su boca sin dudarlo un segundo. El de blancos cabellos permaneció quieto, recibiendo aquel beso, sin atreverse a tocarla todavía. Necesitaba una confirmación más clara que le diera pie.

—Satoru...— jadeó en medio de un susurro, abriendo apenas los ojos —Por favor... Hagámoslo...

Poco a poco, sus manos descendieron por el pecho de su novio, por sobre su pijama. Teniendo las mejillas sonrojadas, se pegó más a su cuerpo y sintió el calor que el mismo desprendía.

Ni un segundo más, sintió sus grandes manos posarse en su cadera que la atrajo sin vergüenza alguna, logrando sentir contra su vientre la erección del muchacho.

—Si Yaga no se entera de esto, estamos muy bien— comentó antes de unir sus labios en un hambriento beso.

Ito tardó unos momentos antes de rodear los hombros de Satoru con sus brazos, para que no se separara. Aquello estaba siendo una nueva sensación que estaba resultándole un cosquilleo placentero. Y quería más si provenía del de ojos azules.