Amanecer

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Aunque al principio pensó que no le sería posible dormir, se sorprendió al darse cuenta que ya era de día. Lo sabía porque a pesar de que aún no abría sus ojos, sentía la luz del exterior colarse por la ventana, junto al canturreo de los pájaros, que recibían con entusiasmo el amanecer.

Eren buscó con su cuerpo el calor de Míkasa. Aún no sabía qué pensar respecto a su iniciativa de invitarla a dormir a su lado, después de todo, no era la primera vez que compartían espacio al momento de descansar, pero, está vez era totalmente diferente. Ambos eran adultos y se sentían... De repente abrió los ojos con fuerza, girando su rostro hacia el lugar donde se suponía que ella dormía. Estaba vacío.

Se incorporó tan rápido, que el mareo casi lo vuelve a tumbar. Miro a su alrededor con pánico, sabía que ella debía estar en algún lugar de la casa, pero entonces por qué se sentía tan ansioso. El nudo en su estómago se tensó aún más cuando los recuerdos involuntarios de las muertes que vio a sus pies regresaban. Eran imágenes que reflejaban los rostros de aquellos niños aplastados, lo miraban con culpa mientras los escuchaba decir "yo debería estar vivo, no es justo que un asesino como él haya sobrevivido", siendo reoadeado por todas las víctimas de su plan genocida, quienes lo señalaban como si se tratase del juicio final. Por más que intentaba pensar en los motivos genuinos que lo instaron a tomar dichas decisiones, le era imposible encontrar una justificación que le permitiese aceptar lo que hizo sin sentirse culpable. Esa era la razón principal por la cual debía haber muerto, porque cargar con el peso sus acciones era casi imposible.

-¿Eren? ¿Estás bien? ¡Eren! - Mikasa se inclinó haca él, tomándolo por los hombros. Sus manos estaban firmemente pegadas a su rostro, como si quisiera ocultar la expresión que tuviese en esos momentos. - Eren estoy aquí, fui a preparar el baño para asearte, el médico vendrá a verte. - La angustia estaba empezando a brotar en ella.

En medio del torbellino de pensamientos, escucho la voz de Mikasa. Ella estaba nuevamente ahí. Retiro sus manos lentamente para encontrar su rostro, el cual reflejaba angustia y preocupación. Ella se había percatado de su episodio. Se preguntaba si se seguirían repitiendo, cada cuánto serian... Tal vez nunca se irían, a no ser que perdiera la memoria o pudiese regresar el tiempo y empezar de nuevo.

Respiro profundamente antes de responder. -¿Dónde estabas? - Luego de decirlo, se dió cuenta de que sonaba demasiado necesitado, casi como un reclamo. Se odio a si mismo por ello, lo que menos quería era hacerle sentir a Mikasa que dependía de ella, que ella estaba amarrada a cargar con el bulto que era en estos momentos. Tenía rabia consigo mismo, al final siempre terminaba siendo al que debían proteger. ¿Cuándo se convertiría en el hombre que su madre de dijo que fuera para proteger a Mikasa? Solo se sintió de esa forma cuando tomo la decisión de acabar con la humanidad fuera de Paradise; sintió que tenía el poder y valor para proteger a los que amaba. Pero ahora estaba ahí, siendo una carga llena de sentimientos de culpa. - Como sea, escuché que viene el doctor.

Mikasa notó la frustración en Eren. Estaba evidentemente molesto. ¿Tal vez era porque lo había dejado solo? Ella simplemente no podía haber esperado acostada a su lado hasta que despertara, le avergonzaba pensarlo. Pero viendo la situación, habría sido mejor. - Si, por eso necesitamos asearte. Cuando estuviste inconsciente, yo me encargaba de hacerlo en cama, pero ahora que has despertado, creo que sería mejor tomar un baño. Ya todo está listo y también podría ser relajante.

Eren casi se atraganta con su propia saliva pensando en Mikasa aseandolo mientras estuvo inconsciente todo ese tiempo. El sonrojo en sus mejillas debía ser evidente, porque sentía la cara arder. - Tu me... - El sonido de la puerta al abrirse silenció el resto de palabras que salieron de su boca.

- Ajoooó ¡así que si estás despierto! - Estaba seguro que la voz estruendosa de Hange se había escuchado en toda la isla. Realmente le alegraba mucho verla. Aunque al notar las cicatrices en su cuerpo no pudo evitar sentirse culpable. ¿Cómo podría darle la cara a las personas que en medio de su afán por protegerlas habían terminado con cicatrices que les durarían toda la vida?

|Under The Tree| Eremika FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora