Tiempo

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Habían pasado ya algunas semanas desde que todos habían regresado a Paradise. Eren había continuado con su plan de rehabilitación física, demostrando una evolución sorprendente. En cada sesión se enforzaba un poco más para acelerar su recuperación, estaba empeñado en alcanzarla y de alguna forma, se había convertido en una manera de enfocar su atención en algo que no fuera sentirse miserable.

Armin había estado más tiempo con él, compartiendo sus descubrimientos sobre otras culturas y países, mostrándole el libro que estaba escribiendo conforme a cada viaje que realizaba. En el tenía desde estampillas representativas de cada lugar visitado, como también flores secas y una que otra fotografía. Annie le había dado la idea de agregar esos elementos para convertirlo en un libro de recuerdos que le hiciera revivir cada uno de esos momentos más adelante. A Eren le parecía gratificante saber que su amigo había encontrado una persona con la cual compartir su sueño. El esperaba poder tener esa oportunidad, rogando que no fuera demasiado tarde, pues el tiempo no era su mejor amigo en ese momento.

Desde aquella noche con Mikasa, había optado por actuar como si nada hubiese pasado. Ella tampoco le había mencionado nada al respecto, por lo cual, tuvo la duda de si decírselo sería un error, pues las razones de su actitud podrían traducirse en dos cosas: probablemente no recordaba lo que había pasado, o en el peor de los casos, no había significado nada para ella. Como fuera, prefirió creer lo primero, tal vez más adelante hablarían de esa situación.

Aún así, la ansiedad lo carcomía, especialmente ahora que no compartía tanto tiempo con ella debido a sus ocupaciones; él con sus terapias, los entrenamientos de ella con Levi, las diferentes labores que hacia en casa o sus salidas constantes con Annie o Hange a la ciudad. Armin le había mencionado su preocupación por Mikasa, después de todo, llevaba más de 1 año encerrada en ese lugar acompañándolo durante su convalecencia, por lo cual, el objetivo de la comandante y la rubia era brindarle la oportunidad de salir, distraerse y despejarse, de alguna manera, esperaban que pudiera encontrar su propio propósito. Eren sabía que no podía ir en contra de ello, su mayor deseo era también poder salir de esas cuatro paredes, sentir el viento, la tierra, la lluvia o el sol en su piel, para ello, sus sesiones se habían enfocado en bajar escalones, caminar sobre desniveles y recuperar el equilibrio de su cuerpo. Si ese era su sentir, no conseguía imaginar cómo Mikasa había logrado pasar todo ese tiempo sola, junto a alguien inconsciente, con el peso de todo lo que habían vivido. En ocasiones le era inevitable no pensar en qué habría pasando si él no hubiese elegido activar el retumbar. ¿Habrían encontrado otra manera de acabar con la guerra? ¿Mikasa y él estarían viviendo felices y solos en su propio hogar? Seguramente ambos se habrían lamido sus heridas y avanzado sobre sus miedos y traumas. Pero ahora mismo, el peso de sus acciones y decisiones era demasiado grande, vivir con ello no sería fácil, ni tampoco pretendía que ella cargase con sus pecados. Por ahora trataba de aferrarse a lo que Armin le había dicho; debía elegir mejor sus decisiones en esta segunda oportunidad que le había sido otorgada. Por eso, no quería precipitarse, pero el maldito tiempo no se detenía.

Esa mañana cuando despertó se sintió igual de vacío que las noches anteriores, sus pesadillas se habían intensificado desde que ya no estaba durmiendo con ella, quien había optado por dormir en su propio cuarto, no sin antes hacerle saber que dejaría su puerta entreabierta para poderlo escuchar en caso de que necesitara algo, lo que no sabía es que a quien necesitaba era a ella. En un gesto de cansancio, pasó sus manos a través de su rostro y cabello.

No entendía en qué momento su percepción sobre ella había cambiado. Habian convivido algunos años de su infancia juntos, luego de que sus padres fueran asesinados se había convertido en una hija adoptiva para los Jaeger, sin embargo, para él siempre había sido más que una "hermana", una gran amiga junto a Armin. Después del primer ataque a Shingashina ella se había convertido en su único "familiar" vivo (sin contar a Zeke, quien en ese momento no conocía), pero en realidad nunca lo fueron, o no del modo filial en el que se supone están conformadas las familias. En ese entonces crecieron y a pesar de que sus intenciones nunca fueron románticas, se sorprendía observándola a menudo, admirando su fuerza, destreza y habilidad. Eso llevaba a que la mayor parte del tiempo él solo se mostrara exasperado ante la actitud sobreprotectora de ella, pues de alguna forma, lo hacía sentir como si fuese un inútil incapaz de cuidar de sí mismo y de los demás. En más de una ocasión se sintió frustrado y avergonzado por ser salvado una y otra vez por ella, no entendía el porqué lo hacía, por qué ponía su vida en riesgo por alguien como él ¿Sería porque lo veía como un hermano pequeño al que cuidar? La idea le molestaba, no quería que ella lo viera de esa forma, quería que lo viera como un hombre. Esas ideas fueron creando en él un interés más constante hacia ella, intentando descifrar las razón detrás de su actuar. Fue entonces cuando en medio de su secuestro por parte de Reiner, Bertholh y Annie, ella le agradeció por haberla salvado de formas que ni siquiera él recordaba, lo hizo en el momento donde más impotente y vulnerable se sentía, llenandolo del valor necesario para avanzar sin rendirse. Justo ahí logró entender que tal vez nunca podría verla como una hermana, pero si como la mujer a quien quería proteger, se prometió que haria lo que fuese necesario para devolverle el hogar que habían perdido. Lastimosamente, para poder cumplir esa promesa tuvo que tomar decisiones difíciles, como herirla profundamente, renunciando a cualquier posibilidad de estar junto a ella. Eren recordó aquella noche en Marley, cuando confrontó a Mikasa, deseaba desesperadamente que ella le dijera lo que sentía, las razones reales por las cuales siempre había arriesgado su vida por él, no era suficiente con que Zeke le hubiese hecho ver que estaba enamorada de él, necesitaba escucharlo de sus labios, sin embargo, no fue así, "eres mi familia" fue lo que dijo, acabando con cualquier esperanza de renunciar a su destino.

|Under The Tree| Eremika FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora